Simon Rodriguez
nebur77728 de Octubre de 2013
461 Palabras (2 Páginas)398 Visitas
IMPACTO DE LOS PARADIGMAS PEDAGÓGICOS HISTÓRICOS
EN LAS PRÁCTICAS EDUCATIVAS CONTEMPORÁNEAS
Mario César Zaccagnini
Investigador del Grupo G.I.S.E.A. (U.N.M.D.P.), Argentina
Asesora: María Dolores Jolis
INTRODUCCIÓN: EL PORQUÉ DE LOS PARADIGMAS HISTÓRICOS
El tema que nos ocupa en este trabajo, el de los paradigmas pedagógicos de formación docente,
reviste una gran importancia a la hora de pensar acerca de la identidad del rol profesional docente; en
efecto, la epistemología de la formación docente se nutre, entre otros, de elementos constitutivos de la la
construcción del “Hábitus docente” y que definen la naturaleza de su quehacer concreto en la institución
educativa. En este caso, cobran relevancia los compromisos que se asumen en toda formación profesional y
la historia incorporada durante la misma. Así, las tradiciones imperantes en la formación docente atesoran
una crucial importancia ya que, como productos del devenir histórico, están presentes en las imágenes
sociales, en la dinámica de las decisiones políticas, en los imaginarios que imbrican la trama de las
organizaciones educativas y la propia conciencia de los docentes. Asimismo, el contexto socio-político, que
configura a la labor profesional del docente (esto es, las relaciones entre el control social y la autonomía en
el trabajo docente), resulta de vital importancia a la hora de analizar las condiciones reales en que se
desenvuelven las prácticas.
Al pensar en abordar la cuestión de la identidad del rol desde la perspectiva de los paradigmas
históricos de formación, surgen interrogantes que planteados, nos brindan puntos de partida; al efecto, es
conveniente destacar la siguiente cita de Terigi y Diker (1997, p.25):
¿Cómo transformar la escuela moderna concebida hace trescientos años, en una institución que responda
a las necesidades de un mundo globalizado, de una cultura massmediática, de unos niños que sobre
muchas cosas saben más que nosotros, de un mercado de trabajo flexibilizado cuyas demandas
formativas mutan constantemente? ¿Cómo respetar las diferencias culturales a través de una institución
cuya estructura es profundamente homogeneizante? ¿Cómo formar para el ejercicio ciudadano en la era
de la política mediática, de la postpolítica? ¿Cómo confiar en el sentido de lo que enseñam os si las
certezas científicas y la confianza ilustrada en el progreso indefinido del conocimiento están
profundamente cuestionadas?
En otro orden, al revisar críticamente dichos pararadigmas históricos y demostrar que de alguna
manera mantienen una inusitada vigencia en la configuración de las prácticas educativas, nos estamos
aventurando en el abordaje crítico de los aspectos ideológicos que interpelan el rol social de la escuela y
que por ende, configuran al espacio simbólico de la profesión docente. Las concepciones educativas que
cada paradigma dio a luz en su momento, definiera a un determinado sujeto pedagógico; entendido éste
como la relación compleja entre el educador y el educando, producto de la vinculación compleja entre
ambos actores sociales. El quehacer educativo, como todo trabajo, se inscribe en un marco legitimador que
le confiere una determinada legalidad. Dicha legitimación es configurada a partir de unas determinadas
relaciones de poder, entre los distintos grupos que entretejen la trama social.
...