Los Iguales Como Amigos

Los iguales como amigos

Se comentara en este apartado que las amistades de la misma edad juegan como compañeros afectivos en el desarrollo individual de cada uno de los componentes de un grupo de amigos. Una de las últimas versiones sobre el tema que pertenece a uno de los autores que más ha contribuido a desbrozar los supuestos evolutivos que los iguales contribuyen a crear o a desarrollar: Hartup argumenta que las relaciones entre niños solo adquieren naturaleza significativa en edades escolares; antes su ascendencia en el desarrollo es escasa, puesto que las influencias sobre bebes y preescolares están dominadas por los adultos. Todos los estudios destacan que las curvas de interacción interpersonal se invierten con la llegada a la adolescencia, en que los niños y niñas dicen pasar numerosas horas diarias en compañía de sus compañeros de colegio, de juegos, de diversiones. Por estas razones, así como por su creciente valor e importancia, al menos durante toda la infancia, es deseable dedicar algún espacio de conocimientos sobre el cambio individual del cual cabe hacer responsables a los iguales de un niño, escolar o adolescente dado.

Las relaciones de amistad se pueden definir como la relación diádica, reciproca y voluntaria que se mantiene en el tiempo y conlleva afecto, interés y sensibilidad por lo que sucede a otra persona.

La amistad, en opinión de Fuentes “exige grandes obligaciones que se asumen voluntariamente, como por ejemplo, confianza, sinceridad, disposición para la ayuda y capacidad tanto para asumir el punto de vista del otro (descentración, empatía) como para controlar y orientar pro socialmente la conducta”.

Lo que caracteriza los sentimientos de amistad, a diferencia del apego o de otros sistemas de relaciones interpersonales, es la reciprocidad, la cooperación, aso como la comunidad de intereses entre individuos que parecen tener más o menos los mismos derechos y obligaciones.

La reciprocidad se entiende, dentro de las explicaciones de la amistad, como la forma de intercambio o de compartir. Youniss expone dos niveles evolutivos en las condiciones en que los niños son capaces de interpretar la reciprocidad. El primero de ellos, propio de los niños pequeños, se denomina reciprocidad simétrica y supone el intercambio social de “dar y recibir” en forma equivalente. El segundo, se llama reciprocidad cooperativa y significa la cooperatividad en la reciprocidad, así como la capacidad compartida de generar soluciones a los conflictos.

Las relaciones entre iguales no son tan fuertes como las relaciones de apego, puesto que no tienen un pale relevante para la supervivencia de la especie y del individuo. Algunos autores prefieren utilizar el término de afiliación para diferenciar esta relación de las mantenidas con los padres. Sin embargo, se han registrado sentimientos de ansiedad por la pérdida o la separación de amigos, de la misma forma que se registran en las relaciones de apego.

Cuatro funciones básicas sería posible desentrañar en las relaciones de amistad:

1. Estas interacciones son contextos en los que las estrategias básicas de relación social se adquieren y se elaboran.

2. Son fuente de conocimiento de uno mismo, de los demás y del mundo en general. Facilitan las comparaciones intermiembros y por tanto, las autoevaluaciones con personas, que por su condición de iguales, simplifican los elementos cognitivos de la comparación.

3. Son lugares de desarrollo de acciones emotivas y cognitivas.

4. Son un campo de preparación para futuras relaciones y por tanto, ocasión de entrenamiento de interacciones mas intimas, pero también más lejanas de su ámbito geográfico o social inmediato, propias de los futuros mundos laborales, vecinales, etc. En estas relaciones se tiene ocasión de participar en relaciones positivas, con refuerzos generalizados de afecto, confianza,

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