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VIOXX - ROFECOXIB


Enviado por   •  16 de Octubre de 2012  •  1.444 Palabras (6 Páginas)  •  478 Visitas

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VIOXX – LA VERDADERA HISTORIA

Aunque la gigantesca empresa farmacéutica Merck sabía desde 2000 sobre los efectos colaterales fatales de Vioxx, su producto de mayor venta, sólo retiró el medicamento del mercado en septiembre de 2004.

El laboratorio multinacional Merck & Co., Inc, de Nueva Jersey, Estados Unidos, anunció el 30 de septiembre de 2004 el retiro mundial de su producto de mayor venta: Vioxx® (nombre genérico: rofecoxib). Al anunciar la medida, el director general de la empresa dijo: “Dada la disponibilidad de terapias alternativas y las dudas planteadas por datos recabados, concluimos que lo más responsables el retiro voluntario” de Vioxx.

Interrogado sobre su reacción personal acerca del derrumbe de este producto multimillonario de la empresa, declaró: “Mi reacción es que la decisión que tomáramos sobre Vioxx debía ser totalmente en interés del paciente”.

La Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) de Estados Unidos elogió a Merck por hacer lo correcto al informar rápidamente sobre los hallazgos a la agencia y retirar voluntariamente el producto del mercado.

Sin embargo, aunque la firma se esfuerza al máximo por presentar un atractivo panorama de responsabilidad empresarial, el hecho es que Merck sabía de la letalidad de los efectos colaterales de ese medicamento desde 2000, y no tomó las medidas apropiadas. En junio de 2000, la propia Merck presentó a la FDA un Estudio sobre los Efectos Gastrointestinales de Vioxx que halló riesgos aumentados de accidentes cardiovasculares graves, incluso ataques cardíacos y apoplejías, en los pacientes que tomaban Vioxx comparados con los que tomaban Naxopreno.

Merck debió haber realizado más estudios para investigar la incidencia de problemas cardíacos con Vioxx, pero en cambio, inició una investigación de tres años para evaluar los efectos beneficiosos de ese medicamento en la prevención de pólipos colo-rectales, en un esfuerzo deliberado por estimular aún más prescripciones. Fue durante este estudio que ocurrieron accidentes cardiovasculares a un ritmo tan alarmante que se debió detener la investigación y hacer retirar el producto del mercado.

Vioxx fue lanzado en 1999, pero sólo durante 2003 llegó a tener ventas mundiales de 2.500 millones de dólares. Según estimaciones, sólo en Estados Unidos se emitieron 91 millones de recetas de Vioxx desde su lanzamiento, en parte gracias a que el laboratorio invirtió más de 100 millones de dólares anuales en publicidad y promoción dentro del país. Buena parte de este presupuesto se destinaba a la promoción directa.

Mientras disfrutaba de esta gran porción del pastel, la empresa nunca hizo un esfuerzo auténtico por documentar los riesgos de vida que este fármaco presentaba, e ignoró estudios como los publicados por el Dr. FitzGerald, un cardiólogo de la Universidad del Pennsylvania. FitzGerald y sus colegas publicaron dos estudios en 1999 y 2001 en los que sugirieron que, al bloquear selectivamente una de las dos sustancias llamadas prostaglandinas que causaban inflamación, los inhibidores COX-2 beneficiaban al estómago a expensas del corazón. Como resultado, llegó un momento en que se habían registrado 27.000 ataques cardíacos en Estados Unidos y 120.000 en todo el mundo vinculados al uso de Vioxx, entre 1999 y 2003.

El proceso de retiro de Vioxx demostró una vez más cómo el afán de dinero impide que las industrias se hagan cargo de las catástrofes que causan a la humanidad. En Pakistán, Muller & Phipps Pakistan Ltd, distribuidora de MSD, una subsidiaria de Merck & Co., anunció el retiro de Vioxx mediante minúsculos avisos en los periódicos. No informó sobre cómo los pacientes podrían devolver el medicamento a la empresa ni qué arreglos de compensación se habían hecho.

Este aviso tampoco fue seguido activamente por Merck retomando las existencias del medicamento. Vioxx estuvo disponible en las farmacias hasta el 22 de octubre. La empresa que había gastado millones de dólares en la promoción del fármaco no hizo un mínimo esfuerzo por informar a los prescriptores sobre el nuevo acontecimiento.

Las firmas nacionales que vendían sus propias marcas de Rofecoxib tampoco se esforzaron por informar al público ni a los médicos. Además de Vioxx, había otras 34 marcas de la droga, y todas se vendieron hasta fines de octubre. Fue sólo gracias al escándalo creado en la prensa por organizaciones como The Network que se realizaron inspecciones en algunos lugares y los comercios que vendían Vioxx y otras marcas de Rofecoxib fueron clausurados. Posteriormente, personal de venta de las empresas comenzó a visitar las farmacias, a pagar en efectivo por los productos prohibidos y llevárselos.

La debacle de Vioxx no ha terminado, pero debemos recordar que además de esa droga, existe otro inhibidor COX-2,

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