Epoca Posclasica

Luego del Colapso Maya aproximadamente en el siglo X, la población del territorio actual de El Salvador consistía de pequeños núcleos muy regionalizados entre los cuales estaban

los Pipiles, ubicadas en la zona central, los Pocomames en zona occidental, los Nonualcos al sur, los lencas Ulúas al oriente y los Chortis en la zona norte.

Se presume que muchas de estas tribus llegaron a estos territorios movidos por desplazamientos desde México debido, a que en ese lugar se había dado una gran explosión poblacional y una diversidad tribal que muchas veces provocaba el conflicto.

El reino de Cuscatlán era el centro gubernamental de la zona central de El Salvador hasta el momento de la conquista.

Este Señorío era de origen Pipil. Al occidente se encontraba Atiquizaya, que era el núcleo

Gubernamental de los Pocomames y abarcaba los territorios de Santa Ana y Ahuachapán

Quizá una de las mayores características de este periodo sea la gran turbulencia generada por los conflictos entre tribus que para este momento habían alcanzado una gran organización militar.

Entre los sitios más particulares de este periodo se encuentra. El lago de Guija al norte del departamento de santa ana zona que se supone que fue ocupada por las tribus Chortis que vinieron en emigraciones desde Honduras. En este lugar se ha encontrado gran cantidad cerámica, además de la evidencia de poblaciones en las orillas del lago y un gran desarrollo de la agricultura.

Un poco más al oriente sobresale Cihuatán, que fue la ciudad más grande y organizada construida por los antepasados.

Otros sitios como el situado en el embalse de la Loma China, sobre el río Lempa han evidenciado las fuertes influencias de la cultura mexicana en las tribus que habitaron en El Salvador, esto puede verse en la cerámica encontrada en este la cual muestra una gran decoración en grabados y tonos de color, y añade un acabado brillante como si fuera barniz. Los motivos de la cerámica tienen mucha influencia de la cultura Tolteca y de las divinidades mexicanas.

El Post-clásico y la prehistoria de El Salvador terminan con el descubrimiento y la conquista de El Salvador en 1524. Lo que los españoles encontraron a su llegada a este territorio fueron comunidades altamente desarrolladas y con un sentido cultural, tribal y religioso muy organizado. El carácter bélico y rebelde de los indígenas fue hasta mucho después de la conquista, un elemento muy particular de estos antiguos pobladores.

También se encontraron dos placas de mosaico compuestas por turquesa, pirita, concha y jadeíta, en las cuales se observa el diseño de un “guerrero Tolteca” que porta un casco, chaleco, sandalias, un Escudo en la mano y en la otra una serpiente emplumada. Es posible que el difunto a quien acompañaba La ofrenda de vasijas y placas de mosaico haya Sido un mercader tolteca que murió muy lejos de Su tierra de origen.

Los asentamientos más importantes que se conocen hasta ahora del Postclásico Temprano son Cihuatán, cerca de Aguilares, y Santa María, un Sitio más pequeño en el valle del Paraíso (en la zona del Cerrón Grande), los cuales han sido reconocidos Como centros de claro origen mexicano por sus Arreglos arquitectónicos tipo acrópolis, edificios Con talud-tablero y juegos de pelota en forma de l.

La arquitectura de los sitios, así como las formas y técnicas decorativas de la cerámica y las representaciones de los dioses (como Tlaloc, dios de la lluvia, Y Mictlanteuctli, señor del inframundo) tienen su origen en el centro de México y en la zona de la costa del Golfo de México.

Las migraciones nonoalcas probablemente jugaron un papel muy importante en la destrucción de las redes de intercambio que mantenían las poblaciones pipiles anteriores, lo que podría explicar la desaparición de sitios como Cihuatán y Santa María.

Sea como sea,

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