Análisis del poema “Árbol de Magnolias” de Marosa di Giorgio

Análisis del poema “Árbol de Magnolias” de Marosa di Giorgio.

Para realizar esta tarea, elegí estos tres trabajos críticos, que dejaré a continuación.

“Hermafroditas y otros monstruos en Marosa di Giorgio”

“Marosa di Giorgio, naturaleza siniestra”

“La florecida” Por Valeria Tentoni

En el poema “Árbol de Magnolias”, lo que claramente podemos notar, es que quién da pie a la creación de este, es ese “árbol de magnolias”.

Basándome en algunos aportes que he leído hacia la autora, pude notar que es algo común en la escritura de esta, que las cosas, principalmente plantas y animales, cobren diferentes formas, aspectos y conceptos, donde aquí, en este poema a analizar, “el árbol de magnolias”, cumple con todas ellas.

“Eres la abuela, eres mamá, eres Marosa, todo eres, (…)”

“Los vegetales pueden mutar en bestias o estas cobrar rasgos humanos.”

(Hermafroditas y otros monstruos en Marosa di Giorgio).

Otro rasgo notorio en este poema, es la evocación de los recuerdos, de una manera fantástica; esto se puede notar, porque cuando habla de ese árbol, se le generan recuerdos, que ella plasma de manera extraordinaria y confusa. Confusa, porque desde mi punto de vista, es raro que un árbol a lo lejos pueda parecerse a la abuela de Marosa y de cerca a su aparador, pero supongo, que es porque ese árbol le genera recuerdos, y por eso también digo que es fantástico.

“(…) a lo lejos te confundes con la abuela, de cerca, eres el aparador de donde ella sacaba el almíbar y las tazas.”

“De ti bajaron los ladrones; Melchor, Gaspar y Baltasar; de ti bajaban los pastores y los gatos; los pastores, enamorados como gatos (…)”

“El mundo en toda la obra de Marosa di Giorgio no está mucho más allá de la infancia, el jardín, su naturaleza, y los seres que ahí habitan.” (“Marosa di Giorgio, naturaleza siniestra”).

“Al periodista Eduardo Espina le explicó: “De niña viví en el campo y vi acoplarse a los animales. Me llamaba la atención el apasionamiento de las gatas, que tienen normalmente una expresión tan impasible y lejana. Y noté volar moscas ensambladas. Yo veía sin morbosidad alguna. Como un ángel que observase las cosas del tiempo y de la tierra. Ahora, esos recuerdos me sirven para los relatos”. (“La florecida” por Valeria Tentoni)

Esto quiere decir entonces, que, de cierta manera, sus obras están plasmadas en los recuerdos, o sea que los recuerdos son los que dan pie a la creación de sus obras.

Varios aportes hacia Marosa, me dan a entender que sus escrituras contienen presencia de lo siniestro, y de lo extraño, por ejemplo:

“Marosa era un ser de fascinante e inusual sensualidad desbocada. Y así también su escritura, esa extravagancia siniestra y deliciosa que le venía no sabía de dónde, toda escrita a mano.” (“La florecida” por Valeria Tentoni)

“Este mundo fantástico que va más allá de lo racional, se exacerba hasta llegar a una de las particularidades de la obra de la uruguaya: lo siniestro”. (“Marosa di Giorgio, Naturaleza siniestra”)

Entonces, basándome en lo siniestro de sus obras, y la en la función de sus recuerdos, puedo decir que en conclusión y desde mi punto de vista, este árbol al que se dirige la autora en su obra, podría hacer referencia al ciclo de vida que cumplen las personas y las cosas, (el transcurso del tiempo, que ocupa cada persona y cada cosa en el mundo), podría referirse a la vida y la muerte, ya que, al principio de este poema, la autora expone lo siguiente “te conocí el día primero de mi infancia”, y luego, “Eres la abuela, eres mamá, eres Marosa, todo eres, con tu eterna juventud, tu vejez eterna”, aquí hace referencia a que es todo, porque de alguna manera, todo y todos vamos muriendo, las cosas envejecen y las personas también, todos cumple su ciclo, desde su creación o nacimiento, hasta su muerte.

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