La fascinacion de Jane Goodall por los animales

La fascinación de Jane Goodall por los animales comenzó cuando era muy pequeña. Su familia la llevaba a visitar granjas cuando tenía solo cuatro años, donde aprendió a jugar e interesarse por las gallinas, vacas y caballos. Allí también descubrió las bases de toda buena científica: ser curiosa, cometer errores, se paciente y no rendirse. Ella recalca la importancia de dos grandes valores; la empatía hacia los animales y al medio ambiente, que felices seriamos si actuáramos, pensáramos y fuéramos valientes como este maravilloso ser que acabamos de ver y escuchar, para defender a los animales y el ambiente. El segundo valor es el amor infinito hacia los animales es igual que el que se siente por las personas sin distinción. Es posible cambiar la conciencia ecológica del mundo, incluso cuando nos queda un margen de tiempo cada vez menor para revertir la destrucción del planeta. Pero solo será posible si trabajamos juntos para sanar el daño que hemos causado, cuidando los recursos naturales y cambiando nuestra visión materialista del mundo. La naturaleza puede recuperarse si se le da la oportunidad, y no podemos seguir destruyendo el medioambiente sin darnos cuenta de que también nos estamos destruyendo a nosotros mismos. La científica habla de su trabajo y de sus experiencias personales en un emotivo mensaje que llama a respetar nuestro planeta y a todos los seres vivos que lo habitamos.

 La pasión de Jane Goodall por los animales comenzó cuando era muy joven. Cuando tenía cuatro años, su familia la llevó a fincas donde aprendió a jugar y a cuidar gallinas, vacas y caballos. Allí descubrió la base de todo buen científico: la curiosidad, cometer errores, paciencia y no darse por vencido. Destaca la importancia de dos grandes valores; la empatía con los animales y el medio ambiente, qué felices seríamos de actuar, pensar y ser valientes como esta maravillosa criatura que acabamos de ver y escuchar para proteger a los animales y el medio ambiente. El segundo valor es el amor infinito por los animales es igual que el que se siente por las personas sin distinción. Es posible cambiar la percepción ambiental del mundo incluso si solo nos queda una pequeña ventana de tiempo para revertir la destrucción del planeta. Pero esto solo será posible si trabajamos juntos para reparar el daño que hemos causado cuidando los recursos naturales y cambiando nuestra visión materialista del mundo. La naturaleza puede regenerarse si se le da la oportunidad, y no podemos seguir destruyendo el medio ambiente sin darnos cuenta de que nos estamos destruyendo a nosotros mismos. La científica habla de su trabajo y experiencias personales en un emotivo mensaje que pide respeto por nuestro planeta y todas las criaturas que lo habitan.

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