JOSE MARIA ARGUEDAS Y SU RELACION CON LA NATURALEZA

JOSE MARIA ARGUEDAS Y SU RELACION CON LA NATURALEZA 

Si queremos hablar sobre los máximos representantes de la literatura peruana del siglo XX, no podemos olvidar a José María Arguedas, uno de los escritores peruanos más importantes no solo de nuestro país, sino también de Latinoamérica; siendo el autor de varias novelas y cuentos que lograron transmitir el aspecto multicultural del Perú, encontrando una rica narrativa de inspiración indigenista.  

Hablar de Arguedas no es tarea fácil, al principio no tenía una idea muy clara sobre él, no lo conocía y peor aun cuando tuve que relacionarlo con la naturaleza. Tuve que leer muchas de sus obras y ver videos documentados sobre su vida esperando iluminarme, para lograr hacer el mejor ensayo, sin embargo, no conseguía nada, solo ideas vagas, sin ningún sentido, entre cada párrafo que escribía, hasta que decidí hacerlo más personal y meterme en el papel de Arguedas.  

A través de su visión comprendí que, si tuviera que decir de forma general qué es la naturaleza, me parece que lo más sensato sería partir de sus ensayos antropológicos o de algunas pistas que nos deja en sus obras literarias, tal es el caso que me la pase revisando minuciosamente como poder definir el término

“naturaleza” y para serle sincero no encontré ninguna definición exacta para esta terminología. Sin embargo, me empape tanto de sus obras que termine interpretando lo que quizá para muchos sería fácil de definir, pero al momento de llegar a manos de Arguedas, todo cambia. Toma la naturaleza como un habitad, que contiene la materia original que compone al mundo y a los que viven en este, aunque la experiencia con esa materia y lo que se pueda decir de ella estarán siempre mediados por la cultura.  

Si me pongo a pensar no tengo alguna experiencia clara o recuerdo nostálgico de la naturaleza, será porque no tuve una relación muy estrecha con esta, porque nací en una ciudad y no en el campo, rodeado de la gran vegetación, animales y biodiversidad de mi país. No hubo un bosque que recorriera con mis padres durante mi infancia, ni un lago cerca de mi casa, y las montañas que veía todos los días desde la calle ya no me asombraban.  

Será que de pronto había algo más, pero yo era como esa “gente del lugar” de la que habla Arguedas, que no se sorprende con los detalles porque se integran en la costumbre. A comparación de los niños del campo, que nacen cerca de las quebradas y ven su vida determinada por el ritmo de sus crecientes aguas.  

Tal es el caso de nuestro querido Arguedas que nace en Andahuaylas en enero de 1911, teniendo una vida llena de martirios ya que al apenas tener 3 años de edad falleció su madre que venía de dar a luz un tercer hijo (Pedro), la temprana muerte de su madre y el nuevo matrimonio de su padre lo destina a crecer con su madrastra, hecho que marca un hito en su vida y está impresa en la mente de Arguedas como algo que; partiendo de lo negativo, produjo resultados muy positivos para su formación humana.  

Ella lo despreciaba tanto como a los indios criados de su hacienda, y era quien durante las salidas laborales del padre lo obliga a vivir con los denominados indios, los efectos no fueron los que la madrastra deseaba, ya que Arguedas se sintió feliz al encontrar entre la indiada el amor que necesitaba. Los indios se convirtieron en esos auténticos amigos, lo cuidaron con ternura y difundieron su amor hacia las cosas que ellos amaban: la naturaleza, los pájaros, los ríos, las montañas, pero también su desprecio hacia quienes les hacían sufrir.  

Además de su madrastra, también selló su infancia un hermanastro; que lo tomó como criado pues separaba al pequeño de un trato absolutamente despótico.  Hasta que un día considerando su situación insoportable el niño decidió escaparse y se refugió en la hacienda biseca donde vivía un tío suyo.  

Después de dos años en esta hacienda comienza otra etapa importante en su vida. Y es que recorre con su padre gran parte del sur del Perú, Ayacucho, Cangallo, Ica, Mollendo, Arequipa, Cusco y Abancay, al tiempo que va enriqueciéndose con el conocimiento de la música, la danza y en general de todo el folklor indio de estas regiones.  

En 1926 iniciada la adolescencia Arguedas abandona los escenarios que habían señalado su infancia, así como los continuos viajes que realizaba junto a su padre y es internado en un colegio de Ica.  

A los 18 años llega a lima, aquí a pesar de las dificultades para adaptarse a la vida capitalina no tarda en relacionarse con un grupo de jóvenes que se habían aglutinado en torno a la revista amauta, creada por José Carlos Mariátegui, el fundador del partido comunista peruano.  

En 1931 Arguedas se matrícula en la universidad de San Marcos para estudiar letras, al año siguiente murió su padre, con lo que perdió el apoyo económico y espiritual que le brindaba. Obligado a ganarse la vida entró como auxiliar en la administración de correos y empezó a compaginar su trabajo con los estudios y la creación literaria.  

En 1935 publica su primer libro de cuentos “Agua”.  

En 1936 funda junto con Alberto Tauro, Augusto Tamayo Vargas y otros, la revista “Palabra”, cuya trayectoria está marcada por la ideología de Mariátegui  

En 1937 termina la especialidad de literatura, pero no llega a graduarse porque es encarcelado en la prisión del sexto, a raíz de su participación en una manifestación antifascista que tuvo lugar en la universidad. Según Arguedas esta experiencia fue tan importante para él, como lo había sido en la infancia la relación con su madrastra, porque en la cárcel había conocido a lo mejor y lo peor del Perú.  

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