José María Arguedas y su lucha por la dignidad de los pueblos indígenas

José María Arguedas y su lucha por la dignidad de los pueblos indígenas

**Introducción**

José María Arguedas fue un escritor y antropólogo peruano que vivió intensamente las dos realidades del Perú: la del mundo indígena y la del mundo occidental. Desde muy joven, convivió con comunidades andinas, aprendiendo su lengua, costumbres y forma de ver la vida. Gracias a esa experiencia, conoció de cerca la dura realidad de los pueblos indígenas, quienes eran marginados por el sistema, pero a la vez poseían una cultura rica y profunda que muchas veces era despreciada. Por eso, en sus obras, Arguedas no solo denuncia las injusticias que sufren los pueblos originarios, sino que también resalta y defiende su cultura, exigiendo que sea reconocida en una sociedad que históricamente los ha ignorado. Su literatura se convierte así en una voz firme de protesta, pero también en un canto de amor a lo andino, en un intento de unir los dos mundos del Perú en uno solo, más justo y humano.

**Primer argumento**

En primer lugar, José María Arguedas presenta a los pueblos indígenas como víctimas de una sociedad que los desprecia y los explota. En *Todas las sangres*, por ejemplo, denuncia cómo la empresa extranjera Wisther y Bozart invade las tierras del pueblo de San Pedro con el apoyo de autoridades corruptas, sin respetar a los comuneros que vivían allí desde hace generaciones. También en *El zorro de arriba y el zorro de abajo*, se describen las consecuencias de la migración forzada y la explotación laboral de los andinos en las ciudades costeras, donde pierden parte de su identidad y sufren discriminación. Esta situación no es solo parte del pasado: en la actualidad, muchas comunidades campesinas siguen enfrentando problemas similares, como la falta de consulta en proyectos mineros o la pérdida de sus tierras y recursos. Lo que Arguedas denunció con tanta fuerza sigue presente en el Perú de hoy, y su obra nos recuerda que no debemos cerrar los ojos ante esa realidad.

**Segundo argumento**

En segundo lugar, Arguedas no solo muestra el sufrimiento de los pueblos indígenas, sino que también destaca la riqueza de su cultura. A través de su literatura, resalta su arte, su música, sus fiestas y su forma especial de entender la vida. En *Los ríos profundos*, el joven Ernesto se conmueve con las procesiones religiosas, las canciones en quechua y el sentimiento de comunidad que encuentra entre los indígenas. En *Agua*, su primer cuento, se observa cómo los campesinos, a pesar del maltrato de las autoridades, conservan su orgullo, su dignidad y sus costumbres. Arguedas nos enseña que la cultura indígena no es algo atrasado, sino una forma diferente —y muy valiosa— de mirar el mundo. Hoy en día se han logrado algunos avances, como el reconocimiento del quechua como lengua oficial y la difusión de algunas costumbres andinas, pero aún falta que la sociedad valore verdaderamente todo lo que estas culturas pueden aportar.

**Tercer argumento**

En tercer lugar, Arguedas nos muestra que en el Perú existe una gran división entre quienes tienen el poder y los pueblos indígenas que siguen siendo excluidos. En *Yawar Fiesta*, por ejemplo, las autoridades quieren cambiar una corrida tradicional del pueblo por una “moderna”, sin entender ni respetar el verdadero sentido de esa celebración. En *Los ríos profundos*, Ernesto es testigo de cómo los patrones maltratan a los campesinos y cómo las decisiones importantes se toman sin escucharlos. También en *El Sexto*, se representa a personajes indígenas y mestizos que sufren injusticias incluso dentro de la cárcel, lo que refleja cómo el desprecio hacia ellos está presente en todos los niveles. En cuentos como *Los escoleros* o *La agonía de Rasu Ñiti*, se muestra que, aunque los pueblos originarios conservan su fuerza y sabiduría, muchas veces son invisibilizados por el Estado y la sociedad. Arguedas soñó con un Perú en el que todas las culturas convivan con respeto e igualdad, pero su obra demuestra que aún queda mucho por lograr para hacer realidad ese sueño.

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