Ahora Que Mori

AHORA QUE YA MORI

Morir es un proceso terminal, que consiste en la extinción del proceso homeostático de un ser vivo, es simplemente la extinción de la vida. Pasar a un segundo plano donde físicamente ya no estarás, pero que sin darte cuenta todos aquellos que te aman sinceramente te recordaran siempre. Dicen que morí, pero no, estoy aquí pero ellos no me ven, y no puedo abrazarlos. Trasladan a alguien en una carroza fúnebre, soy yo misma, que extraño, ver a mi familia y amigos con gran dolor, todos lloran, pero yo solo veo. Ya no siento dolor ni tristeza, es como ser un espectador. Pasaran los días, mi familia regresa a casa sin mí, les dejo un gran vacío. Ya alguien ocupa mi puesto de trabajo, todo vuelve a ser como antes, corren, atienden niños, hacen reuniones , envían convocatorias ,corrigen evaluativos , en fin es como si nunca hubiese faltado yo, que bien, algunos compañeros se acuerdan de mi a ratos y lamentan que ya no este, con mucha nostalgia, preguntándole a Dios… ¿Por qué te la llevaste? Pero en mi familia, el vacío persiste, mi esposo llora, esta confundido, no sabe cómo hacer sin mí, mis hijos pequeños preguntan, ¿Dónde está Mamá? y mi esposo le dice que en el Cielo, mi hija mayor acaba de comprender dolorosamente lo que es la muerte, no deja de llorar, no quiere ir a clases, no se puede concentrar, tampoco come. Mi perrita se para en la puerta y de ahí no hay quien la saque, come, bebe agua y regresa a su puesto de espera. Pasa el tiempo, mi hijo cumple cinco años y yo no estoy, él se aferra a su papá, se ha vuelto tímido y retraído, no hay una figura materna para él, quien lo consienta quien lo abrace y ría de sus travesuras, quien lo premie por sus logros, ya mamá no está.

Mi hija ya de 6 años casi no habla, a veces su papá la encuentra llorando, y no muestra interés por nada, mi esposo con toda la carga, la responsabilidad de dos hijos pequeños, tiene que sonreírles a los niños para darles fortaleza, ánimo y resignación. Ya pasaron siete años y todo sigue igual, en casa el vacío, la tristeza, en el colegio donde trabajaba ya nadie me nombra y todo sigue igual sobre la marcha.

¿Sabes que dijo el forense? Que morí por estrés, mi cerebro se reventó una por una cada vena, una subida de tensión que me dio, cuando me llamaron de mi trabajo y me dijeron que de los 10 cargos fijos que vendrían ninguno era para mí, sin dejar a un lado que mi esposo me era infiel, muy triste no creen. Ahora me doy cuenta que para el colegio que trabajaba siempre era una más, completamente reemplazable en cualquier momento, que para mi esposo no era lo que él esperaba y por eso busco una segunda opción, pero que para mi familia y amigos era única e irreemplazable. dedícate a lo que de verdad es importante, todos necesitamos un trabajo que nos permita cubrir nuestras necesidades básicas, todos necesitamos alguien que te valore y te garantice

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