Gestionar una salida conflictiva de la UEM
Enviado por oskar-lz • 27 de Junio de 2017 • Ensayos • 513 Palabras (3 Páginas) • 121 Visitas
CAPITULO VIII
Gestionar una salida conflictiva de la UEM
Una salida conflictiva sería un proceso difícil pero perfectamente factible, siempre que hubiera un conocimiento suficiente de los problemas que hubiera que afrontar, cierta preparación y un claro apoyo popular.
Los problemas específicos de dicha salida conllevaría y las etapas que habría que afrontar no son ya asuntos hipotéticos, puesto que la intervención de la UE en Chipre en 2013 ha arrojado luz sobre ellos. Entre los problemas a corto plazo se encuentran sobre todo el de la liquidez, el sistema bancario, el comercio y la provisión de mercados clave.
Los problemas a mediado plazo serian fundamentales la reestructuración de la producción que debería llevarse a cabo en los países periféricos.
Para que un país pudiera abandonar la UEM sería de suma importancia poner en marcha los controles bancarios y de capital así como la circulación de papel moneda denominado en euros.
El problema técnico más complejo consistiría en encontrar un nuevo régimen monetario viable. La nueva moneda de los países deficitarios, para un país pequeño que dependería crucialmente de las importaciones, seria decisiva la magnitud de la devaluación de la nueva moneda nacional.
Si se dejara la nueva moneda completamente en manos del mercado habría un riesgo significativo de que bajara su valor y que lo anterior no pudiera ser compensado por una restauración de la competitividad en las exportaciones del país.
Tendrían que importarse el petróleo y otros bienes de consumo que resultaría mucho más caros tras la depreciación de la moneda, la perspectiva de pedir ayuda al FMI tras la introducción de la nueva moneda sería inaceptable.
CAPITULO X
La catástrofe griega
Resultan evidentes las implicaciones de la crisis y de las políticas adoptadas por la Troika, así como la terrible situación en que actualmente se encuentran los países de la periferia, en Grecia más que en ningún otro país de la eurozona. El impacto destructivo sobre la economía ya es bien conocido y no hace falta insistir en ello.
A finales de 2014, el PIB griego se había contraído más de un 25 por ciento desde que estallara la crisis global del 2008, y alrededor del 22 por ciento desde los rescates del 2010.
El desempleo había alcanzado la desorbitada cifra del 27.5 por ciento en 2013, lo que representa una pérdida de más de 750000 empleos perdidos desde que interviniera la Troika, dos tercios de los cuales los sectores como la construcción, la manufactura, el comercio y la venta al por menor.
La producción industrial había descendido alrededor de un 35 por ciento desde el 2007, una caída desde una tasa que ya era baja y que refleja la desindustrialización sostenida de Grecia.
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