FILOSOFIA DEL SOFTWARE LIBRE

FILOSOFIA DEL SOFTWARE LIBRE

Dentro de la filosofía del software libre lo aplica como aquella designación que brinda libertad a los usuarios sobre su producto adquirido y por tanto, una vez obtenido, puede ser usado, copiado, estudiado, modificado y redistribuido libremente.

Para que un programa sea considerado software libre debe cumplir con los cuatro tipos de libertades que se establecen para los usuarios de este software:

1. La libertad de ejecutar el programa, para cualquier propósito.

2. Libertad de estudiar cómo trabaja el programa, y adaptarlo a sus necesidades. El acceso al código fuente es una condición necesaria.

3. La libertad de redistribuir copias para que pueda ayudar al prójimo.

4. La libertad de mejorar el programa y publicar sus mejoras, y versiones modificadas en general, para que se beneficie toda la comunidad. El acceso al código fuente es una condición necesaria

Desde una perspectiva ética, cada una de estas libertades disminuye la probabilidad de convertirnos piratas del ciberespacio, es decir, en aquellos individuos que por simple capitalismo, o quizá como reacción a un sistema de limitaciones, distribuyen programas protegidos sin la debida autorización para hacerlo, convirtiendo en cómplices a aquellos que los adquieren.

Desde la perspectiva tecnológica, no cabe duda que es fundamental el aporte de varias personas para el desarrollo y perfeccionamiento de un software, pues el conocimiento y la experticia que tengan, es la que generará nuevas formas de ver o percibir las distintas situaciones de la cotidianidad. Esto es posible no sólo por la filosofía que alimenta el software libre sino también por las libertades mencionadas anteriormente.

Opciones como adaptar el programa a las necesidades emergentes para así potenciar las instrucciones por medio de las cuales opera la computadora: mejorar el software con una acción como la corrección de errores que de mantenerse provocarían fallos de operación o de seguridad que pueden corromper los datos guardados; así como el poder distribuir el programa mejorado para beneficio de la comunidad; son situaciones que promueven el progreso tecnológico de la sociedad, no solo por medio de mejoras, sino de nuevas herramientas, que surgen de la mente y talentos de los involucrados en ello para suplir las necesidades del día a día.

Gracias a lo anterior, existe actualmente una larga lista de programas orientados a diversas áreas de trabajo y que se clasifican como software libre, por ejemplo: para diseño 3D, editores de sonido, diseño y manipulación de imágenes, editores de HTML, navegadores, cuentas de correo, programas de office, programación y antivirus, entre otros.

Desde el punto de vista económico, las libertades propuestas por la FSF fomentan una idea socialista en la que el capital que se obtiene de la distribución del software libre no es económico sino humanista. Esto convierte al software libre en una opción rentable para el que no puede pagar grandes sumas de dinero por un programa licenciado.

No es un secreto para muchos que el dinero gastado en la compra de programas licenciados sólo ha contribuido a engrosar las arcas de las grandes empresas multinacionales, cuyos desarrollos no se hacen en los pequeños países consumidores sino en sus países de origen.

Problemas como la brecha digital y el poco presupuesto para invertir en equipo se verían disminuidos ante la adquisición de alternativas de software libre, ya que las inversiones se enfocarían, principalmente, en el equipo tecnológico que soportará el programa y en la capacitación de los que deben usarlo. Inclusive, lo anterior permitiría destinar una mayor partida económica a la construcción o reparación de las infraestructuras en las que se mantienen los equipos, lo que mejoraría el entorno de trabajo de los usuarios del equipo.

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