Adornos

Adorno(s). Los adornos en tiempos bíblicos

Hallazgos arqueológicos y referencias bíblicas revelan que hubo gran interés por los adornos desde tiempos muy antiguos, con una producción de gran nivel artístico.

Los restos de palacios como el de Asiria, Babilonia y Persia dan prueba de una exquisita decoración, con grandes murales en las paredes interiores, así como bajorrelieves tallados con escenas de guerra, caza y vida cortesana que adornaban tanto las paredes interiores como las exteriores.

Las representaciones de los reyes y otros personajes en los relieves revelan finos bordados en sus prendas de vestir.

Cuando llegó a ser el primer ministro de Faraón, José recibió un collar de oro y el propio anillo de sellar del monarca. (Génesis 41:41-43).

Estos anillos de sellar, o sortijas con sello, eran comunes en todas las tierras bíblicas, y a veces se llevaban colgados del cuello con un cordón. Servían para poner la firma o sello oficial de la persona en documentos, y de este modo se identificaba al portador del documento como representante autorizado del propietario del anillo.

En tiempos bíblicos, relatados en el capítulo 45 de los Salmos, el novio y la novia se engalanaban para el banquete de bodas. La novia se ataviaba (o se embellecía) con la mejor ropa y los mejores adornos que tenía para presentarse delante del novio.

Sin embargo, la Biblia realza más el adorno espiritual. (Proverbios 1:8,9).

La disciplina de los padres se considera “una guirnalda de atracción” para la cabeza, “un collar fino” para la garganta y una “corona de hermosura”;

Además, el libro de Proverbios muestra que, el que una multitud de personas escoja vivir bajo la gobernación de un rey y se deleite en ella, es una medida del éxito de esa gobernación; es un adorno para el rey, algo que le recomienda y le distingue como gobernante.

(Salmo 104:1,2) Jehová, mediante su reino mesiánico, es esa clase de gobernante que se muestra en Proverbios. A Jehová mismo se le describe envuelto en luz y rodeado de belleza. Él ha adornado profusamente su creación con color, variedad y gran magnificencia.

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