Pornografia Infantil

Pornografía infantil en México

Introducción

Lo que para muchos de nosotros es una de las cosas más denigrantes que pueda existir, para otros es mucho más que un hobbie, que los hace invertir fuertes sumas de dinero, esto es la Pornografí¬a Infantil. Niños inocentes son abusados, exponen sus cuerpos y hombres pedófilos son los únicos que podrían tomar provecho de esto, este es un acto horrendo.

Este tema es uno de los más grandes problemas en la actualidad. México ocupa el primer lugar a nivel mundial en el intercambio de archivos digitales de contenido pornográfico infantil, el segundo en producción de pornografía infantil, tercero en trata de personas con fines sexuales y el puesto número uno en el continente americano en turismo sexual infantil. Los problemas por los que atraviesa la infancia se han agravado considerablemente. La pornografía infantil produce ganancias de hasta los 12 mil millones de dólares anuales, tan sólo en Latinoamérica.

Desarrollo

Lo que antes era un mercado secreto y de unos pocos, ahora ha ido creciendo a grandes niveles gracias a los programas que facilitan el intercambio de archivos y, sobre todo, al anonimato que la red otorga a los usuarios.

Desde que Internet es una realidad en todas partes del mundo, lo que antes era un secreto o rumor o el mercado de unos pocos, se ha ido convirtiendo en un verdadero problema. Y es que ahora con tan sólo un par de clicks y la información correcta, cualquiera puede tener acceso a este material.

A pesar de las intensas campañas de concienciación, el uso de pornografía infantil lamentablemente gracias a Internet ha ido creciendo a niveles impresionantes, llegando a existir en la actualidad alrededor de 4 millones de zonas virtuales donde existe la posibilidad de acceder a sitios de pornografía infantil.

Pero también ha crecido notablemente el rechazo de la opinión pública hacia la utilización de estos sitios. Según los resultados reflejados en una encuesta realizada en 2002 en el portal de MSN, la pornografía infantil es el mayor de los problemas que registra la red de redes actualmente. Así, con el 40% de los votos, los usuarios decidieron que la difusión de fotografías o videos de menores de edad a través de Internet es el uso más condenable que puede llegar a dársele a la conexión a la red. Incluso por encima de otros factores como los virus informáticos, la posibilidad de ser espiado o el SPAM. Y no ha de extrañar tal rechazo social a dicha problemática: y es que, ante todo, la pornografía infantil es un delito.

Lo que antes era una tarea normal de enviar fotografías y videos casi secretamente por correo tradicional, cuidando de no poner datos reales que pudieran delatar la identidad tanto de comprador como de vendedor de este tipo de material, pocos años después se convirtió en algo de acceso público, siempre y cuando se tenga a mano la información precisa.

Cualquier persona que tenga un ordenador capaz de convertir un video o fotografía a formato digital, tiene la facilidad de tener un sitio dedicado a la difusión de este tipo de material. Hoy en día estos portales están al alcance de una gran cantidad de personas en todo el mundo. Estos sitios web se convirtieron el logo de los pedófilos. Ya no es sorprendente la enorme cantidad de sitios que día con día van creciendo. Es un número alarmante cuantos sitios se crean con el paso del tiempo. Según estimaciones de Parry Aftab (de www.cyberangels.com), se crean al día alrededor de 500 nuevas zonas virtuales destinadas a la difusión de este contenido. También calcula que alrededor del 60% de los sitios web existentes dedicados a esta temática son de acceso privado, con una cuota que ronda los 40 euros mensuales de promedio. Un cálculo estimativo arrojaría cifras escalofriantes: alrededor de 1000 millones de euros mensuales genera este mercado que expone sexualmente a niños desprotegidos, sin su consentimiento y de manera ilegal. La realidad es que no cualquier usuario de la red puede acceder a estas comunidades virtuales. Al ser una comunidad ilegal, solo el que conoce y entiende de este mundo

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