ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Fantasmas De Dia Resumen

cdtf1210 de Noviembre de 2014

652 Palabras (3 Páginas)464 Visitas

Página 1 de 3

Fantasmas de día cuenta la aventura de cuatro amigos: Seve, José Ignacio, Rodríguez y un niño más, el narrador de la historia, cuyo nombre no se menciona. Todo comienza cuando Seve decide escapar de casa con sus amigos, después de haber reñido con sus padres. José Ignacio roba la mula de Jacinto, el lechero, y los cuatro muchachos huyen del pueblo. De pronto, nadie supo muy bien por qué, cayeron con todo y mula al fondo de un barranco. Después de un rato, al despertar, los chicos piensan que han muerto, pues no sienten el latido de su corazón. Era extrañamente normal estar muertos, podían verse entre ellos e incluso les daba hambre. A José Ignacio se le ocurrió que por haber robado la mula de Jacinto deberían permanecer en el mundo vagando como fantasmas hasta remediar su falta.

Los cuatro chicos comenzaron a buscar la mula para regresarla a su dueño y así liberar sus almas. Sin embargo, Seve decidió aprovechar su condición de fantasma y divertirse asustando a la gente del pueblo; pensando que podría atravesar muros, se lanzó contra una pared que le hizo sangrar la nariz. Se limpió la sangre con la mano y la estampó en una ventana de la casa; a todos les pareció una broma sensacional espantar a los vecinos dejando huellas de manos con sangre, pero ésta, ya se había secado. Al pasar por los nogales del padre de José Ignacio, descubrieron al ricachón de Aniceto robando nueces, José Ignacio, indignado, trató de meterle un buen susto, pero Aniceto parecía no verlo ni oírlo. Los chicos se dieron cuenta de que al estar muertos, la gente no podría verlos y, para desquitarse de Aniceto, fueron a buscar acuarelas para estampar huellas en su casa y darle un buen susto por ladrón; ya que eran invisibles, podrían hacer muchas cosas divertidas. Para cortar camino, los chicos entraron en una casa, empujaron la puerta, caminaron por el pasillo hasta la cocina y salieron por la ventana. Todos en la casa se asombraron muchísimo. Los cuatro muchachos entraron en varias casas del pueblo haciendo travesuras y moviendo cosas; metieron los dedos en los frascos de mermelada de Salomé, quien alcanzó a darle un escobazo a José Ignacio. Cuando por fin recogieron las acuarelas, estamparon huellas rojas por todas partes, donde pudieran espantar a quien pasara por ahí. Todo el día hicieron travesuras hasta que vieron a Josefina, la mula de Jacinto, y corrieron tras ella, más de una hora, para atraparla y regresarla con su dueño. Se hacía de noche y los muchachos estaban cansados. Intentaron pasar la noche en una casa vieja y sola, de la cual se decía que era una casa de brujas. Estaban cansados, temerosos y hambrientos; todos querían regresar a sus hogares. El lugar estaba muy oscuro y, cuando intentaron salir, Rodríguez se asustó mucho, dijo que había visto a las brujas; pero, al mirar mejor, los chicos descubrieron a una virgen con todo y niño, además de otros santos. Regresaron al pueblo y vieron que sus padres los buscaban con un grupo de personas; los adultos estaban muy enojados, decían que no entendían el comportamiento de los chicos, hasta que alguien se percató de la presencia de los cuatro amigos. Los chicos explicaron lo que había sucedido, pero todos se rieron de ellos: alguien les explicó que no escucharon latir su corazón porque el corazón está del lado izquierdo y ellos intentaron hacerlo del lado derecho. Jacinto no dejaba de quejarse por su mula, los chicos le dijeron que la mula estaba en la casa de las brujas, pero no se dejaba atrapar. Resultó que en esa casa estaban la imagen de la Virgen y otras figuras que habían sido robadas hacía muchos años. El cura, don Genaro, se puso muy contento porque gracias a las travesuras de los chicos habían recuperado las imágenes.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (4 Kb)
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com