Libertad.

la libertad no es sólo la capacidad de elegir o tomar decisiones dadas, ss también, la capacidad de crear circunstancias nuevas e impredecibles.

La clase media se ha convertido en la nueva clase baja. Es el nuevo desecho, y todo esto ha venido dando a conocer un sentimiento de igualdad. Desde un comienzo esto se ha rasaltado, pero que se traduce en un ideal imposible, sobre todo y como pasa en la actualidad, cuando el que de verdad dirige una nación es el poderoso caballero Don Dinero. En todas nuestras anteriores épocas cada uno asumía un rol. Había alguien rico, y un pueblo entero pobre. La sociedad se dividía: en clase alta o baja. Nadie se quejaba porque no habían formas o medio para hacerlo. Actualmente todo esto cambio. Ahora existen los tres tipos, clase baja, media y alta.

Podemos decir que actualmente la sociedad cumple un rol: En resumen cada quien va a vivir toda su vida con el agua al cuello, como alguien realmente pobre que vive con material de rico, Siempre va a estar en el medio, O siempre intentaran tenernos allí, la pregunta es quién? El gobierno, ya que nosotros el pueblo lo permite.

Entre gobernantes y gobernados debe existir una constante interacción donde las relaciones de voluntad conlleven a un fin, en donde no deben perderse de vista el beneficio de todos.

La colectividad, debe aplicar las leyes a los actos particulares, pero estas deben ser (establecidas) a través del gobierno. Han pasado por la historia, siendo los más citados los gobiernos monárquicos, aristocráticos y democráticos.

La democracia es imposible, porque el pueblo jamás puede permanecer unido de manera absoluta, lo cual esto nos llevaría a que alguien nos represente y por lo tanto, conlleva a la creación y aristocratización de una clase política.

Es imposible renunciar a un trato igualitario (de igualdad entre los semejantes y las clases sociales) en todo sentido, ya que con la “igualdad” no sobreviviría el derecho.

La democracia sugiere grandes esfuerzos para que todos los ciudadanos puedan tomar y ejercer sus decisiones de manera seria.

El Estado democrático tendría que ser “tolerante” con respecto a muchas costumbres que se quieran imponer ante las leyes que el mismo establezca.

Siempre y en algún momento determinado ocurrirá una inestabilidad estatal, la cual ocasione revoluciones y rebeliones con las cuales el gobierno estaría expuesto a las guerras civiles y conflictos internos.

Es por esto que Rousseau destaca en su obra: “Si hubiera un pueblo de dioses, se gobernaría democráticamente. Un gobierno tan perfecto no conviene a los hombres.

La obligación del contrato social no se funda en la fuerza, ni en alguna “autoridad natural” y mucho menos alguna “autoridad superior” con lo cual los naturalistas salen perdiendo. Mejor dicho, proviene del libre compromiso

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