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Volcán El Chichón

Josem Hdez PelayoResumen3 de Diciembre de 2016

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Volcán El Chichón consiste en un 2 km de ancho cráter Somma compuesto cono de 0,2 Ma edad con cúpulas periféricos con un cráter central reactivó varias veces durante el Holoceno. La erupción más reciente en El Chichón ocurrió 28 de marzo al 4 de abril de 1982 que resulta en el peor desastre volcánico en tiempos históricos en México, matando a más de 2.000 personas y destruyendo nueve pueblos y pequeñas comunidades. El mapa de amenaza volcánica de El Chichón se basa en detallados trabajos de campo que documentó doce erupciones durante el último 8000 años, y simulaciones por ordenador. Para validar los resultados, las simulaciones por ordenador fueron primero realizado sobre la topografía pre-1982 imitando la extensión de los depósitos reales producidos y después atropellados-1982 de post topografía. Estas erupciones han producido caída piroclástica, oleada, los depósitos de lahares y OW fl. flujos piroclásticos tienen diferentes volúmenes y Heim coeficientes que varían de 0,2 (piedra pómez), fluye a 0,15 (bloque-y-ash flujos) y 0,10 (ceniza flujos). Las simulaciones utilizando FLOW3D y TITAN2D indican que la piedra pómez y flujos de bloques y ceniza flujos pueden llenar el área de foso y siga barrancos principales hasta distancias de ca. A 3 km del cráter, sin efecto sobre las poblaciones alrededor del volcán. Por otro lado, más ceniza móvil flujos relacionados con eventos de la columna-colapso puede alcanzar hasta 4 km de la rejilla de ventilación, pero siempre seguir los mismos caminos y aún así no afectar a las poblaciones de los alrededores. El modelo de cono de energía se utiliza para simular el cabo flujo de oleadas piroclásticas basan en el evento de 1982 (H / L = 0,1 y 0,2), y muestra que los aumentos repentinos pueden llegar a algunas ciudades alrededor del volcán. Actividad explosiva también produjo columnas plinianas mayores de 27 km que se dispersan hacia el NE por los vientos predominantes. consecuencias futuro va a perturbar gravemente la vida de más de 70.000 habitantes de las ciudades y pueblos situados en un radio de 35 km del volcán. Lahar eventos en el pasado se originaron a partir de depósitos piroclásticos no consolidados con volúmenes que varían de 1 a 4 × 106 m3 para los pulsos individuales, a una grande de ruptura daños con un volumen de 40 x 106 m3. Se utilizó el código LAHARZ para modelar los acontecimientos futuros con volúmenes de 1, 2 y 3 × 106 m3 que llegar tan lejos como 10, 14, y 16 km del cráter, lo que representa un peligro para la comunidades de Nicapa, Volcán, y Ostuacán, incluso algún tiempo después de que el clímax de la erupción.

Introducción

Los primeros esfuerzos para evaluar y delimitar las zonas de riesgo volcánicas comenzaron después del 1919 catastrófica erupción del volcán Kelud , Indonesia, que mató a más de 5000 personas ( Neumann Van Madang , 1960 ) . Sin embargo , la evaluación sistemática de los peligros volcánicos no comenzó hasta la década de 1960 ( Tilling , 1989) , seguido de la preparación de mapas de peligros volcánicos en décadas posteriores ( Crandell et al , 1979 y sus referencias ; . .Crandell et al , 1984; Tilling , 1989), y el desarrollo de metodologías para evaluar los peligros volcánicos ( Crandell y Mullineaux , 1975; Crandell et al , 1984) . . Una metodología básica consistió en la reconstrucción del registro estratigráfico de el volcán, el reconocimiento de los tipos de erupción, hasta el máximo de los depósitos, volúmenes, y recurrencia en base a la premisa de que las zonas afectadas en el pasado pueden ser afectados de nuevo en el futuro. Dos grandes erupciones en la década de 1980 demostraron la relevancia de los estudios volcánicos y la elaboración de mapas de riesgo. El mayo de 1980, la erupción del Monte St. Helens en el oeste de los EE.UU. llevó a cabo en un volcán con buen acceso, un sistema de control básico, y una respuesta rápida a las señales premonitorias por los expertos. Un mapa de peligro se había preparado en

adelantado (Crandell y Mullineaux, 1978). La marzo-abril 1982

erupción del Chichón en el sur de México se produjo en un lugar remoto con acceso limitado, sin ni un sistema de monitoreo ni un mapa de peligros del volcán (Espíndola et al., 2002). Los resultados de estas dos erupciones eran completamente diferentes - 60 víctimas mortales en el Monte St. Helens, a pesar de que la previsión erupción fue subestimado, y más de 2.000 muertes en El Chichón (Tilling, 1989). estas erupcionesenseña una importante lección para los vulcanólogos en relación con el estudio del registro estratigráfico de los volcanes y la elaboración de mapas de riesgo antes de la actividad volcánica. Otra lección importante que los científicos aprendieron durante la erupción del Monte St. Helens fue que los mapas de riesgos de origen volcánico no deben ser representaciones fi jo de los peligros, sino que deben ser modi fi cado como una erupción progresa.

En noviembre de 1984, cubiertas de hielo del volcán Nevado del Ruiz, en la Cordillera Central, Colombia, despertado de nuevo, lo que provocó vulcanólogos para preparar un mapa de peligro preliminar. Los vulcanólogos acabada el mapa el 7 de octubre de 1985, y lo presentaron a las autoridades gubernamentales nacionales (Cepeda et al., 1985). Este mapa fue revisado y modi fi cada entre octubre y 12 de noviembre de 1985, y una versión revisada fue programado para ser presentado el 15 de noviembre Sin embargo, la actividad del Nevado del Ruiz repente se intensificó el 13 de noviembre de 1985. Una poderosa erupción cumbre produjo un piroclástico oleaje que erosionado partes del glaciar tapado, generando un lahar caliente que viajó a lo largo del río Lagunillas a la población de Armero, ubicado a 50 km de la fuente, matando a más de

25.000 personas. Esta experiencia trágica enseñó vulcanólogos no sólo que la preparación de los mapas de riesgos de origen volcánico es fundamental, sino también que su difusión oportuna a las autoridades locales y el público en peligro es igualmente importante (Parra y Cepeda, 1990). Si la gente de Armero hubieran sabido que caminar a lugares más altos habría salvado su vida, la catástrofe podría haber sido miniized.

Después de estas grandes erupciones, se introdujeron nuevas técnicas para ayudar a la cartografía de los riesgos volcánicos mediante la predicción de las áreas potencialmente afectadas. El uso de modelos de elevación digital (DEM) se ha combinado con el conocimiento de las propiedades físicas de los materiales y el modelado asistido por ordenador (Malin y Sheridan, 1982; Laenen y Hansen, 1988; McEwen y Malin, 1989). procesamiento de imágenes y sistemas de información geográfica (SIG) se han combinado con modelos matemáticos (Wadge e Isaacs, 1988; Wadge, 1988) o el análisis probabilístico de los depósitos (Parra y Cepeda, 1990; Thouret et al, 1995;. Sheridan y Macías, 1995; Hurtado y Cortés, 1997).

Durante las últimas dos décadas la creación de modelos informáticos útiles para la delimitación de las áreas susceptibles a diferentes peligros volcánicos se convirtió en una práctica común entre los científicos. Estos modelos están basados ​​en relaciones empíricas derivadas de depósitos o en fluidodinámicos computacional (FREAD, 1988; Macedonio y Pareschi, 1992; Kover y Sheridan, 1996; Schilling, 1998; Iverson et al, 1998;.Manville, 2004; Patra et al, 2005;. Sheridan et al, 2005;.Fagents y Baloga, 2005). La mayoría de estos modelos utilizan la historia eruptiva de los volcanes, los extremos de los depósitos y los DEM conocidos para ayudar en la interpretación del modelo. Sin embargo, los errores y la incertidumbre en los modelos DEM se ha encontrado que alteran de forma significativa los resultados de las simulaciones y han dado lugar a una mala delimitación de las zonas de peligro (Stevens et al., 2002).

En México, la preparación de los mapas de riesgos de origen volcánico se activó durante la década de 1990 por la constante actividad del volcán de Colima. Los mapas de amenaza fueron construidos para Colima (Martín del Pozzo et al, 1995;. Sheridan y Macías, 1995), a los que siguieron las versiones actualizadas, o la zonificación de los riesgos especí fi cos (Gavilanes, 2004 (Navarro et al., 2003); . Saucedo et al, 2005; Davila et al, 2007).. El 21 de diciembre de 1994, la reactivación del volcán Popocatépetl, después de

67 años de inactividad, atrajeron la atención de los científicos, el público, las autoridades locales, los políticos y los medios de comunicación. La proximidad (~ 65 km) del centro de la Ciudad de México, llevó a todas las partes que intervienen para formar un comité cientí fi ca para estudiar diferentes aspectos del volcán, incluyendo la preparación de un mapa de peligro. Este mapa, desarrollado rápidamente utilizando los datos disponibles, se basó en el consenso de México

los científicos de la UNAM, vulcanólogos del USGS y la Universidad de Buffalo, EE.UU. (Macías et al., 1995). Después de 12 años de actividad del Popocatépetl científicos persistente han estudiado diferentes tipos de fenómenos, dando lugar a una nueva evaluación de las zonas de riesgo (Sheridan et al., 2001). El mapa resultante fue seguida por la elaboración del mapa de peligros del volcán inactivo Pico de Orizaba, basado en el consenso de los vulcanólogos nacionales e internacionales (Sheridan et al., 2002).

Durante los veinte y cinco años fi ya que la erupción de 1982 de El Chichón, gran cantidad de información ha sido recopilada con respecto a su registro eruptiva del Holoceno (Tilling y otros, 1984;. DUF campo y otros, 1984;.. Rose et al,

1984; Macías, 1994; Espíndola et al., 2000; . Macías et al, 2003), su actividad geotérmica reciente (Taran et al, 1998;.Tassi et al, 2003;.Capaccioni et al, 2004;.Rouwet et al, 2004), y la información geofísica recogidos de una estación sísmica. desplegado en 2003 que comenzó a trabajar en 2004. la abundancia de nueva información permite la preparación de un mapa de peligro de actualización. En este trabajo, presentamos el registro estratigráfico de las erupciones del Holoceno, las áreas cubiertas y los volúmenes de depósitos y estilos eruptivos y la recurrencia. Estos datos básicos a continuación, se utilizan para limitar las simulaciones por ordenador utilizando el FLOW3D (Kover y Sheridan, 1996), TITAN2D (Patra et al., 2005), y LAHARZ (Iverson et al., 1998) códigos, después de lo cual las zonas de posible futuro de peligros se proponen eventos.

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