Ensayo De Ciencias
kjulianna0231 de Octubre de 2012
3.750 Palabras (15 Páginas)335 Visitas
Ciencia y tecnología
2.1 Conocimiento común, científico y tecnológico
Algunos supuestos de base
*El conocimiento común, la ciencia y la tecnología, son formas del conocimiento humano que comparten
propiedades esenciales, pero se diferencian unos de otros por sus intereses y por la forma como se construyen.
Es común ver la ciencia y la tecnología como actividades que sólo unos privilegiados puedan llevar a cabo; hay una gran
cantidad de estereotipos y creencias en ese sentido, pero son totalmente infunda-das; en efecto, contrariamente a lo que
en ocasiones se cree, ellas son tan propias del ser humano como pueden ser el arte o la agricultura.
A través de la historia, las sociedades de seres humanos han desarrollado una gran cantidad de conceptos y de ideas
válidas (es decir, acordes con una cierta realidad) acerca del mundo físico, biológico, ps íquico y social. Gracias a las
estrechas relaciones lógicas entre ellos existentes, han conformado verdaderos sistemas de conocimiento llamados
teorías, que le han brindado al hombre, a través de generaciones, la oportunidad de entender cada vez mejor la especie
humana y el entorno en el que ella habita. El método de construcción de esta “red” de ideas y conceptos, ha invo-lucrado
siempre a la observación cuidadosa, al pensamiento ordenado y disciplinado, a la imaginación, a la experimentación, a la
crítica y la tolerancia a ella y, ante todo, a la honestidad, la humildad y el amor por la verdad.
Pero todos estos sistemas de conocimiento se han ido construyendo sobre la base del conocimiento que comúnmente se
tiene acerca de un determinado sector de la realidad. Ese conocimiento común es sometido a la disciplina y el rigor
propios de los científicos, que a su vez han ido refin ándose gracias a la actividad misma de la comunidad cient ífica. Esta
disciplina, o como la hemos llamado, método de construcción, le da al conocimiento científico ciertas propiedades que lo
diferencian del conocimiento común y que en ocasiones lo hacen ver como inalcanzable. Pero son, en esencia, el mismo
fenómeno humano; es decir, la ciencia y la tecnología son actividades humanas y quienes se dedican a ellas no son
necesariamente seres privilegiados.
Existen diversos tipos de conocimiento. El primero que mencionaremos recibe habitualmente el nombre de conocimiento
común u ordinario que construye el hombre como actor en el Mundo de la Vida. El segundo se conoce bajo el nombre de
conocimiento científico y el tercero bajo el de conocimiento tecnoló-gico.
Todos ellos comparten rasgos fundamentales. El primer rasgo com ún es que todo conocimiento (el común, el científico y
el tecnológico) implica la existencia de una representación mental de aquello que es conocido; esta representación
puede ser lingüística o pictórica (en términos de im ágenes), kinestésica (en términos de movimientos), auditiva o
cualquier otra forma de representación debida a uno de los sentidos o a una combinación entre ellos. El segundo es que
toda forma de conocimiento sólo se hace posible dentro de un contexto social. El tercero y último que señalaremos es
que todo conocimiento tiene un valor adaptativo al mundo físico o socio-cultural e individual. Al lado de estas
características comunes, cada una de estas formas de conocimiento posee otras específicas que las distinguen de las
demás.
Hay propiedades que distinguen al conocimiento científico y al tecnológico del com ún. La primera y más importante es la
intención teórica del científico y del tecnólogo. Todo científico o tecnólogo intenta hacer teorías de gran generalidad
acerca de lo que quiere conocer; cuanto más general sea una teor ía, más importancia tendrá dentro del contexto de la
comunidad de científicos dedicados a esa área de conocimiento. El conocimiento com ún, por el contrario, no se
preocupa por la construcción de teorías que vinculen hechos y procesos aparentemente sin ninguna relación. El
conocimiento del hecho o del proceso mismo es ya satisfactorio. Para alguien que no hace ciencia, saber que el exceso
de sol produce cáncer en la piel es suficiente en la mayoría de los casos. Probablemente algunos pregunten por qué los
rayos solares producen cáncer; pero cuando se les responda aludiendo a los rayos ultravioleta y su efecto en los núcleos
de las células de la piel, esta respuesta parecerá satisfactoria en la gran mayoría de los casos. El científico y el
tecnólogo, en cambio, reaccionan en forma muy diferente. Preguntar án por qué los rayos ultravioleta afectan como lo
hacen los núcleos de las células; se preguntarán por la relación de estos efectos con las funciones del sistema
inmunológico; dudarán si realmente son los rayos ultravioleta los que causan estos efectos o si será algún otro fenómeno
ligado a estos rayos; tratarán de vincular este tipo de cáncer con otros; tratarán de acoger la relación entre rayos
ultravioleta y cáncer de la piel dentro de una teoría que dé cuenta de todas las otras formas de cáncer; tratar án de
extraer algún principio para la curación de este tipo de cáncer y la de cualquier otro. En pocas palabras, el conocimiento
de algo nuevo no satisface enteramente la curiosidad del científico o del tecnólogo sino que, por el contrario, les plantea
muchísimos nuevos problemas que sólo se resolverán con la construcción de una gran teoría capaz de explicar la
relación entre los fen ómenos en cuestión y muchas otras relaciones conocidas y otras que se pondr án en evidencia
gracias a la construcción de la teoría misma. En el supuesto “por cada puerta que se cierra, se abren diez”, señalaremos
Ministerio de Educación Nacional
esta característica del quehacer científico.
Una segunda diferencia que existe entre el conocimiento común, el conocimiento científico y el conocimiento tecnológico
es la importancia que tiene para los dos últimos, la actividad dentro de un grupo. Todo conocimiento se ve influido y
“tiene vida” dentro de un grupo social; pero el conocimiento científico y el tecnológico son eminentemente productos de
un proceso de producción social; no puede existir conocimiento científico o tecno-lógico sin la investigación, la discusión,
y en algún momento, el consenso en torno a las mejores razones, los mejores conceptos y los mejores desarrollos
técnicos dentro del contexto de una comunidad llamada comúnmente “comunidad científico-tecnológica”, interesada por
una determinada área del saber. El conocimiento científico o tecnológico adquiere su car ácter de tal cuando se produce
dentro de esta comunidad y “circula” en ese contexto. Se trata de un producto social que debe ser legitimado por el
sistema que lo produce, para lo cual debe ser sometido a un proceso muy bien determinado, muy exigente, y aceptado
universalmente por los miembros del sistema social en cuestión.
El conocimiento común no sigue un proceso de esta naturaleza para ser legitimado. Sigue un proceso que depende en
gran medida de los individuos mismos que lo aceptan como válido y, en una pequeña parte, del medio socio-cultural en
el cual ellos se encuentran inscritos. Otro elemento importante es que muy pocos de los que aceptan este conocimiento
como válido son conscientes de que es necesario agotar un proceso para poder legitimar un conocimiento; incluso la
mayoría aceptarán un determinado conocimiento como válido sencillamente porque otros lo han acep -tado.
Podríamos decir entonces que el conocimiento cient ífico y el tecnológico son productos sociales en tanto que el
conocimiento común es más un acontecimiento individual. El cono -ci-miento científico y el tecnol ógico como productos
de una actividad humana, tienen refe-rentes tangibles en las bibliotecas y las hemerotecas; también en los aparatos y los
procedimientos para resolver problemas; estos productos “circulan” entre los miembros de la comunidad en forma
sistemática a través de las diversas formas escritas (revistas, libros, correspondencia personal) y mediante el contacto
personal en los seminarios, simposios, congresos, etc. Estos productos deben entenderse siempre como productos
parciales y provisionales y en continuo cambio. De hecho, al mismo tiempo que circulan entre los miembros de la
comunidad, se modifican, se perfeccionan. En cuanto al conocimiento común no podemos decir que no posea referentes
tangibles o que no “circule” entre quienes lo comparten. Pero ni los productos son tan claros y propios de este tipo de
conocimiento, ni su “circulación” es sistemática e institucional. Pero lo que es mucho más importante, el conocimiento
común no se perfecciona en forma continua gracias a una voluntad explícita como en el caso del conocimiento científico
y el tecnológico. Podría decirse incluso, que la razón de ser de una comunidad científica o tecnológica es precisamente
cumplir con la misión de perfeccionar en forma continua su producto.
*La ciencia y la tecnología se fundamentan en principios y supuestos explícitos en tanto que el conocimiento
común no requiere de este tipo de fundamentos.
Los científicos y tecnólogos comparten una buena cantidad
...