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Teratologia


Enviado por   •  6 de Septiembre de 2021  •  Tareas  •  6.900 Palabras (28 Páginas)  •  48 Visitas

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TERATOLOGIA

La teratología es la rama de la ciencia que estudia las causas, los mecanismos y los patrones de las alteraciones del desarrollo. Un concepto fundamental en teratología postula que ciertas fases del desarrollo embrionario son más vulnerables que otras. Hasta la década de 1940 se consideraba, en términos generales, que el embrión humano estaba protegido frente a los agentes ambientales como medicamentos, virus y productos químicos debido a sus membranas extraembrionarias y fetales (el amnios y el corion), así como a las paredes uterina y abdominal de la madre. En 1941 se publicaron los primeros casos que demostraban más allá de toda duda que un agente ambiental (el virus de la rubeola) podía causar defectos congénitos graves, como cataratas, problemas cardíacos y sordera, cuando la madre presentaba la infección durante el período crítico del desarrollo embrionario de los ojos, el corazón y los oídos. En la década de 1950 se demostró la aparición de defectos graves en los miembros, así como otras malformaciones importantes, en los hijos de mujeres que habían consumido un sedante denominado talidomida durante las primeras fases de su embarazo. Estos descubrimientos, que tuvieron lugar hace ya más de sesenta años, centraron la atención de la clase médica en los medicamentos y los virus como etiología (causa) de las malformaciones congénitas humanas. Se ha estimado que el 7-10% de las malformaciones congénitas humanas se deben a los efectos de desestructuración inducidos por medicamentos, virus y tóxicos ambientales. Más del 20% de los fallecimientos de lactantes en Estados Unidos se atribuyen a defectos congénitos. Las malformaciones estructurales graves como, por ejemplo, la espina bífida quística (una forma grave de malformación vertebral en la que no se produce la fusión de parte del tubo neural; v. cap. 17, fig. 17-15), se observan en aproximadamente el 3% de los recién nacidos. Otros defectos congénitos pueden detectarse después del nacimiento, de manera que su incidencia alcanza alrededor del 6% en los niños de 2 años de edad y del 8% en los de 5 años. Las causas de las malformaciones congénitas se clasifican a menudo en los grupos siguientes: ● Factores genéticos, como las alteraciones cromosómicas. ● Factores ambientales, como los medicamentos y los virus. ● Herencia multifactorial (factores genéticos y ambientales que actúan de manera conjunta).

En el 50-60% de las malformaciones congénitas se desconoce la etiología (fig. 20-1). Las malformaciones congénitas pueden ser únicas o múltiples, y su significación clínica es muy variable. Las malformaciones congénitas únicas y de grado menor se observan en aproximadamente el 14% de los recién nacidos. Por ejemplo, los defectos en las orejas carecen de significación clínica pero pueden indicar la posible presencia de defectos graves asociados. Por otra parte, la presencia de una única arteria umbilical debe alertar al clínico respecto a la posible presencia de malformaciones cardiovasculares y renales. El 90% de los lactantes con tres o más defectos congénitos de grado menor también sufren uno o más defectos congénitos de grado mayor. En el conjunto del 3% de los recién nacidos con malformaciones congénitas clínicamente significativas, el 0,7% presentan defectos múltiples graves; la mayoría de estos pacientes fallecen durante la lactancia. Los defectos congénitos graves son mucho más frecuentes en los embriones tempranos (10-15%); sin embargo, en la mayor parte de estos casos se produce un aborto espontáneo durante las primeras 6 semanas. Se observan alteraciones cromosómicas en el 50-60% de los embriones tempranos que experimentan aborto espontáneo.

Tipos de anomalías

Muchas malformaciones efecto morfológico en un órgano, una parte de un órgano o una región corporal de tamaño mayor que se debe a una alteración intrínseca en el proceso de desarrollo. El término «intrínseca» implica que el potencial de desarrollo del primordio de un órgano es anómalo desde el comienzo, tal como ocurre en los casos de alteración cromosómica de un gameto (ovocito o espermatozoide) en el momento de la fecundación. La mayor parte de las malformaciones son consideradas un defecto de un campo morfogenético o del desarrollo que responde en forma de una unidad coordinada frente a la interacción embrionaria y que da lugar a malformaciones complejas o múltiples ocurren durante la formación de estructuras, por ejemplo, en el periodo de la organogénesis que se extiende desde el inicio de la tercera semana hasta el final de la octava semana de gestación (Fig. 9-2). Pueden traer consigo la ausencia completa o parcial de una estructura, o alteraciones de su configuración normal. Las malformaciones derivan de factores ambientales, genéticos o ambos, que actúan de manera independiente o conjunta. Se piensa que los factores teratogénicos que ocurren antes de la tercera semana siguen la regla del todo o el nada: ya sea que el embrión muera o se aborte de manera espontánea, o que su velocidad de crecimiento disminuya pero se recupere y no muestre efectos secundarios. Si bien esta afirmación es válida para muchos factores que influyen sobre el desarrollo normal, es importante señalar que el establecimiento de los ejes corporales de desarrollo ocurre desde una fase tardía de la primera semana, en la etapa del blastocisto (v. el Cap. 3, p. 44), y que una gran variedad de defectos congénitos puede deberse a la interrupción de la señalización celular durante la determinación de los ejes cráneo-caudal e izquierda-derecha (v. el Cap. 5, p. 60, y el Cap. 13, p. 179). Así, el periodo crítico en que se genera la mayor parte de los defectos congénitos estructurales se extiende desde el momento de la fecundación hasta la octava.

Las disrupciones Defecto morfológico de un órgano, una parte de un órgano o una región corporal más extensa que se debe a un factor o una interferencia extrínseca en un proceso del desarrollo originalmente normal. Por tanto, las alteraciones morfológicas asociadas a la exposición a teratógenos (agentes como medicamentos y virus) deben considerarse disrupciones. Una disrupción no se hereda, pero los factores hereditarios pueden predisponer al desarrollo de una disrupción dan origen a alteraciones morfológicas de estructuras ya formadas, y se deben a procesos destructivos. Los accidentes vasculares que determinan defectos transversos en las extremidades y otros producidos por bandas amnióticas son ejemplos de factores destructivos que generan disrupciones.

Las deformaciones son consecuencia de fuerzas mecánicas que moldean una parte del feto durante un periodo prolongado. Por ejemplo, el pie equino varo aducto se debe a la compresión dentro de la cavidad amniótica (Fig. 9-4). Las deformaciones también afectan al sistema musculoesquelético y pueden ser reversibles tras el nacimiento. Forma, configuración o posición anómalas de una parte del cuerpo que se deben a fuerzas mecánicas. La compresión intrauterina secundaria a oligohidramnios (cantidad insuficiente del líquido amniótico) puede causar pie equino varo (v. cap. 16). Algunos defectos del tubo neural con afectación del sistema nervioso central, como el mielomeningocele (una forma grave de espina bífida), dan lugar a alteraciones funcionales intrínsecas que también pueden causar deformaciones fetales.

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