Biografía De Facundo Cabral

Juan Diego Alvarez

NO ESTÁS DEPRIMIDO ESTÁS DISTRAIDO

Rodolfo Enrique Cabral, Buenos Aires 22 de mayo de 1937 – Guatemala, 9 de julio de 2011. También llamado Indio Gasparino o simplemente Facundo Cabral.

Cantautor, poeta, escritor y filósofo argentino que más que expresarse con la boca lo hacía con el alma, en busca de una equidad social y cambio en las raíces mismas de la humanidad puesto que como él decía “Si los malos supieran lo buen negocio que es ser buenos, serían buenos, aunque sólo fuera por negocio”, para esto usó la trova como herramienta y palabra.

No soy de aquí, seguro fue lo que pensó Cabral al llegar a este inhóspito mundo literalmente en una de las tantas calles de la Plata, Argentina. Su padre abandonó a la familia Cabral un día antes del nacimiento de Facundo para perderse en el submundo de la Plata entre prostitutas y juegos de azar, para continuar el suplicio, su abuelo paterno decidió expulsar a una mujer embarazada y con siete hijos pequeños a la intemperie, convirtiendo los callejones de la Plata en su nuevo hogar. Y fue ahí en una de las tantas calles que alberga la ciudad donde la mujer parió al trovador de los pobres, fue ahí donde Cabral vio por primera vez la luz, un ser humilde pero que a lo largo de su vida luchó por lo que creyó correcto con nada más que el poder de la palabra y unas cuantas tonadas.

Con solo nueve años, su espíritu indomable salió a flote y se escapó de su casa en Berisso un pueblo aledaño a la Plata donde la familia se había radicado tras sus tragedias en la metrópolis, por cuatro meses emprendió una travesía con el fin de conocer al presidente Juan Domingo Perón ya que había escuchado que este señor “le daba trabajo a los pobres”.

Así pues volvió a la Plata donde todo había comenzado y en este punto se vuelve inexplicable como un niño de nueve años logró contra cualquier pronóstico burlar el cerco policial del presidente, hasta llegar a su regazo, al verlo Juan Perón preguntó al joven Cabral: ¿Quería decirme algo?; si respondió, ¿Hay trabajo?, consiguiendo de esta forma un empleo para su madre y el sustento para su familia.

Eva Duarte, esposa del presidente, tras este breve encuentro pronunció la frase que marcaría la vida de Cabral así como la dirección de su trova, “Por fin, alguien que pide trabajo y no limosna”.

Producto de esta dura infancia, Cabral cayó en la alcoholemia a los 9 años de edad, poco después de su encuentro con el presidente. En los años posteriores fue internado en un reformatorio debido a su carácter violento y es aquí donde aprende a leer y escribir de la mano de un sacerdote jesuita, el cual se hizo cargo de él, abriéndole así las puertas a la literatura y religión dos cosas que predicó abiertamente hasta el día de su muerte. Con esta nueva formación pronto sería el Cabral artista, más nunca perdió su

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