Otaku

Un otaku es algo así como un embajador de la cultura japonesa, en cierto modo idealizada a través de un consumo masivo de manga. En su mayoría, tienen la particularidad de no haber estado en contacto directo con esta anhelada cultura. De ahí que el sueño de todo otaku sea el de viajar a Japón. Precisamente, el hecho de que se haya acuñado otaku para designar a aquella persona que sigue la viñeta, animación y cultura japonesas es una desvirtuación de la palabra original que en Japón designaría, en un sentido despectivo, a la persona que dedica gran parte de su rutina a alguna afición: un maniático. Los otakus difieren bastante de un país a otro aunque el tronco común permanece intacto: tienen como referentes al manga y a Japón. Esto explica el éxito de los diferentes encuentros internacionales de otakus, muchos de ellos celebrados en el mismo Japón.

El perfil del otaku en España abarca una amplia franja de edad, entre los 14 y 30 años, concentrándose sobre todo entre los 18 y 25. La figura del lector de manga está bastante estereotipada y se le concibe como una persona antisocial que pasa todo el día leyendo cómics nipones. Natsu (Miguel Ángel Alberola) es un joven universitario que desde hace un par de años dirige la asociación Alicante Otaku. Este colectivo nació con la idea de difundir la cultura japonesa principalmente mediante los fenómenos del manga y del anime. Natsu y la directiva de Alicante Otaku han conseguido, con esfuerzo, que el propio ayuntamieno de la ciudad colabore con ellos a difundir y afianzar la subcultura otaku local. Como esta asociación juvenil hay cientos repartidas por toda España. En Barcelona, el número de seguidores del manga se dispara. Las razones pueden ser, precisamente, la difusión de anime de la cadena pública TV3; otro, la celebración anual del Salón del Manga, el evento de referencia para todo otaku. En él, se congregan miles de aficionados que se aprietan y empujan para ver las novedades expuestas en los stands o disfrutar de alguna performance de cosplay (aplicado al manga, consiste en disfrazarse y seguir el rol de un personaje de cómic). Desde que Ficomic (coordinadores del Salón Internacional del Cómic en Barcelona) decidiese organizar un salón exclusivamente dedicado al cómic japonés en 1995, el número de asistentes no ha hecho más que ir in crescendo. Actualmente el evento tiene lugar en La Farga de L’Hospitalet de Llobregat, espacio al que han tenido que añadir otros locales en los que se llevan a cabo actividades específicas, dada la hipersaturación del primero.

Si algo sorprende en las formas de relación de los seguidores del manga es la capacidad organizativa, que no solo se puede ver en las páginas web que crean sino, también, en la facilidad con la que proponen eventos y jornadas. Una de sus principales herramientas de comunicación es Internet. Quizá esto explique por qué algún experto los ha llamado hijos de lo virtual (les enfants du virtuel, Étienne Barral). Desde la plataforma virtual un seguidor del manga puede chatear con otros seguidores, seguir recomendaciones, leer reseñas o planear quedadas en alguno de los principales salones y jornadas. Para saber qué novedades manga están llegando al mercado del cómic español acceden a sitios web como ramenparados.com, misiontokyo.com e infotaku.com. O consultan agendas locales tan completas como la que propone Otakuab, el club de manga de la Universitat Autònoma de Barcelona, en la que pueden encontrarse programas

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