Humanizar a las Mascotas

¿Humanizar a las mascotas?

Aunque muchos amantes de las mascotas no lo entiendan, intentar humanizarlos también es un tipo de maltrato. Las mascotas que padecen situaciones como el uso de vestimenta inadecuada, entrenamientos de circo y el abuso de su espacio personal les generan episodios de dependencia y ansiedad.

¿Cuál es el límite entre darle amor a nuestras mascotas y vestirlos con zapatos, darles alimentos dañinos que comemos los humanos (algunos tóxicos y peligrosos como el chocolate), o pintarlos como peluches de juguete? Si bien es cierto que las mascotas son parte de nuestra familia y podemos establecer una comunicación con ellos es nuestro deber preservar el bienestar de su naturaleza.

Claro que hay prácticas en su entrenamiento que no son correctas, gritarles desesperadamente como si entendiesen de la misma manera que los humanos, pegarles como si conociesen nuestra lógica también forma parte de esa humanización y claro que es un maltrato.

Muchos confunden el tener una mascota con tener un hijo y lo tratan de igual manera como si el pequeño animal entendiese la forma de comportarse de nosotros los humanos. Además de que algunas personas no tienen el conocimiento de como cuidar a un niño y piensan que es algo sencillo cuando realmente es todo lo contrario e implica un alto grado de responsabilidad, las mascotas también deben tener su trato especial y responsable pero sus dueños no logran comprender ese aspecto e incluso llegan a tratarlos como objetos obedientes y sin sentimientos.

Esto pasa porque dependiendo del tiempo que pasamos con nuestros animales éstos entran en confianza. La realidad es que se sienten en camada y esto no significa que se identifiquen como “hijos”. Una mascota que esté en libertad es una mascota feliz y muchas actitudes los atan, aunque ellos no lleven cadenas.

Otra cosa que llegan a hacer los dueños de mascotas es que muchos quieren hacerlas ver como un reflejo de su misma persona por sentir necesidad de tener a alguien igual a ellos e incluso solo por capricho. Los visten de la misma forma que ellos (llegando a ponerles hasta calzado), les hacen peinados y también les imponen su alimentación, alcanzando el extremo de querer hacerlos veganos, cambiando totalmente la naturaleza de varias especies como perros o gatos; ignorando que ellos no pueden ingerir alimentos que solemos comer a menudo y algunos resultan ser dañinos a su salud o ni siquiera pueden digerirlos, provocando enfermedades que, si no se tratan a tiempo, su vida estará en riesgo. Pero claro, a estas personas poco les importa realmente la salud de sus adopciones y sólo las usan para dar una “buena” imagen de ellos.

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