Juramento hipocrático

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E.M. Valeria Daniela Vázquez Luna

Introducción

Los médicos desde largos años atrás deben formarse durante años para poder ejercer de manera adecuada su profesión. Además de adquirir los conocimientos necesarios para tratar al paciente, ellos deben contar con una responsabilidad ética y moral que va asociada a lo largo de su trabajo. Para ello, una vez que el estudiante de medicina culmina sus estudios debe enfrentarse a un último proceso o ritual, que a lo largo de la historia ha tomado gran importancia debido al gran peso ético profesional que ejerce, este es el juramento hipocrático.

El juramento hipocrático es un texto ético que se basa en la recolección de diversas obligaciones morales del médico con relación al paciente, con la finalidad de orientarles de manera adecuada durante su labor profesional. Esta tradición se conserva y se aplica en muchas universidades del mundo, en ocasiones llega a considerarse como un rito de iniciación a la hora en que los médicos comiencen a tomar conciencia de su papel a la hora de servir a la sociedad.

El juramento hipocrático expresa un ideal del comportamiento médico, y de manera más a profundidad, forma parte de un estilo de vida mientras se ejerce la profesión. Todo médico debe esforzarse por aproximarse a este ideal que, proclamado ya hace bastantes siglos en la antigua Grecia por Hipócrates, padre de la medicina moderna, ha sido incorporado desde entonces a la cultura médica y generalmente, considerado como una carta magna de la ética médica profesional.

Los juramentos médicos, especialmente el hipocrático, han sido analizados a lo largo del tiempo especialmente desde el punto de vista en que se encuentran los valores morales encargados de sustentar la relación médico-paciente, médico-médico (colegas) y médico-sociedad, así como aquellos principios que fundamentan los aspectos pedagógicos.

De igual manera, dentro el juramento hipocrático se expresan los principios de beneficencia y no maleficencia y constituyen la base de la ética médica. El principio de beneficencia se conserva actualmente en la mayoría de los textos de los juramentos en escuelas de medicina de Estados Unidos, Canadá y Argentina, contrario al de no maleficencia que ha sido modificado o removido en ocasiones. Dado que estos principios han sido base de la ética médica, las obligaciones morales de los médicos son proveer beneficio a los pacientes mediante la prevención y eliminación del mal, como de igual manera tratar que estos beneficios sean mayores que los daños principio de utilidad.

Desarrollo

El médico griego Hipócrates (469-399 a.C.), es considerado el fundador de la Escuela Hipocrática en Cos, a la cual se le atribuye la creación del “Juramento Hipocrático”, que resume algunos de los principios éticos que guían al médico durante la práctica de su profesión. Tal juramento ha sido actualizado en diversas ocasiones por la Asociación Médica Mundial (AMM), una organización internacional que busca representar a la profesión médica; modificando con ella algunos de los principios éticos más importantes por los cuales el juramento se elaboró.  

Algunas de las modificaciones en la versión inicial del juramento fueron a base de que se acusó de promover una ética médica paternalista en la cual se centraba el tratamiento del paciente exclusivamente en la opinión del médico, lo cual podía presentarse como justificación ante atrocidades contra los pacientes, es por ello que surge en los años 90, el principio ético de autonomía que es añadido a la versión actual del juramento hipocrático como “respetar la autonomía y la dignidad de mi paciente”.

También la versión inicial omitía asuntos importantes como eran las obligaciones del médico de acuerdo a las necesidades de la sociedad, por lo cual en la versión actual también se agrego “compartir mis conocimientos médicos en beneficio del paciente y el avance de la salud”, es importante tomar en cuenta que al ser una profesión de riesgo, la salud física y mental del médico debía ser óptima para poder brindar un adecuado cuidado a los pacientes, agregando parte del juramento hipocrático “cuidar mi propia salud, bienestar y capacidades para prestar atención médica del más alto nivel”.

Finalmente, la versión inicial del juramento prohibía la realización de la eutanasia y el aborto, sin embargo, tomando en cuenta el respeto por la autonomía del paciente, el respeto por los derechos reproductivos de las mujeres, la vida y complicaciones debido a la penalización del aborto, la versión actual del juramento solamente menciona “velar con el máximo respeto por la vida humana”.

La ética hipocrática se ha visto modificada a lo largo de los años a causa de la vivencia de diversos hechos históricos que han hecho que la ética se tambalee y pase un poco a segundo plano, donde genera mayor importancia lo que el paciente desee llevar a cabo, bajo su criterio propio sin importar el posible riesgo-beneficio que ello le pueda generar, sin prestar atención a las posibles complicaciones físicas y morales de los actos cometidos, colocando así al médico como un simple auxiliar de la voluntad ajena del paciente, y ya no como una autoridad ética independiente que vela por el la salud e integridad del paciente.

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