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Cloro Residual Y Demanda De Cloro

Aisen942 de Abril de 2014

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DETERMINACION DE FORMAS DE CLORO Y DEMANDA DE CLORO PARA UNA MUESTRA DE AGUA DEL HUMEDAL TIBANICA.

RESUMEN. Las aguas residuales recogidas en comunidades o municipios deben ser conducidas a cuerpos de agua receptores o al mismo terreno. Se hace por tanto necesario conocer los contaminantes presentes en estas aguas con el fin de aplicar un tratamiento adecuado que evite la degradación y contaminación de los cauces. Continuando con el estudio de caracterización del cuerpo de agua del humedal Tibanica, ubicado en la localidad de Bosa, Bogotá, se determino las formas de cloro que existen en el cuerpo de agua de la llave y el cuerpo de agua del humedal; además de la demanda de cloro que se necesitaría para tratar una muestra del humedal en marzo de 2014. Estos análisis se realizaron siguiendo metodologías normalizadas para el análisis de aguas.

INTRODUCCIÓN [1]

Desinfección con cloro.

De todos los desinfectantes empleados, el cloro es el más utilizado. La razón de este hecho radica en que cumple la mayoría de los requisitos que se plantean a lo hora de seleccionar un desinfectante.

Química del cloro.

Los compuestos del cloro más empleados en las plantas de tratamiento de aguas residuales son el gas cloro (Cl2), el hipoclorito de sodio (NaOCl), el hipoclorito de calcio (CaOCl2), y el dióxido de cloro (ClO2).

Los hipocloritos de sodio y calcio se suelen utilizan en las plantas pequeñas (incluso en las prefabricadas), en las que la simplicidad y seguridad son criterios de mayor peso que el coste.

El hipoclorito de sodio también se emplea en las plantas de gran tamaño, principalmente por cuestiones de seguridad relacionadas con las condiciones locales.

El dióxido de cloro también se emplea en las instalaciones de tratamiento, debido a que tiene algunas propiedades poco frecuentes (no reacciona con el amoníaco).

Reacciones del cloro en medio acuoso.

Cuando se añade cloro al agua en forma de Cl2 gas (cloro gas) se producen dos reacciones: la reacción de hidrólisis y la de ionización.

La hidrólisis se puede definir de la siguiente forma:

La constante de estabilidad (K) para esta reacción vale 4,5 x 10-4 a 25°C. Debido a la magnitud de este coeficiente es posible la disolución en agua de grandes cantidades de cloro.

La ionización se puede describir mediante la siguiente expresión:

La constante de reacción de ionización (Ki) vale 2,9 x 10-8 a 25°C. (a menor temperatura, menor Ki)

La cantidad de HOCl y de OCl- que se halla presente en el agua se denomina cloro libre disponible.

La distribución relativa de estas dos especies químicas es muy importante, puesto que la capacidad de destrucción de organismos del HOCl es entre 40 y 80 veces superior a la del OCl-.

También es posible añadir cloro libre al agua mediante la adición de sales de hipoclorito. Las reacciones correspondientes son:

Reacciones con el amoníaco.

El agua residual no tratada siempre contiene nitrógeno en forma de amoníaco y diversas formas de materia orgánica combinada. El efluente procedente de la mayoría de las plantas de tratamiento de aguas residuales también contiene cantidades significativas de nitrógeno, generalmente en forma de amoníaco, o en forma de nitrato si la planta está preparada para desarrollar la nitrificación.

Dado que el ácido hipocloroso es un agente oxidante de gran actividad, reaccionará rápidamente con el amoníaco presente en el agua residual para formar tres tipos de cloraminas (monocloramina; dicloramina; y tricloruro de nitrógeno).

Estas reacciones son altamente dependientes del pH, de la temperatura, del tiempo de contacto y de la reacción inicial entre el cloro y el amoníaco. Las dos especies predominantes son la monocloramina (NH2Cl) y la dicloramina (NHCl2). El cloro presente es estos compuestos recibe el nombre de cloro combinado disponible.

Estas cloraminas también sirven como desinfectante, a pesar de que su velocidad de reacción es extremadamente lenta.

Reacción del breakpoint (punto de ruptura).

El hecho de que el cloro libre reaccione con el amoníaco y de que sea un fuerte agente oxidante, complica bastante el mantenimiento de una cantidad residual (combinado o libre) para la desinfección de las aguas residuales.

Al ir añadiendo cloro, las sustancias que reaccionan con facilidad, como el Fe+2, el Mn+2, el H2S o la materia orgánica, reaccionan con el cloro y lo reducen en gran parte a ion cloruro. Tras satisfacer esta demanda inmediata, el cloro continuará reaccionando con el amoniaco para formar cloraminas. Para relaciones molares entre cloro y amoníaco inferiores a 1, se formará monocloramina y dicloramina. La distribución de estas dos formas viene dictada por sus velocidades de formación, que son función de la temperatura y el pH. Previo al punto de ruptura, algunas de las cloraminas se transforman en tricloruro de nitrógeno mientras que las restantes cloraminas se oxidarán a óxido de nitrógeno (N2O) y nitrógeno (N2) y el cloro se reducirá a ion cloruro.

Si se continúa añadiendo cloro, todas las cloraminas se oxidarán en el punto de ruptura (breakpoint). La relación ponderal entre el cloro y el nitrógeno amoniacal en el breakpoint es de 7.6:1.

Las posibles reacciones responsables de la aparición de los gases antes mencionados y de la desaparición de las cloraminas son las siguientes:

La adición de cloro más allá del breakpoint producirá un aumento del cloro libre disponible directamente proporcional al cloro añadido (hipoclorito sin reaccionar).

Imagen 2. Relación ponderal entre el cloro y el nitrógeno amoniacal en el breakpoint

La razón principal para añadir suficiente cloro como para obtener cloro residual libre radica en que se asegura que se alcanzará la desinfección.

En ocasiones, debido a la formación de tricloruro de nitrógeno y de sus compuestos, las operaciones de cloración al breakpoint han presentado problemas de olores. La presencia de compuestos adicionales durante la cloración da lugar a la reacción con la alcalinidad del agua residual y, en casi todos los casos, la reducción del pH será pequeña. La presencia de compuestos adicionales que reaccionen con el cloro puede alterar significativamente la forma de la curva del breakpoint. La cantidad de cloro que se debe añadir para alcanzar un nivel de cloro residual determinado recibe el nombre de demanda de cloro.

Generación del ácido.

En la práctica, el ácido clorhídrico formado durante la cloración reaccionará con la alcalinidad del agua residual, con lo que la caída del pH, en la mayoría de los casos, será pequeña. Se observa, debido a la hidrólisis del cloro, que se precisan 15 mg/litro de alcalinidad por cada 1 mg/litro de nitrógeno amoniacal.

Aumento de los sólidos disueltos totales.

Además de la formación de ácido clorhídrico, los productos químicos añadidos para lograr la reacción al breakpoint también contribuirán a incrementar la cantidad de sólidos disueltos totales en el agua residual. En aquellos casos en que el nivel de sólidos disueltos totales pueda ser crítico respecto a las aplicaciones de reutilización de las aguas tratadas, el incremento producido por la cloración al breakpoint debe ser comprobado.

Factores que afectan a la eficacia desinfectante del cloro.

-Eficacia germicida del cloro: Cuando se utiliza el cloro para la desinfección del agua residual, los principales parámetros medibles, además de las variables ambientales tales como el pH o la temperatura, son el número de organismos y el cloro residual remanente después de un período de tiempo determinado. El grupo de los organismos coliformes se puede determinar empleando el procedimiento del número más probable (NMP) o mediante el método de recuento de placas.

El cloro residual (libre y combinado) se debe medir empleando el método amperométrico, cuya mayor fiabilidad respecto de los demás métodos existentes en la actualidad ha sido probada. Además, permite comparar directamente los resultados de estudios independientes al ser empleado por casi todos los analizadores de cloro residual. Los resultados de numerosos ensayos han demostrado que cuando todos los parámetros físicos que controlan el proceso de cloración se mantienen constantes, la eficacia germicida de la desinfección, medida a partir de la supervivencia bacteriana, depende principalmente del cloro bactericida residual presente, R, y del tiempo de contacto, t.

También se ha constatado que aumentando el valor de cualquiera de estas variables (R o t) y disminuyendo simultáneamente el valor de la otra, se puede alcanzar aproximadamente el mismo grado de desinfección. Por lo tanto, se puede concluir que la desinfección se puede expresar en función del valor producto (R x t).

Una posible relación que define la reducción en el número de organismos del efluente clorado de un proceso de tratamiento primario es:

Donde

Nt = número de organismos coliformes en el instante t

N0 = número de organismos coliformes en el instante 0

Ct = cloro residual medido amperométricamente en el instante t (mg/l)

t = tiempo de permanencia (min)

-Eficacia germicida de los diversos compuestos del cloro: Para un tiempo de contacto dado, o para una cantidad de cloro residual determinada, la eficacia germicida del ácido hipocloroso es sustancialmente mayor que la del ion hipoclorito o la de la monocloramina. Sin embargo, si el tiempo de contacto es el adecuado, la monocloramina

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