Epidemias
betsabethp4 de Mayo de 2014
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REPORTE DE ENFERMEDADES
CURSO
Epidemiología y Toxicología Ocupacional
DOCENTE
Rojas Sánchez Oscar
INTEGRANTES
Alva Aguilar, Anny Alesandria
Castillo Bustamante, Flordelina
Chávez Cueva, Juan David
Leiva Sobrino, Diana Abigail
Padilla Macedo, Betsabeth Teresa.
Tarapoto-2014
INDICE
1. PESTE DE ROMA 3
2. PESTE DE BIZANCIO 5
3. PESTE DE ATENAS 5
4. PESTE NEGRA O BUBÓNICA 7
5. VIRUELA 8
6. GRIPE O INFLUENZA 11
7. GRIPE ESPAÑOLA 12
8. GRIPE AVIAR 13
9. SIDA 15
10. INFLUENZA AH1N1 17
11. TIFUS 18
12. COLERA 20
13. SIFILIS 22
14. EBOLA 24
15. FIEBRE AMARILLA 25
16. SINDROME DE LAS VACAS LOCAS 28
17. LEPRA 30
18. ESCORBUTO 31
19. MALARIA O PALUDISMO 33
20. POLEO 35
21. TUBERCULOSIS 37
22. DENGUE 38
REFERENCIAS 42
INTRODUCCION
La historia de la humanidad es inseparable de la historia de las epidemias y pandemias. Estas han producido innumerables muertes en todo el mundo, y de esta forma lograron cambiar el poderío de ciertos países, o incluso han ayudado a desviar el curso de las guerras.
Los especialistas distinguen el surgimiento de determinadas enfermedades en epidemias y pandemias. Las epidemias son de menor escala, abarcando solo algunos países, en cambio las pandemias abarcan todo el mundo y producen millones de víctimas.
Varias pandemias de gran escala se han sucedido en la historia del mundo, y muchas más epidemias. La mayoría ha sido de carácter zoo notico (transmitidas por animales, insectos, y derivadas de enfermedades de animales).
1. PESTE DE ROMA
Roma era una ciudad densamente poblada y muy civilizada pero carecía de recursos para combatir las infecciones. Dada esta conjunción de circunstancias, no es de extrañar que los últimos siglos del Imperio romano haya estado expuesto a una seguidilla de pestes.
1.1 Historia
Epidemias a considerar es la plaga de Antonio, conocida también como plaga del médico Galeno. La misma comenzó en el año 164 entre las tropas del segundo emperador, Lucio Aurelio Vero, situadas en el límite este del Imperio. Se estima que la enfermedad quedó circunscrita a ese lugar, causando estragos en el ejército comandado por Ovidio Claudio, enviado a sofocar una rebelión en Siria. A su vez, la infección acompañó a los legionarios en el camino de regreso y se expandió por los territorios del recorrido llegando hasta la propia Roma dos años después. Con celeridad el vasto territorio se vio infectado. La mortalidad fue considerable en todo el Imperio de tal manera que los cadáveres debían ser sacados en carretas de las ciudades. En este sentido, la plaga hizo estragos hasta el año 180, una de sus últimas víctimas fue el más noble entre los nobles, el emperador Marco Aurelio, que murió en el séptimo día de la enfermedad, habiéndose negado a ver a su hijo por temor a contagiarlo.
La epidemia volvió al Imperio en el año 189, después de un corto respiro, aunque esta vez fue de menor alcance ya que se circunscribió a la ciudad de Roma y en su pico más alto, ocasionó más de mil muertes por día. A causa de esta peste murió el emperador Marco Aurelio el 17 de marzo del 180, Galeno dejo asentadas las características de esta plaga.
La siguiente plaga que describe la Historia es la de Cipriano (obispo de Cartago), en el año 250, que sin duda cambió el curso de la historia de Europa Occidental.
La plaga de Cipriano fue semejante a la “gripe española” de 1918 a 1919; ambas desataron una verdadera pandemia. La primera afectó a todo el Este conocido. Avanzó con gran rapidez y no sólo se contagiaba de persona a persona sino por contacto con alguna prenda o artículo del enfermo. La primera aparición fue devastadora, luego hubo una remisión y a continuación reapareció con igual virulencia. En este caso hubo una incidencia estacional: el brote se producía en otoño, duraba todo el invierno y la primavera y decrecía cuando comenzaban los calores del verano; este ciclo sugiere que se trató de la fiebre tifoidea.
1.2 Síntomas
Galeno
Fiebre alta.
Inflamación de boca y garganta.
Una sed abrasadora y diarrea.
Alrededor del noveno día aparecía una erupción en la piel, que en algunos casos era seca y en otros producía pústulas.
Cipriano
Diarrea repentina con vómitos,
Garganta ulcerada,
Fiebre muy alta y
La putrefacción o gangrena de manos y pies.
2. PESTE DE BIZANCIO
2.1 Historia
Procopio describió una peste en su Historia de las guerras persas (542 d.C.). La humanidad estuvo a punto de extinguirse con aquella peste. Se originó al parecer en Egipto extendiéndose a Palestina. Como todas estas plagas llegó por mar en los barcos procedentes de Oriente.
Algunos morían rápidamente, otros a los pocos días, con pústulas negras que se abrían en los lugares donde tenían las bubas. Algunos vomitaban sangre y algunos se salvaban, sobre todo aquéllos que supuraban por las bubas. Morían de 5.000 a 10.000 personas cada día. La mortalidad alcanzó a más de 600.000 personas, un tercio de la población de la ciudad. Esta plaga que se conoce como "Plaga de Justiniano" por iniciarse en el Imperio Bizantino en época del emperador Justiniano, aunque se extendió al Imperio Romano en el que redujo la población al 50 %. Es muy probable que fueran oleadas de epidemias de varias enfermedades, además de la peste bubónica, como influenza, viruela, disentería bacilar, cólera y difteria.
2.2 Síntomas:
Fiebre de menor intensidad.
Hinchazones en las axilas, detrás de las orejas y muslos.
Quedarse en un estado de coma o delirante.
No tenían apetito.
3. PESTE DE ATENAS
3.1 Historia
La Plaga de Atenas fue una epidemia devastadora que afectó principalmente a la ciudad-estado de Atenas en el año 430 a. C. bajo el contexto de la Guerra del Peloponeso. Se cree que debió llegar a Atenas a través de El Pireo, el puerto de la ciudad y única fuente de comida y suministros. La ciudad-estado de Esparta y gran parte del Mediterráneo oriental también fueron afectados por la epidemia. La plaga volvió en dos ocasiones, en 430/429 a. C. y en el invierno de 426-425 a. C.
En el principio del verano, los Peloponesos y sus aliados invadieron el territorio da Ática. Pocos días después, sobrevino a los atenienses una terrible epidemia, la cual atacó primero la ciudad de Lemos y otros lugares. Jamás se en parte alguna azote semejante y víctimas tan numerosas; los médicos nada podían hacer, pues de principio desconocían la naturaleza de la enfermedad además fueron los primeros en tener contacto con los pacientes y morían en primer lugar. A ciencia humana se mostró incapaz; en vano se elevaban oraciones en los templos. Finalmente, todo fue renunciado ante a fuerza de la epidemia.
Cuenta Tucidides que de 29.000 hoplitas murieron 4.400 y de 12.000 soldados de caballería murieron 3.000. No se sabe con certeza qué peste fue, si fue peste bubónica, tifus, tifoidea, escarlatina o dos infecciones juntas. Lo que queda claro es que las consecuencias de la peste fueron desastrosas para Atenas. Una de las víctimas de la epidemia fue el gran estadista Pericles.
3.2 Síntomas
Fiebre alta
Sed intensa.
Violento dolor de cabeza.
Los ojos se volvían rojos e inflamados.
La lengua y la faringe asumían aspecto sanguinolento.
La respiración se tornaba irregular y el aliento fétido.
Poco después el dolor se localizaba en el pecho, acompañándose de tos violenta.
Cuando atacaba al estómago, provocaba náuseas y vómitos con regurgitación de bilis.
La mayor parte moría al cabo de 7 a 9 días consumidos por el fuego interior.
Los pájaros y los animales carnívoros no tocaban los cadáveres a pesar de la infinidad de ellos que permanecían insepultos. Si alguno los tocaba caía muerto.
4. PESTE NEGRA O BUBÓNICA
Conocemos con el nombre de Peste Negra, a la gran epidemia que desde 1347 a 1350 azotó a casi todo el continente europeo. A juzgar por la inflamación de los ganglios linfáticos que producía, se trató de una epidemia de Peste Bubónica.
4.1 Historia
En 1347 a 1350 azotó a casi todo el continente europeo. Las tasas de mortalidad que produjo fueron superiores a las de cualquier epidemia de peste, ya que se difundió a gran velocidad con respecto a cualquier otra. Recibe el nombre de “Peste Negra” por las hemorragias negras que producía en la piel, suceso que no se produce con la peste bubónica.
Con esto se supone que debía ser una epidemia de peste pulmonar o hemorrágica, no una epidemia de peste bubónica simple; ya que existen tres formas diferentes de peste, las cuales pueden darse de forma
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