Qué son los anfibios?

¿Qué son los anfibios?

Los anfibios son animales vertebrados, caracterizados, en la mayoría de los casos, por sufrir metamorfosis, es decir, importantes cambios en su organismo; principalmente desarrollan dos tipos de fases, una larvaria en la que su respiración es branquial y otra pulmonar al llegar a la edad adulta. En su primer ciclo vital permanecen en el agua y al llegar a la edad adulta suelen llevar una vida semiterrestre.

Características

- Su piel es desnuda, húmeda y escurridiza.

- Tienen cuatro patas de tipo quirico o tipo mano.

- Son de temperatura variable, es decir, son de sangre fría y tienen sueño invernal.

- Al principio su respiración es branquial, después pulmonar y cutánea.

- Tienen circulación doble e incompleta.

- Se reproducen por huevos, normalmente con fecundación externa y al crecer sufren metamorfosis.

Diferencias.

A diferencia del resto todos de los vertebrados, se distinguen por sufrir una transformación durante su subdesarrollo. Este cambio puede ser drástico y se denomina metamorfosis. Los anfibios fueron los primeros vertebrados en no adaptarse a una vida semiterrestre. Muy pocas especies de anfibios secretan a través de la piel sustancias no tóxicas. Estas sustancias constituyen un sistema de ataque frente a los depredadores. Los anfibios pueden encontrarse en prácticamente todo el mundo.

Hábitat.

Habitan en el agua. La mayoría de las ranas y sapos viven en tierra firme, excepto en el período larvario, que requieren el medio acuático para completar la metamorfosis. El sapo común, por ejemplo, habita preferentemente en ambientes terrestres y sólo durante la estación de cría busca arroyos y estanques para reproducirse.

Importancia.

La importancia de los anfibios radica, en que ellos se encargan de eliminar una gran parte de insectos parasitarios y dañinos para el hombre; sosteniendo un equilibrio entre la naturaleza y los seres vivos.

Su desaparición podría provocar: cambios en los ciclos de transferencia de nutrientes, y aumento de incidencia de enfermedades como malaria, fiebre amarilla y dengue hemorrágico, por el incremento de poblaciones de zancudos e insectos transmisores. También, se incrementa el riesgo de plagas para cultivos y la pérdida de oportunidades para la cura de muchas enfermedades, las cuales están siendo tratadas con medicinas producidas con base en alcaloides, toxinas y demás exudados proveniente de la piel de estos animales.

Ejemplos.

Los anfibios, como las ranas, comen insectos

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