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SISTEMISMO

PEDROCRUZOSORIO13 de Octubre de 2013

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Dos enfoques de la Ciencia: Sectorial y Sist¢¥emico.

Mario Bunge

Department of Philosophy

McGill University, Montr¢¥eal, Quebec H3A 2K6, Canada

Rev. Real Academia de Ciencias. Zaragoza. 64: 51.63, (2009).

Vivir es enfrentar y resolver problemas. Y toda vez que abordamos un problema

adoptamos un punto de vista o enfoque general. O sea, nos basamos sobre alguna visi¢¥on

general y emprendemos una averiguaci¢¥on usando alg¢¥un m¢¥etodo. Si fallara uno de estos

componentes, ya sea la visi¢¥on general o el m¢¥etodo, no lograr¢¥©¥amos siquiera plantear el

problema de manera inteligible.

Por ejemplo, un ingeniero o un administrador de empresa no lograr¢¥a descubrir sus

problemas, ni menos aun resolverlos, si, siguiendo a Husserl, hace de cuenta que el mundo

no existe de por s¢¥©¥, piensa solamente en s¢¥©¥ mismo, y confia m¢¥as en su intuici¢¥on que en

la observaci¢¥on y el c¢¥alculo. En lo que sigue sugerir¢¥e que el enfoque m¢¥as promisorio de

cualquier problema, sea te¢¥orico o pr¢¥actico, consiste en la concepci¢¥on sist¢¥emica unida con

el m¢¥etodo cient¢¥©¥fico. La primera ayuda a identificar y plantear problemas, y el segundo a

resolverlos.

La concepci¢¥on sist¢¥emica consiste en suponer que los objetos en cuesti¢¥on, lejos de ser

simples o de estar aislados, son sistemas o partes de sistemas. A su vez, un sistema es

un objeto complejo que tiene propiedades globales y se comporta como un todo debido a

que sus componentes est¢¥an unidos entre s¢¥©¥.

Acaso la manera m¢¥as persuasiva de defender la necesidad de adoptar el enfoque

sist¢¥emico sea exhibir las deficiencias de su opuesto, el enfoque sectorial. Consideremos

tres ejemplos de ¢¥este: el mito del gene ego¢¥©¥sta, el Puente del Milenio, y el economicismo.

El mito del gene ego¢¥©¥sta, imaginado por el exitoso periodista cient¢¥©¥fico Richard Dawkins,

consiste en que somos nuestros genomas. Este mito supone que la mol¢¥ecula de DNA se

replica por s¢¥©¥ misma, lo que es falso, porque es un ente bastante inerte al que dividide

la acci¢¥on de una enzyma. Tambi¢¥en supone que la existencia misma del organismo es

parad¢¥ojica, puesto que el organismo no ser¢¥©¥a sino el veh¢¥©¥culo del que se valen los genes

para propagarse; tambi¢¥en esto es falso, porque los que se adaptan y son seleccionados por

el ambiente no son genes sino organismos. El mito en cuesti¢¥on tambi¢¥en supone que el

Conferencia impartida el 27 de mayo de 2009 en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias

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ambiente no es mofificado por el organismo, lo que tambi¢¥en es falso, como, lo muestran

por ejemplo, los hormigueros y la enorme cantidad de tierra que pasa por el intestino de

una lombriz. En resumen, el mito del gene solitario es contradicho por la bioqu¢¥©¥mica, la

biolog¢¥©¥a y la ecolog¢¥©¥a.

Segundo ejemplo: el elegante Puente del Milenio, inaugurado en el a.no 2.000, fue

dise.nado por Lord Norman Foster, el ingeniero m¢¥as innovador del siglo XX. Al cortarse

la cinta ceremonial, la muchedumbre se precipit¢¥o sobre el puente, el que empez¢¥o a oscilar

horizontalmente. Cuando el puente se mov¢¥©¥a a la derecha, el transe¢¥unte se inclinaba a

la izquierda para no caerse. Pero de esta manera ejerc¢¥©¥a sobre el piso una fuerza que

contribu¢¥©¥a a que el puente se desplazase a la derecha. La amplitud de las oscilaciones fue

tal, que la gente tuvo que regresar a tierra como pudo. ¢¯A qu¢¥e se debi¢¥o este fracaso, el

primero en la brillante carrera de Lod Foster? A que ¢¥este olvid¢¥o el factor humano en sus

ecuaciones: olvid¢¥o que los puentes se dise.nan y construyen para ser usados por personas,

las que no son pesos muertos. Un c¢¥alculo reciente (Strogatz et al. 2005) muestra c¢¥omo

incluir la reacci¢¥on humana en las ecuaciones de movimiento del puente. Las ecuaciones

corrrectas son tan sencillas que est¢¥an al alcance de cualquier estudiante de ingenier¢¥©¥a.

Mi tercer y ¢¥ultimo ejemplo de pensamiento sectorial es el economicismo, sea de izquierda

como el de Karl Marx, o de derecha como el de Gary Becker y los dem¢¥as entusiastas de

las teor¢¥©¥as de elecci¢¥on racional. En todas sus versiones, el economicismo postula que la

actividad econ¢¥omica es primaria, y todo lo dem¢¥as es secundario. La realidad muestra que

esto es falso: que el ambiente natural, la pol¢¥©¥tica y la cultura son tan importantes como la

econom¢¥©¥a. Por ejemplo, una calamidad natural puede destruir una ciudad; una agresi¢¥on

b¢¥elica puede arruinar tanto al agredido como al agresor; y una invenci¢¥on cient¢¥©¥fica o

t¢¥ecnica puede iniciar una nueva era. En otras palabras, la sociedad debe entenderse como

un sistema constitu¢¥©¥do por cuatro subsistemas: biol¢¥ogico, econ¢¥omico, pol¢¥©¥tico y cultural.

Adem¢¥as, en la vida real los intereses materials se combinan con los sentimientos morales.

Por ejemplo, los egoistas totales, aunque los hay, son una minor¢¥©¥a (v. Gintis et al. 2005).

Volvamos ahora a consideraciones generales sobre sistemas. Los hay de varias clases:

f¢¥©¥sicos, tales como ¢¥atomos y rayos l¢¥aser; qu¢¥©¥micos, tales como pilas el¢¥ectricas y pilas

de compost; biol¢¥ogicos, tales como c¢¥elulas y ecosistemas; sociales, tales como familias y

empresas; t¢¥ecnicos, tales como ordenadores y f¢¥abricas; conceptuales, tales como clasificaciones

y teor¢¥©¥as; y semi¢¥oticos, tales como textos y partituras musicales.

Un sistema no es un individuo elemental ni una colecci¢¥on carente de estructura. Los

quarks, electrones y fotones son elementales, no compuestos. Y las dunas, los basurales

y las muchedumbres son conglomerados pero no sistemas, porque carecen de estructura.

Pero tanto los sistemas como los individuos elementales y los conglomerados est¢¥an inmersos

en alg¢¥un entorno. (Excepci¢¥on: el universo.)

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Hasta aqu¢¥©¥ hemos se.nalado tres caracter¢¥©¥sticas de un sistema: su composici¢¥on, o conjunto

de sus partes; su entorno, o conjunto de los objetos con los que est¢¥a relacionado;

y su estructura, o conjunto de los v¢¥©¥nculos entre las partes y entre ¢¥estas y aquellos componentes

de su entorno que lo afectan o que son afectados por el sistema. O sea, hemos

identificado tres aspectos de un sistema: su composici¢¥on, entorno y estructura. Esto basta

para caracterizar un sistema est¢¥atico.

Pero s¢¥olo los sistemas conceptuales y semi¢¥oticos son est¢¥aticos: todos los dem¢¥as cambian.

En este caso debemos agregar una cuarta caracter¢¥©¥stica: el mecanismo peculiar

que mantiene o transforma al sistema. Ejemplos de mecanismo: la fusi¢¥on nuclear en una

estrella, la fermentaci¢¥on en una cuba de vino, el metabolismo en una c¢¥elula, el trabajo

en una empresa, el aprendizaje en una escuela, y el flujo de informaci¢¥on en una red de

comunicaci¢¥on.

En resumen, el modelo m¢¥as simple de un sistema s es la cuaterna ordenada

¥ì(s) = hC(s),E(s), S(s),M(s)i,

donde M(s) = . para los sistemas conceptuales y semi¢¥oticos.

Este modelo es cualitativo. En las ciencias y t¢¥ecnicas se necesitan tambi¢¥en modelos

cuantitativos, ya que ellas estudian cosas concretas o materiales, todas las cuales poseen

propiedades cuantitativas, tales como numerosidad, energ¢¥©¥a, y edad. Por ejemplo, un

ecosistema compuesto por una poblacion de depredadores, tales como zorros, y otra de

presas, tales como liebres, se describe en forma aproximada mediante un par de ecuaciones

de Lotka-Volterra. Estas describen c¢¥omo, al aumentar una de las poblaciones, disminuye la

otra. Este proceso se representa mediante una curva o trayectoria cerrada en el espacio de

los estados posibles del sistema, espacio cartesiano cuyas coordenadas son las poblaciones

de los animales en cuesti¢¥on.

Todas las ciencias utilizan espacios de estados. Por ejemplo, en termost¢¥atica se usa

el espacio abstracto presi¢¥on-volumen-temperatura; en mec¢¥anica cu¢¥antica, espacios de

Hilbert; y en microeconom¢¥©¥a, espacios precio-cantidad.

Lo que antecede es bien sabido por cient¢¥©¥ficos y t¢¥ecnicos, pero ignorado por la enorme

mayoria de los fil¢¥osofos, al punto que ning¢¥un diccionario filos¢¥ofico, salvo el m¢¥©¥o, dilucida

los t¢¥erminos ¡®sistema¡¯, ¡®mecanismo¡¯, ¡®estado¡¯, ¡®espacio de estados¡¯, ¡®enfoque sist¢¥emico¡¯

y ¡®sistemismo¡¯. Esto muestra que la filosof¢¥©¥a sigue yendo a la zaga de la ciencia y de

la t¢¥ecnica. Esto explica tambi¢¥en por qu¢¥e la enorme mayor¢¥©¥a de los fil¢¥osofos son, ya

individualistas, ya globalistas (u holistas), antes que sistemistas. Tambi¢¥en explica por

qu¢¥e hoy d¢¥©¥a ni cient¢¥©¥ficos ni t¢¥ecnicos leen a fil¢¥osofos.

Los individualistas ponen atenci¢¥on a los componentes de los sistemas, pero pasan por

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alto su estructura. Los globalistas subrayan, con

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