Los aborígenes venezolanos

Desde la época del descubrimiento, los indígenas venezolanos integraban una población escasa y dispersa, ocupaban la región montañosa, los llanos y Guayana. Se encontraban organizados en tribus independientes unas de otras, sin unidad social ni política. Algunos de ellos eran sedentarios, o sea, se mantenían en el mismo lugar, otros se dedicaron a la caza, pesca y recolección, viajaban constantemente tras los animales de los cuales se alimentaban, guiados por su intuición, a los que se les llamó nómadas, es decir, que nunca permanecían en un mismo sitio. De acuerdo a la lengua que hablaban se dividieron en tres grandes grupos, los Araguacos, que se ubicaban en la región sur y norte-occidental del país, se destacan las tribus Baniba, Guaipunabis y Caberres en el sur (Guayana), los Caquetíos desde las costas de Falcón hasta los llanos occidentales y por último los Guajiros en la península Guajira. Los Caribes que se encontraban en la región montañosa del norte del país, desde el Golfo de Paria hasta Yaracuy, así como los alrededores del Lago de Maracaibo y parte de Guayana. Y por último los Timoto-Cuicas que se asentaron en la región occidental del país, ocupando la región de los Andes Merideños.

Por otro lado, entre las principales costumbres de los indígenas venezolanos tenemos que: los Caribes se agrupaban en clanes patrilineales que, poco a poco, en las Antillas, cedieron terreno a los matrilineales, predominaba la exogamia y era frecuente la poligamia, siendo la posición de la mujer inferior a la del hombre, cultivaban maíz, yuca, frijoles y frutas tropicales, especialmente en las Guayanas y las Antillas y la pesca constituía también parte de su actividad. La cultura Araguaca se dividía en pequeños grupos, donde cada uno de ellos constituía su propio reino y contaba con un líder (Cacique). Cuando Cristóbal Colón llegó a América, existían cinco reinos araguacos. Estos eran polígamos y cada hombre tenía entre dos y tres esposas, en el caso de los caciques, estos podían tener hasta 30 esposas, ya que era un gran honor para las mujeres estar casadas con el cacique y sus hijos siempre se tendrían en una alta estima. En el nivel religioso, su creencia se basa en espíritus buenos y malos que habitan cuerpos humanos o incluso residen en objetos naturales, para controlarlos, ellos iban a los chamanes o sacerdotes. Por otra parte las celebraciones más importantes de los Timoto-Cuicas fueron el Victoria, el nacimiento, un nuevo miembro y la Cosecha, estos eran los principales motivos por los cuales se hacia una gran celebración para esta cultura

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