ALMA, PENSAMIENTO Y MISTERIO EN AURA DE CARLOS FUENTES: DESDOBLAMIENTO Y PROYECCIÓN COMO FUENTE PRINCIPAL DE LA ETERNA JUVENTUD.

ALMA, PENSAMIENTO Y MISTERIO EN AURA DE CARLOS FUENTES: DESDOBLAMIENTO Y PROYECCIÓN COMO FUENTE PRINCIPAL DE LA ETERNA JUVENTUD.

María Paula Carvajal Lozano

Al momento de escribir una historia, muy pocas veces el autor utiliza la narración en segunda persona. Por esta razón, cuando un lector se encuentra con tal escrito, ha de suponer la existencia de una relación entre tal forma de narrar y la historia. En Aura de Carlos Fuentes, se observa cómo este estilo de escritura envuelve al lector de tal manera que al terminar hay una confusión entre los tiempos y el narrador. Algunos autores han intentado exponer la relación existente entre este estilo de narración y la historia, sin embargo, no se ha hecho una relación entre esta forma de escritura y el desdoblamiento astral. El objetivo de esta reseña, es criticar la obra de Carlos Fuentes Aura, enfocando la relación existente entre la narración en segunda persona y el desdoblamiento astral de Felipe Montero y la señora Consuelo. Para esto, se utilizará como referencia a Hedy Habra con su artículo Modalidades especulares del desdoblamiento en Aura, a Jorge Luis Borges con su cuento El otro, y a Santiago Rojas en Modalidad narrativa en Aura: Realidad y enajenación.

Hedy Habra sustenta dos formas de explicar la utilización de la segunda persona en Aura. Primero: la otra mitad de Montero es quien narra la historia, es decir, se cuenta a si mismo el futuro. Lo cual significaría la existencia de una parte despierta en el subconsciente de Montero la cual le permite razonar sobre lo sucedido. Segundo: también sostiene que el general Llorente podría ser este personaje narrador, por ende, la otra mitad del alma de Felipe es el general Llorente: “Veras, en la tercera foto, a Aura en compañía del viejo, ahora vestido de paisano, sentados ambos en una banca, en un jardín. La foto se ha borrado un poco: Aura no se vera tan joven como en la primera fotografía, pero es ella, es el, es. . . eres tú” (Fuentes, 1961, pág. 46).

La relación existente entre el general Llorente y Felipe Montero se hace presente en el desarrollo de la historia, principalmente porque el lector descubre que el tu va dirigido a Felipe Montero y el yo es el narrador (aún desconocido). “Robert G. Mead por su parte, también llega a la misma conclusión y admira en Fuentes la maestría “de contar” la historia por boca del otro Felipe Montero, alter ego del protagonista...” (Rojas, 1980, pág. 3). Partiendo de esta afirmación, Mead concluye: << de comienzo a fin, es un sueño largo e ininterrumpido, una cadena de sucesos, experiencias, sensaciones, que nacen, viven y mueren en la imaginación de Felipe Montero>>. Esta afirmación se relaciona con el cuento de Jorge Luis Borges titulado El otro, en el cual Borges se encuentra en un parque a un Borges muchos años más joven que él:

“- En tal caso -le dije resueltamente- usted se llama Jorge Luis Borges. Yo también soy Jorge Luis Borges. Estamos en 1969, en la ciudad de Cambridge.

-No -me respondió con mi propia voz un poco lejana. […]

-Puedo probarte que no miento. Voy a decirte cosas que no puede saber un desconocido. […]

El encuentro fue real, pero el otro conversó conmigo en un sueño y fue así que pudo olvidarme; yo conversé con él en la vigilia y todavía me atormenta el encuentro.” (Borges, 1975)

Tal y como lo dice Mead, así como el encuentro de Borges consigo mismo estaba recreado en su memoria, Felipe Montero se contaba a si mismo la experiencia en la casa de la señora Consuelo, recreando el momento cómo si de una u otra forma pudiera contarse lo que paso, tal y como Borges se lo contaba a su otro yo.

La narración en segunda persona, se relaciona con el desdoblamiento del alma de la señora Consuelo. Así como ella lograba proyectar a Aura, pudo simplemente proyectar de la misma manera

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