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Atalanta


Enviado por   •  28 de Mayo de 2014  •  1.968 Palabras (8 Páginas)  •  250 Visitas

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La historia se desarrolla en el segundo milenio A. C., Atalanta fue abandonada por su padre en una cueva para que muriera (Atalanta era una hija no deseada). Artemisa la salvó enviando a una osa a alimentarla. Poco después, una banda de cazadores la encontró y la llevaron con ellos. Ellos le enseñaron a cazar y le contaron como Artemisa le salvó la vida. Atalanta hacia solemnes ofrendas a Artemisa, ya que la imaginaba como una madre distante pero fuerte y radiante. Atalanta hizo un voto de castidad a Artemisa.

Atalanta está con los cazadores en Caledonia y dos centauros la atacan. Ella vence a los centauros. Meleagro, que mostraba cierto interés en Atalanta, llego con ella y luego la siguió a la colina, donde estaban los otros 27 miembros de la caza del jabalí de Caledonia. El jabalí los ataca y Atalanta le dispara y es la primera en herirlo y hace brotar la primera sangre. Anceo, que odiaba a Atalanta, se adelantó para atacar al jabalí con su lanza, pero el jabalí lo atacó y lo mató. Meleagro mató al jabalí y quería darle los trofeos de la caza a Atalanta. Ella los rechazó por que los demás no lo iban a aceptar, pero Meleagro siguió insistiendo. Cuando

los cazadores oyeron eso, se enojaron con Meleagro y terminaron peleando, Meleagro, en su enojo, mató a dos de sus parientes e hirió a un amigo. Después de la pelea, Meleagro le dio los trofeos a la sorprendida Atalanta.

Después de la pelea, Cefeo, amigo de Anceo, se fue enojado y Atalanta le vendó el brazo herido a Jasón, su amigo. Luego se dirigieron al palacio del rey Eneo, padre de Meleagro y el que los había enviado a cazar el jabalí. Meleagro, que iba adelante del grupo, empezó a dar saltos y a estremecerse. Atalanta corrió hacia él, que estaba en el suelo retorciéndose porque estaba hirviendo por dentro. Meleagro murió diciéndole a Atalanta que la amaba. Llegaron al palacio y la reina Altea se mató con una daga al ver los cuerpos de sus hermanos; Plexipo y Toxeo, y el cuerpo de su hijo, Meleagro, sin vida. El rey después cayó y cuando estaba en su lecho, respirando con dificultad, sus tres hijas, convertidas en gallinas pintadas, lo picotearon hasta la muerte.

Atalanta recuerda cuando conoció a Jasón, antes que él se convirtiera famoso. Jasón, que era entrenado por Quirón, un centauro conocido por su sabiduría, sobriedad y puntería, llegó a Arcadia con Cástor, un cazador que fabricaba arcos y había criado a Atalanta, para que este le vendiera un arco.

espués de ser halagado por Jasón, Cástor se rehusó a venderle un arco, porque los halagos le disgustaban, pero le dijo que le vendería uno si vencía a Atalanta en una competencia de arquería. Atalanta, con una puntería impecable, ganó la competencia, pero convenció a Cástor de venderle un arco a Jasón. Desde ese día Atalanta y Jasón fueron amigos.

Atalanta se quedó afuera del palacio de Eneo llorando. Jasón la encontró y le contó la historia de Meleagro y las Moiras. Nada más nacer Meleagro, llegaron a su casa las Moiras y mirando al bebé profetizaron que viviría hasta que un leño dejara de arder. Su madre lo oyó, cogió el leño y lo escondió.

Altea pensó que había burlado a las Moiras, pero Altea en su enojo con Meleagro por matar a sus hermanos, quemó el leño. Atalanta se culpaba por la muerte de Meleagro y le pregunto a Jasón lo que debía hacer, él le dijo que fuera a Gortis.

Atalanta parte hacia Gortis, para visitar al oráculo. Los suplicantes del Oráculo de Gortis dormían en cuevas, esperando recibir la cura en sus sueños. Atalanta recordó las historias que había oído del Oráculo de Gortis. Ella decidió no comer hasta llegar a Gortis para honrar la muerte de Meleagro.

Atalanta hizo un silencioso viaje en barco para llegar a Gortis. Solo le faltaban dos días

de viaje. Grupos de niños llegaron a su encuentro y corrían contra ella. Al anochecer, llegó con el oráculo.

Atalanta llega a la cueva y la asistente que la guio, Zoi, le llevó un cuenco con un líquido amargo para que lo bebiera después de orar. Ella oró, tomó el líquido y se durmió. Tuvo cuatro sueños: -un hombre pálido sentado ante ella, tres recipientes de oro con entrañas, el hombre le pide que se acerque.

Atalanta está con Artemisa en un bosque, Atalanta le pregunta que debe hacer y

Artemisa le dice que evite el matrimonio porque le traería problemas y le dice que todo es posible.

Atalanta está corriendo una carrera, segura que va a ganar.

Atalanta está tendida en un matorral de zarzas, enroscada alrededor de un cuerpo tibio, tiene los ojos cerrados, exhausta pero feliz. Encuentra el pequeño cuerpo y lo lame.

Atalanta se despertó y meditó sobre sus sueños. Luego fue a comer y se encontró con Zoi, que le llevó comida. Zoi le dijo que había soñado con ella, que estaba frente Artemisa y Afrodita y eligió a Artemisa, pero la decisión le causó una herida. También le dijo que su fama como cazadora iba a crecer.

Segunda Parte, El Regreso a Casa.

Atalanta está de nuevo en casa. Llegaron unos hombres a caballo a buscar a la hija del rey.

Cástor y Bías estaban tristes por Atalanta, ella no sabía porque. Luego cayó en la cuenta que los hombres venían a reclamarla para su padre.

Atalanta recogió sus pertenencias y se fue con los hombres del rey, Mataios y Perifanos. Llevaron una yegua para Atalanta, llamada Calisto. Atalanta estaba nerviosa al montarla. Dijo que estaba lista para salir, deseando que fuera verdad.

Atalanta llegó montada en Calisto al palacio. Mataios y Perifanos se fueron y la dejaron sola. Una mujer llamada Entela llegó a recibirla y mostrarle su habitación. Entela le dijo a Atalanta que ella le serviría y la llevó a darse una ducha. Atalanta se quedó un rato en la ducha, pensando en su padre.

Después de bañarse, Atalanta fue con Entela para que la arreglara. Cuando estuvo arreglada, Fue a ver a su padre. Su padre la recibió en la cena con su esposa, Néfele. Ellos querían que ella les hablara de la cacería, pero su padre se enojó al saber que Atalanta había dejado los trofeos de la caza en Caledonia. También le dijo que debía considerar su deber, casarse y darle un heredero.

Al día siguiente Atalanta, desesperada, salió cuando estaba aún oscuro a correr. Cuando estaba afuera los guardias le dijeron que no podía salir sin un escolta, entonces ella regresó al palacio, escaló el muro y salió. Atalanta se sentía libre y muy bien al correr. Mientras estaba corriendo, se le ocurrió una manera de salir de ese asunto del matrimonio y así poder complacer a Artemisa, cumpliendo su voto de castidad a ella. Después de eso, Atalanta regresó aliviada al palacio.

Entela se molestó cuando vio la túnica de Atalanta sucia y le preguntó dónde había ido, Atalanta le dijo que con los caballos y Entela le dijo que era igual que su madre. Atalanta entonces hace que Entela le cuente la historia de su madre, la reina Clímene, que amaba los caballos, era alta, bella y sincera. Entela le dijo que cuando el rey expuso a Atalanta a la muerte, la reina le rogó que cambiara de idea, pero él se negó a hacerlo. Ella huyo del palacio en su caballo. Muchas horas después, el caballo regresó solo, porque la reina se había colgado de desesperación al no poder encontrar a su bebe.

Atalanta le dice a su padre que se casará bajo dos condiciones, el hombre que se casara con ella debe ganarle en una carrera y quien pierda contra ella debía morir. Su padre no quería aceptar. Atalanta lo convenció con un razonamiento mordaz. El acepta.

Tercera parte, Las Competencias.

Atalanta se entera que la primera carrera tomará lugar al día siguiente. Se pregunta cómo alguien se pudo haber presentado con las condiciones que puso. Se siente decepcionada por la falla de su plan. Galopa hacia el palacio.

Atalanta habla con Entela de su primer pretendiente y de su padres. El rey Iaso amaba mucho a la reina Clímene. Atalanta le pide a Entela que le consiga veneno para que la muerte de sus pretendientes no sea tan dolorosa. Ella dice que lo conseguirá.

En la cena su padre le anuncia la competencia del día siguiente. Le dijo que su pretendiente era Cefeo, uno de los cazadores que había estado en la caza del jabalí de Caledonia y que culpaba a Atalanta por la muerte de Anceo. Cefeo se presentó ante el rey diciendo que amaba a Atalanta. Atalanta no puede creer que Cefeo se presente.

Atalanta dio a Artemisa una ofrenda en la mañana y le dedicó la carrera. La carrera, contra un Cefeo muy cambiado y flechado por Eros, comenzó. Atalanta le dio el frasco de veneno a Cefeo cuando era seguro que ella iba a ganar. Y ganó.

Varios pretendientes más llegaron, Atalanta les ganó y les dio el veneno a todos. Atalanta se comienza a sentir como un verdugo. Consideraba las competencias como sacrificios humanos, quería que terminara ya.

Pasó un tiempo sin ningún pretendiente y Atalanta ya pensaba en volver a casa. Su padre se empeoró de salud. Cuando su padre se

mejoró, tuvieron una pelea, porque su padre ya estaba cansado de tantos retrasos y quería que Atalanta se casara de inmediato. Ella le dijo que no se casaría sin ser vencida en una carrera. Al día siguiente ella tendría su última carrera.

La carrera fue contra Hipómenes. Antes del día de la carrera, Hipómenes fue a pedir ayuda a la diosa del amor, Afrodita. Ella le dio tres manzanas de oro para ayudarlo con Atalanta, porque él estaba perdidamente enamorado de ella. Cuando Atalanta lo vio, sintió como una flecha la traspasaba, sintió un gran dolor en el pecho. Esa flecha era la flecha de Eros, quién le había disparado por órdenes de Afrodita. Entonces Atalanta empezó a notar pequeños detalles de Hipómenes le empezó a agradar. Atalanta no quería que Hipómenes muriera.

Cuando empezó la carrera, Hipomenes iba delante de Atalanta pero cuando éste veía que le iba a alcanzar tiraba una manzana consiguiendo así que Atalanta se parase por la curiosidad y así tener más ventaja. Atalanta le agradecía por la manzana y se sorprendía con ella. Así sucedió con las tres manzanas, cuando veía que le podía alcanzar las tiraba y ésta se paraba a recogerlas. Atalanta tiró el veneno y empezó a desear que Hipómenes ganara.

Al final de la carrera, Atalanta e Hipómenes corrieron al mismo

paso. Atalanta le sonrió a Hipómenes, que ya estaba muy cansado, y dejó que la adelantara. Hipómenes ganó la carrera. El rey Iaso anunció el matrimonio de Atalanta e Hipómenes. Atalanta pidió piedad a la diosa cazadora.

Atalanta estuvo muy alegre el día de su boda. Atalanta e Hipómenes hablaron acerca de ellos mismos. Hipómenes le dijo a Atalanta de sus oraciones a Afrodita. Atalanta dijo que dejó ganar a Hipómenes porque sentía que el la conocía. Hipómenes le dio un regalo a Atalanta.

Atalanta fue a hablar con su madre a su tumba. Atalanta se disculpa con Artemisa y de ofrenda, le da a la diosa el regalo que le dio Hipómenes. Hipómenes llega al santuario donde ella está y ambos profanan tierra sagrada. Ellos no lo advirtieron, pero los dioses no pasan nada por alto, se ofenden fácilmente y son terriblemente vengativos. Aun así, ellos son los dioses, y ellos están a cargo.

Cuarta Parte, El rugido del León.

Por profanar el templo del señor Zeus, el rey de los dioses, enfadado, convirtió a la pareja en leones. Ahora viven en el bosque, no pueden comunicarse por palabras, pero se las arreglan bien sin ellas. Su pasado ahora solo son recuerdos que vuelven en sueños. Tuvieron una hija, que sería una cazadora maravillosa, entrenada por Atalanta.

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