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Anacronias


Enviado por   •  15 de Diciembre de 2014  •  799 Palabras (4 Páginas)  •  312 Visitas

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PRUEBA PENDIENTE: AMBIENTE Y ANACRONÍAS.

Nombre:________________________________________________________________

Puntaje Ideal: 24 puntos Puntaje Real:___________________________

Instrucciones: Cuide la presentación de su Prueba. No haga correcciones.

I. Identifique el tipo de anacronía que se presenta en estos fragmentos: (12)

1.- Había estado en la muerte, en efecto, pero había regresado porque no pudo soportar la soledad. Repudiado por su tribu [...] decidió refugiarse en aquel rincón del mundo todavía no descubierto por la muerte, dedicado a la explotación de un laboratorio de daguerrotipia. José Arcadio Buendía [...] cuando se vio a sí mismo y a toda su familia plasmados en una edad eterna sobre una lámina de metal tornasol, se quedó mudo de estupor.

2.- Descendía, entre remolinos y peces alarmados que me rozaban las mejillas [...] y cuando el agua se calmó y fue bajando poco a poco, la cola de un pescado más grande que los demás me golpeó en la pierna [...] Cuando intenté levantarme para andar por el suelo, resbalaba, y aunque ya me figuraba dónde estaba, preferí no pensar, pues me acordé de lo que mi madre me había dicho en su lecho de muerte. Yo estaba a su lado, muy triste, y mi madre, que se ahogaba, tuvo fuerzas para levantarse de medio cuerpo para arriba y con el brazo largo, largo y seco como un mango de escoba, me pegó un tremendo guantazo y me gritó aunque apenas se la entendía: !no pienses! Y murió.

Me agaché para tocar el suelo con las manos. Estaba resbaloso [...] Mi Cristina, de Mercé Rodoreda.

3.- Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas claras y diáfanas que se precipitaba por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. [...]

4.- Era la hora en que los niños juegan en las calles de todos los pueblos, llenando con sus gritos la tarde. Cuando aun las paredes negras reflejan la luz amarilla del sol.

Al menos eso había visto en Sayula, todavía ayer a esta misma hora. Y había visto también el vuelo de las palomas rompiendo el aire quieto, sacudiendo sus alas como si se desprendieran del día. Volaban y caían sobre los tejados, mientras los gritos de los niños revoloteaban y parecían teñirse de azul en el cielo del atardecer.

5.- Pronto llegaré a la ciudad en que nací. Bajaré mis maletas y me dispondré

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