El Ciclo Del Carbono

EL ciclo del carbono y los combustibles fósiles.

El ciclo del carbono:

Este ciclo utiliza el carbono por el que la energía fluye a través del ecosistema terrestre. Este ciclo comienza básicamente cuando las plantas a través del proceso de la fotosíntesis utilizan el dióxido de carbono (CO2) que se puede encontrar presente en la atmosfera o estar disuelto en el agua. Una parte del carbono llega a formar parte de los son los tejidos vegetales que pueden ser en forma de hidratos de carbono, grasas y proteínas y lo que queda es devuelto por medio de la respiración al agua o hasta la atmosfera. De esta forma el carbono pasa a los herbívoros que consumen plantas y de este modo utiliza, reorganizan y pueden degradar los compuestos de carbono. Parte del carbono pasa a ser liberado en forma de CO2 por medio de la respiración como un producto secundario del metabolismo, pero una parte llega a ser almacenada en los tejidos de los animales y este pasara a los carnívoros, que son los que se alimentan de los herbívoros. Todos los compuestos del carbono se degradan por medio de la descomposición y el carbono llega a ser liberado en forma de CO2 que se vuelve a utilizar de nuevo por las plantas.

Dióxido de carbono:

Es un gas incoloro, inodoro que es una molécula en un átomo de carbono unido a dos átomos de oxigeno (CO2). Este es producido por la combustión o la oxidación de materiales que contiene carbono como el carbón, la madera, el aceite o algunos alimentos, también puede ser por la fermentación de azucares y por la descomposición de los carbonatos bajo la acción del calor o los ácidos.

Los combustibles fósiles:

Los combustibles fósiles son las sustancias ricas en energía a partir de las plantas y microorganismos enterrados durante mucho tiempo. Los combustibles fósiles pueden ser el petróleo, el carbón y el gas natural ya que son los que proporcionan la mayor parte de energía que mueve la moderna sociedad industrial. Un ejemplo podría ser la gasolina o el gasóleo que utilizan los automóviles, otro podría ser el carbón que mueve muchas plantas eléctricas y el gas natural que calienta nuestras casas. Químicamente, los combustibles fósiles consisten en hidrocarburos, que son compuestos formados por hidrógeno y carbono; algunos contienen también pequeñas cantidades de otros componentes. Los hidrocarburos se forman a partir de antiguos organismos vivos que fueron enterrados bajo capas de sedimentos hace millones de años. Debido al calor y la presión creciente que ejercen las capas de sedimentos acumulados, los restos de los organismos se transforman gradualmente en hidrocarburos. Estas sustancias son extraídas de la corteza terrestre y, si es necesario, refinadas para convertirse en productos adecuados, como la gasolina, el gasóleo y el queroseno. Algunos de esos hidrocarburos pueden ser transformados en plásticos, sustancias químicas, lubricantes y otros productos no combustibles. La lluvia ácida y el calentamiento global son dos de los más serios problemas medioambientales relacionados con la utilización a gran escala de los combustibles fósiles. Otros problemas de este tipo, como la contaminación del suelo y el vertido de petróleo, están relacionados directamente con la extracción y el transporte de los combustibles fósiles.

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