Palabras alusivas en pandemia

Ya han pasado muchos meses desde que recibimos la noticia que todos sospechábamos, pero que ninguno imaginábamos que nos llevaría al instante donde la actividad educativa en las aulas se terminaba y veíamos, sin mucha claridad, salir a nuestros alumnos, sin saber muy bien cuándo se produciría de nuevo el reencuentro. Teníamos en mente mucho, pero… ¿qué era realmente lo que nos esperaba?

 El cierre de los centros educativos no tardó en llegar y se nos agotó de la noche a la mañana la posibilidad de volver a nuestro trabajo presencial. En un abrir y cerrar de ojos parecía caerse lo que con pasión, esfuerzo y amor habíamos levantado. A la tristeza de la pérdida de contacto físico con los que dan sentido a nuestra vocación se unía la incertidumbre de cómo salvar la nueva situación.

¿Qué podíamos hacer? El sistema sanitario se colapsaba, el problema social no había hecho más que empezar y, poco a poco, las libertades se iban limitando. Nosotros, mientras tanto, en mitad de un mar al que le azotaba la tormenta, sin carta de navegación y en una pequeña barca a la deriva que estaba cargada de dudas, papeleos, asuntos pendientes y miedo a perder el rumbo. Fue ahí, entre la tempestad, donde verdaderamente descubrimos el valor del equipo. A la primera sensación de pérdida se le fue añadiendo poco a poco el sentimiento de unidad nunca nos faltaron los remos.

En mitad del caos, los “docentes invisibles” tomaron la firme decisión de remar juntos y de forma coordinada para sacar a flote a nuestros alumnos; y desde entonces no hemos parado. Segundos, minutos, horas, días y meses dedicados, sin límite de tiempo, buscando ideas, recursos etc.

Muchos lucharon al frente de esta pandemia desde el comienzo, y damos gracias por ello. Nosotros tampoco hemos abandonado nuestra misión y nuestro mejor regalo es saber que aquellos que dan sentido a nuestra vocacional profesión también están bien, atendidos, cuidados y acompañados.

Hoy más que nunca revalorizamos la importancia del acompañamiento al otro, de valorar al otro. Todos somos el otro de alguien y todos nos necesitamos mutuamente.

¡Infinitas gracias a todos!!!!

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