La inflación. INPC

ENSAYO

Uno de los indicadores económicos que más llaman mi atención, dada la importancia que tiene y el monitoreo que en todas las economías del mundo se le da, es la inflación. ¿Es buena?, ¿es mala?, ¿de verdad refleja nuestro poder adquisitivo?, ¿nos impacta igual a todos?... Son algunos de los cuestionamientos que usualmente me hago y que estoy seguro, otros tantos también.
El objetivo de este ensayo, será precisamente el de ahondar acerca de lo que es la tan nombrada inflación, cómo se compone y mis reflexiones acerca de su integración, medición y qué tanto afecta a “mi bolsillo”, es decir, el impacto que tiene de manera particular en cada una de nuestras familias, en mi persona.
Por inflación entendemos al efecto del alza generalizada de los precios y la pérdida de valor de la moneda, en una economía. En México, el instrumento por el cual se mide la inflación es el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), cuya finalidad, de acuerdo al Banco de México, es la de medir a través del tiempo la variación de los precios de una canasta fija de bienes y servicios, que es representativa de los hogares mexicanos (se contemplan 46 ciudades, distribuidas a lo largo y ancho del territorio nacional, agrupadas en siete regiones geográficas). El INPC se divide en 8 categorías, y de estas categorías se desprenden 283 productos o servicios genéricos.
De acuerdo a las categorías y productos del INPC, identificamos la inflación subyacente, la cual es el aumento en los precios de un subconjunto del INPC que incluye a los genéricos que no tienen volatilidad o estacionalidad. Por el contrario, la inflación subyacente es aquella que en su cálculo considera a estos genéricos con estacionalidad marcada, tales como los productos agropecuarios y energéticos.
¿Qué es lo que provoca que todos percibamos la inflación de forma diferente? Constantemente escuchamos que la inflación subió, pero esto no quiere decir que a todos nos afecte de igual forma en todo lo que consumimos. Como ya lo mencionamos, el indicador que dicta el valor de la inflación en México, es el INPC, por tanto, la manera en que percibamos la inflación, irá de la mano de aquellos productos o servicios genéricos que más consumamos en nuestros hogares.
¿Han analizado en qué partidas son aquellas en las que más gastan?, ¿en dónde está afectando más la inflación? De acuerdo al INEGI, la ponderación promedio de los hogares mexicanos es la siguiente: Vivienda: 26.40%; Alimentos, bebidas y tabaco: 22.74%; Transporte: 13.40%; Educación y Esparcimiento: 11.53%; Salud y cuidado personal: 8.57%; Otros servicios: 6.87%; Ropa, calzado y accesorios: 5.59% y Muebles, aparatos y accesorios domésticos: 4.8 5%
En mi caso, tomando en cuanto los gastos en mi familia, encontré la siguiente ponderación: Vivienda: 11.83%; Alimentos y Bebidas: 10.34%; Transporte: 8.51%; Salud y Cuidado Personal y Educación y Esparcimiento: 3.80% cada uno, y ya en una menor medida, ropa, calzado y accesorios, y muebles, aparatos y accesorios domésticos (ambos representan el 2.4%).
Como podemos apreciar, aquellos rubros en los que más gasta mi familia, coinciden con los tres primeros del ponderado general del promedio de los hogares mexicanos. Dependiendo de la composición familiar de cada uno, podrían encontrar algunas variaciones pero estoy seguro que ésta sería mínima.
Los invito a que como yo, tomen la tabla general del INPC y elijan aquellos subíndices y productos genéricos que más consuman en su familia para de esa manera identificar los artículos o servicios que más impactan en su inflación. Mucho de este impacto dependerá de la variedad del consumo y de la proporción de estas adquisiciones, pero así podemos entender mejor porqué en ocasiones sentimos que la inflación nos afecta en el bolsillo más o menos que a otros.
Finalmente, si bien la inflación es un problema serio para el cual todos los países buscan la manera de controlarla, también la inexistencia de ésta provocaría lo que se conoce como “deflación” que es la baja de precios e implica un decrecimiento en la economía, provocando estancamiento y desempleo.
Una inflación moderada puede indicar crecimiento, ya que es normal que año con año haya un ligero aumento en los precios y también una tasa moderada puede reducir el riesgo de una recesión económica ya que permite al mercado adaptarse poco a poco a una crisis; en cambio una inflación exagerada sí es perjudicial por que disminuye el poder adquisitivo de las personas, eleva los riesgos de proyectos de inversión, afecta las decisiones de consumo y ahorro, entre otros.
¿De qué lado están ustedes? ¿Buena? ¿Mala? Les dejo estas preguntas para que cada uno reflexione al respecto y genere su propia opinión.

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