Chávez Comunicador

Chávez comunicador

“Frente a Chávez estamos ante el gran comunicador, el hombre que comunicó lo que mucha gente no podía transmitir; por consiguiente, democratizó la comunicación. Antes de Chávez, la comunicación estaba cautiva, secuestrada. Como en muchos otros aspectos de esta etapa revolucionaria, Chávez liberó la comunicación, la convirtió en una manera de acercarse al pueblo, y además en la vía para que el pueblo participara de su proyecto político y de sus ideas. Por eso, realmente el caso de Chávez es insólito”.

José Vicente Rangel

“Por ahora”, una frase que causó un impacto tal en nuestro país, que marcó un antes y un después en nuestra historia contemporánea. Hugo Chávez Frías, un total desconocido por las masas en ese momento, pero que muy pronto se convertiría en la esperanza de los pueblos del mundo, un genio de la comunicación, que todo lo que expresaba, lo hacía de tal manera y con tal convicción que llegaba hasta el fondo del alma.

Chávez logro desdoblarse en las necesidades del pueblo, donde hubiese una lucha justa que dar, ahí estaba el, al lado de los y las desposeídas, siempre al lado del pueblo, de la clase obrera y trabajadora, de las mujeres, de la juventud, de las niñas y los niños, de las y los campesinos, de los pueblos originarios, de las y los que luchan por la construcción de un mundo mejor. “Chávez no soy yo, Chávez es un pueblo” en esta frase sistematizó todo lo que había trajinado durante más de una década al frente de la Revolución Bolivariana.

Este gran líder libero la palabra, se la devolvió al pueblo, rompiendo con el tradicionalismo de la comunicación burguesa opresora, la de las grandes corporaciones, la que reposaba en manos de unos cuantos, democratizó el espectro radioeléctrico, impulsó y apoyó los medios comunitarios y alternativos, del mismo modo que nos llevó más allá de nuestras fronteras con proyectos como TELESUR.

Desde cada lugar en el que se encontrara, siempre tenía una palabra asertiva y consecuente, un gesto cómplice, una mirada penetrante, transparente y llena de ternura, que nos visibilizaba y nos movilizaba, que nos llenaba de entusiasmo y sacaba lo mejor de cada persona, su sola presencia desataba una infinita alegría, inundaba de entusiasmo y personificaba la esperanza y los sueños de aquellos y aquellas que nunca se habían atrevido a esperar algo más.

Hoy, aún con el dolor de Chávez en nuestra piel, tenemos la responsabilidad de “seguir con el testigo” ser testimonio de su lucha y fieles a su legado, fortaleciendo día tras día una comunicación liberadora, la comunicación del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, con la convicción del socialismo feminista como única alternativa para la salvación del planeta, con la esperanza, la fuerza, la solidaridad y la unión

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