Marineria

El movimiento puritano, tenía como base primordial el trabajo, es decir su vida completa giraba alrededor del mismo, justificándose así la meta primordial de la secta, dado que por ninguna razón deberían encontrarse en estado de ocio, acto que aborrecían enormemente, porque ellos no eran como aquellos de la corte real que “no hacían nada” e incluso por su vestimenta que parecían afeminados. Los puritanos descubrieron en el trabajo el elemento primordial de la disciplina social, la clave del orden y la base de toda moralidad. En lo que respecta a la disciplina entendieron que era una manera óptima de vivir, por ende era una alternancia de trabajo y muchísima disciplina, que llevo por muchos años a un estilo de vida, levantarse, comer y trabajar siempre al mismo horario, pero siempre evitar la ociosidad. Con respecto a los mendigos y vagabundos a quienes despreciaban, (por practicar indiscriminadamente el ocio, por falta de trabajo en algunos casos), dado que sostenían que una persona se encontraba así por su mera responsabilidad, por ende no satisfacía con el “mandato divino de Dios”.

Los santos fue la auto denominación puritana, dado que ellos se veían un pueblo elegido con respecto a su alrededor, lleno de conflictos y caos, se enfrentaron a un desorden y confusión, cuyas causas materiales y particulares casi no necesitaban conocer, eran súbditos obedientes y escrupulosos, hombres regenerados, los santos voluntarios del padre, los santos se distinguían de la masa desordenada de los “mundanos” por su industria y su diligencia, que revelaba su “santidad” tanto a ellos como a sus congéneres. Ellos se relacionarían casi exclusivamente en el curso de su trabajo, el “negocio honesto” colmaría sus vidas y absorbería todo su entusiasmo. Aquel que más disciplinadamente vivía, y llevaba una vida en trabajo arduo, y sin caer en la maldad del ocio era un “Santo”.

Su caridad-filantropía era poco convencional, porque para ellos era una acto donde debía de meditarse mucho, ya que solo se ayudaba a aquellas personas que verdaderamente querían salir del vagabundeo. Además que simbolizaba un acto de compromiso para con aquella persona que otorgaba alguna ayuda al vagabundo/mendigo. En síntesis la caridad era destinada a aquellos que querían trabajar, y salir del pecado del ocio, aunque era muy importante que su vida sea entregada al trabajo y la disciplina, única forma de caer en gracia a la bondad divina. Tenían una visión muy distinta a lo que era la ayuda al “prójimo”

Ya que su ayuda, era una acción me meditada y pensada, ya que también aquel puritano/a que ayudaba caía en la mirada de sus pares, pudiéndose así también caer en pecado, si es que aquel que fue ayudado seguía llevando una vida de pecado, sin trabajar, etc.

Las Escrituras fueron la pieza central del pensamiento y vida de los puritanos.

El puritanismo fue, por sobre todas las cosas, un movimiento bíblico. Para los puritanos la Biblia era en verdad la posesión más preciosa que el mundo podría permitirse. Su convicción más profunda era que la reverencia a Dios significaba reverencia por las Escrituras, servir a Dios significa obediencia a las Escrituras. Por lo tanto, para su mente no podría darse un insulto mayor al Creador que rechazar su palabra escrita, y por el contrario, no podría haber un acto de reverencia más elevado que apreciarla, estudiarla con detenimiento y luego vivirla y enseñarla a otros. La intensa veneración por las Escrituras como la palabra viva del Dios viviente y un devoto interés por conocer y hacer todo lo que prescriben, fue el distintivo sobresaliente del puritanismo.

Todo lo que digan las Escrituras, lo dijo Dios. Como dijo Thomas Watson: " En cada línea que lea, piense que Dios le está hablando".

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Los ejemplos que pueden contrariar al pensamiento puritano es, que de alguna forma una buena obra, como ayudar a otro que no tenga posibilidades, podría de alguna manera serle de gran relevancia, por más que a nosotros no parezca poco. Por ejemplo ayudar con alimentos, etc

Sin embargo desde el punto de vista puritano, podríamos decir a favor que la acción de pensar como ayudar aquella persona para que salga del estado de mendigo.

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