La capuchos

CAPUCHOS

Esta experiencia ha sido fracturante para nosotros debido al contexto de violencia y de politiquería que encierra, la figura de ¨capuchos¨, sin embargo queremos hacer un análisis desde la perspectiva liberal, según el cual ellos si tienen derecho a reunirse, a existir, a dar sus discursos y pensar como deseen, pero hay ciertos punto que para nosotros impiden una total aceptación.

Por medio de las entrevistas realizadas, opiniones manifestadas por medio de redes sociales y experiencias vividas en cuanto a su forma de actuar y mostrarse respecto del resto de comunidad academia, hemos concluido que, no apoyamos las acciones violentas, así sea de violencia simbólica como la pintura, si estas no son justificadas; es decir, si de estas acciones no se deriva una ayuda a la solución del problema o si no se dan en contra de la represión.

En caso de un gobierno tiránico este tipo de acciones de resistencia serían legítimas y puede que hasta efectivas, pero en nuestra opinión la ¨lucha¨ entre capuchos y ESMAD no tiene esta connotación. Colombia como país democrático con infinidad de falencias, no es un Estado tirano, por lo que creemos se debe cambiar la situación por vías de derecho, no de hecho.

Existe infinidad de medios diferentes al de la violencia, que nos permiten re direccionar o cambiar el curso de un país en busca de un futuro mejor, estos medios pueden resultar eficaces y oportunos haciendo que la violencia resulte injustificada, pues ignora medios menos contraproducentes y perjudica a los ciudadanos que busca "defender". Igualmente la violencia crea víctimas y genera dolor y resentimiento entre los ciudadanos.

Las diversas experiencias con los ¨capuchos¨, nos han demostrado que muchos de ellos tienen la convicción y el deseo de cambiar las injusticias sociales que se presentan en nuestro país, se percibe una fuerte y justificada desconfianza hacia las instituciones, sin embargo sus ideales se ven perdidos por las acciones de los llamados reaccionarios (quienes lanzan las molotov, piedras y pintura). Existen por otra parte, aquellos que se divierten lanzando piedras y solo se limitan a ellos, según lo afirman algunos miembros en las entrevistas, van en busca de la adrenalina que genera luchar contra la policía o ESMAD.

Dentro de la Universidad la desconfianza hacia los capuchos es igual o aun mayor que contra el Estado, pues sus actos son incoherentes respecto de lo que proclaman, afectando al pueblo, destruyendo la planta física de la universidad, no pronunciándose sino cuando les convienes (tanto que parecen ser utilizados como distracción de eventos en la ciudad, que serán de mayor relevancia) y porque en los casos en que los mismos estudiantes les han ayudado los miembros de estas organizaciones los han dejado solos, en medio de las pedreas.

Estos

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