APARICION DE LOS RAYOS X

Aparición de los Rayos X en Puerto Rico

Ref. Historia de la Medicina y la Cirugía en Puerto Rico, 1949, Dr. Manuel Quevedo Báez

En el año 1895, el físico Wilhelm Conrad Roentgen descubre los Rayos X, uno de los descubrimientos con aplicaciones médicas mas importantes de la historia. No fue hasta el año de 1911 que dicho descubrimiento comenzó a aplicarse en la práctica de la medicina en Puerto Rico.

El primer aparato de Rayos X llegó a la ciudad de San Juan a manos de un ciudadano alemán llamado Hugo Stearn, de quien era médico el Dr. José N. Carbonell, dedicado a la Medicina General y Médico de la Penitenciaría de la Capital, establecida en el Paseo de la Princesa. Las primeras pruebas con Rayos X se le hicieron a reclusos de dicha institución con el propósito de localizar posibles fracturas en sus huesos. Tales prácticas, mas bien de ensayo, fueron hechas con las limitaciones del referido aparato y con exigencias técnicas que por falta de experiencia no podían ser cubiertas.

Subsiguieron esos curiosos ensayos, otros llevados a cabo por entusiastas compañeros médicos que fueron adquiriendo las siguientes máquinas de Rayos X que llegaron a nuestro país. Estos fueron los Doctores Roses Artau y Antongiorgi del pueblo de Arecibo, el Dr. Fernandez Nater y el entonces Cirujano Menor, Dr. Salvador Sierra, quien por algun tiempo después, hizo trabajos de Rayos X en el Hospital Municipal de San Juan y en la Clínica del Dr. Diaz García.

Las primeras máquinas que fueron llegando a Puerto Rico eran máquinas de bobina, con interruptores electorlíticos y válvulas de rectificación, por lo que dieron mucho que hacer y solamente se podían diagnosticar lesiones de huesos largos.

El médico que por primera vez logró gran éxito en Puerto Rico con el uso de los rayos X los fue el Dr. Isaac González Martinez, quien fue director del Instituto del Cancer, institución creada después de grandes luchas y que rendía los más eficaces servicios de la época. El Dr. Gonzalez Martinez fue el primero en usar los Rayos X para radioterapia en el 1916.

Según el mismo Dr. González Martinez contó, viajó a Nueva York en el 1911 con el propósito de adquirir una máquina de Rayos X y tomar un curso de radiografía, pues ambas cosas las necesitaba para el mejor desempeño de su especialidad en vías urinarias. Compró a la Kny-Scherer una máquina de Rayos X marca Perfection. Como la máquina no le dió los resultados esperados, la devolvió y la Kny-Sherer le envió una igual a la que poseía el Dr. Carbonell en el presidio.

En el año 1913, el Dr. González Martinez decidió desechar la máquina y dirigirse a la casa Victor de Chicago, la que envío un agente vendedor a quien le compró un buen equipo. Se toma ese punto de referencia para señalar el momento

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