MARTES 13, MI DIA DE SUERTE.

Dicha narración la relata una persona en la que comienza diciendo que un martes 13 conoció al amor de su vida. El joven de la narración fue al cine un martes, sin nadie que lo acompañara sólo él y las ganas de ver aquella película de terror que tanto le habían recomendado, entrando a la sala apreció unos lugares desocupados en la fila final en donde se sentó esperando ansioso la película, momentos más tarde entró a la sala una joven hermosa que rápidamente llamo su atención, pudiendo observar desde lo lejano sus intensos ojos, hermoso rostro y delicado cuerpo. Sorprendido pudo notar que ella se iba acercando más y más a él. Hasta que se sentó a su costado. Durante la película sólo pensaba en ella y ponía atención a cada uno de sus movimientos y sonidos que emitía, esperando algún roce mínimo de su piel, de repente la joven se acerco a su oído y le dijo una frase “¡nunca dejes de amar mientras tengas vida, porque cuando ya es tarde para eso lo lamentas eternamente!”, algo extraño para la primera vez que se veía e intercambiaban palabra, pero era la oportunidad de él para entablar una conversación así que él contestó “¡yo por eso estoy buscando a quien amar desde ahora, para no arrepentirme eternamente!” . En ese momento ella tomo su mano fuertemente, y a partir de ahí se dejo llevar, dejando de lado su piel fría, empezó a besarla, sin tomarle importancia a la película, la gente y sus murmullos. Se dijeron cosas lindas al oído y se miraron fijamente en varios momentos, en donde él pudo observar que ella se sentía feliz, en verdad le gustó. Al terminar la función, salieron detrás de las demás personas, antes de salir de la sala ella dijo que había olvidado algo, por lo que él la espero afuera, como notó que ya habían pasado unos cuantos minutos entró a buscarla y no había nadie, más que un trabajador del cine, al que le pregunto si no la había visto y él con toda seguridad respondió que no. En ese momento vino a su mente otra frase que ella le mencionó “¡creí que jamás sentiría un corazón palpitar por mí, el mío dejó de palpitar sin saber lo que sentía, todos han tenido miedo de mí. Gracias por hacerme sentir especial, esto jamás lo olvidaré!”. Él no había entendido eso, hasta ese momento. Sus palabras de amor liberaron a un espíritu que no había sentido tal emoción.

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