PRUDUCTO INTERNO BRUTO ARGENTINA

PIB ARGENTINA

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La medición del Producto Interno Bruto (PIB) arrojó una caída de 0.3% en el primer trimestre del 2015, el único negativo de la serie anual, que mostró un crecimiento de 3.9% en el segundo trimestre, del 3.5% en el tercero y de 0.9% en el cuarto. La industria tuvo recesión y estancamiento, afectada por la crisis de Brasil, pero no se esperaba una recesión de la actividad económica por incentivos perversos y un boom del sector público. Fue un año muy volátil y muy difícil, además fueron cambiando las expectativas por los resultados electorales.

Sin embargo en el cuarto trimestre de 2016 se generó un descenso del 2,1 % respecto de igual período de 2015 y sumó así tres trimestres consecutivos de bajadas interanuales, la medición oficial arroja una contracción del 2,3 % acumulada en 2016, el primer año de gestión para el nuevo gobierno, quien asumió la presidencia argentina a finales de 2015. En poco tiempo el nuevo gobierno adoptó cambios importantes en materia de política económica, como la unificación del mercado cambiario, que supuso un fuerte ajuste en el tipo de cambio, y alzas tarifarias, que impactaron negativamente en la tasa de inflación. Estos y otros factores, como la contracción del consumo y la caída de la producción industrial, hicieron del primer semestre de 2016 un período de notorio enfriamiento de la economía, que el gobierno esperaba ver repuntar con fuerza en la segunda mitad del año, lo que finalmente no se dio.

A pesar de estas bajas en el año 2017 se presentó en el cuarto trimestre de 2017 un alza del 3,9%,  debido a que la inflación estaba bajando, aunque a una menor velocidad de lo que deseaban y se estaba reduciendo el gasto público y el déficit primario.

Después de recibir resultados tan positivos, lastimosamente la economía de Argentina cae un 2,6% en 2018 y confirma la recesión; durante este año quedó la mitad del valor de su moneda, una inflación cercana al 50% y una deuda externa en dólares que pasó en menos de un año de representar el 40% del PIB a más del 80%. Todo esto debido a la mala administración ejecutada por el gobierno con malos resultados económicos.

Finalmente en el año 2019 cayó 2,2% de forma interanual en términos reales, para que esta actividad económica crezca es necesario que se expandan tres variables: consumo, inversión y exportaciones; ya que el consumo privado se contrajo 6,4%, mientras que el público cayó 1,5%. Las inversiones, por su parte, se derrumbaron 15,9%. Si bien las exportaciones crecieron 9,4%, las importaciones cayeron 18,7%.

Tener en cuenta que a lo largo de la gestión (2015-2019), el PBI cayó 3,1% (-7,3% per cápita) y la inflación acumuló casi 300% (poco más de 40% anualizado). Como si no fuera suficiente, la deuda se disparó y el financiamiento se cerró, tornando cualquier recuperación mucho más complicada.

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