Ballenas Asecinas

Ecología

Alejandro Sánchez

Quito 31 de agosto del 2011

Capítulo 3 “las orcas como centinelas de la contaminación global”

En: Peter S. Ross, Instituto de ciencias del océano, Canada

Los (POPs) “contaminantes orgánicos persistentes “comprenden un largo número de químicos industriales y agrícolas así como subproductos. Estos comparten tres características claves: son persistentes, bioacumulativos y tóxicos.

Las características psico-químicas de estos químicos dictan el grado en el cual se descomponen en el ambiente que corresponde a la persistencia, el grado en el cual metabólicamente son descompuestos o en qué grado se acumulan en los organismos, es el potencial bioacumulativo, y en qué grado se ligan a cierto tipo de receptores celulares o imitan hormonas naturales en vertebrados, corresponde a la toxicidad.

Debido a estas tres características, los mamíferos marinos se los considera vulnerables a la alta acumulación de contaminantes orgánicos persistentes como un resultado de su alta posición en la cadena alimenticia acuática, su longevidad, y su aparente incapacidad de eliminar estos contaminantes.

De esta manera y ya que los POPs son lipofilicos (aceitosos), son incorporados fácilmente a la materia orgánica, a las gruesas membranas celulares de bacterias, al fitoplancton, y a los invertebrados al final de la cadena alimenticia. Estos invertebrados son el alimento de pequeños peces y organismos de nivel trófico bajo, y tanto los lípidos como los POPs son consumidos. De igual forma, los peces pequeños son devorados por unos más grandes, por aves marinas y mamíferos acuáticos que ocupan los lugares más altos en la cadena alimenticia acuática.

Por este motivo, los lípidos son removidos a cada nivel trófico y son usados para la conservación, crecimiento, y desarrollo; mientras que los POPs quedan en su mayoría intactos. Esto nos lleva a la biomagnificación, con concentraciones crecientes de POPs hallado a cada nivel trófico. De esta forma, los mamíferos y aves que se alimentan de peces, a menudo son expuestos a altas concentraciones de POPs.

Podemos ver como la ballena asesina (Orcinus orca) es uno de los mamíferos más distribuidos en el mundo, y es sujeto de continuo estudio en las aguas costeras de la Columbia Británica, Canadá y en el estado de Washington. El estudio de poblaciones en esta región se lo ha hecho con un antiguo catálogo de identificación fotográfico basado en marcas únicas. El descubrimiento acerca de que las ballenas asesinas están entre los mamíferos marinos más contaminados en el mundo, permite comprender, de cómo los POPs se mueven grandes distancias a través del planeta con relativa facilidad.

Estudiar la toxicología mamífera marina no es nada fácil. Debido a que muertes individuales no son consideradas usualmente representativas de la población que se mueve libre, las muestras de biopsia de individuos vivos han sido usadas mayormente para generar información de alta calidad acerca de los niveles contaminados en sus tejidos. De cualquier forma, la información resultante carece de sentido si nada es conocido acerca del individuo del cual las muestras de biopsia fueron originadas.

La edad, el sexo, condición, y preferencias alimenticias, todas representan importantes confusiones o factores naturales que afectan la concentración de contaminantes en los tejidos del mamífero. En el caso de las orcas, el catálogo de identificación fotográfica provee una visión de fondo que se conoce con cada muestra originada de un individuo, su sexo, edad y comunidad. De tal manera se puede documentar que los machos han ido aumentando sus niveles de contaminación a medida que envejecen, mientras que las hembras disminuyen sus niveles de contaminación, a medida que transfieren en gran número sus contaminantes a sus crías vía la leche materna rica en grasas.

Observamos como muchos Pops, son altamente tóxicos tales como policloruro bifenilico o PCB y el pesticida DDT. Se ha demostrado mediante pruebas de laboratorio con animales, que tales químicos son destructivos endócrinos, con efectos notorios en el sistema inmune, en la reproducción, en el crecimiento y en desarrollo normal.

Vemos como los estudios de la vida salvaje son más desafiantes, ya que las poblaciones que se desplazan libremente son expuestas a miles de diferentes químicos así como también a factores naturales que afectan su salud. Estudios de individuos cautivos han demostrado que el arenque del mar báltico contaminado afecta al sistema inmune y endócrino de las focas de puerto. De la misma forma estudios de poblaciones salvajes dan claves sobre el impacto de los POPs en mamíferos marinos. De cualquier forma, como este caso con humanos, una acumulación verídica de evidencia, de numerosas líneas experimentales y observacionales en diferentes especies, nos aportan las más robustas evaluaciones de riesgos en la salud en animales tales como las ballenas asesinas. Esta acumulación de evidencia está basado en una extrapolación inter especies y depende de la conservación natural de órganos, endócrinos e inmunológicos sistemas entre vertebrados.

Ya que cada año nuevos químicos son creados, y a pesar de las regulaciones para ciertos POPs. Las ballenas asesinas representan una advertencia sobre aquellos químicos que son intencionalmente liberados, ya que muchos viajan grandes distancias a través del aire, y que terminan en grandes concentraciones en la cima de la cadena alimenticia. Dados los requerimientos de hábitat, y de su alimento (salmón), las orcas del pacífico norte están siendo centinelas de la contaminación global y nos sirven como recordatorio de que pertenecemos un mismo planeta.

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