La Leyenda De La Llorona

Narrador: Existió una mujer indígena de nombre Doña Marina, la cual tenía un romance con un caballero español de nombre Don Juan. Desde que la vio, don Juan quedo prendado de su belleza y simpatía:

Don Juan: Doña Marina, yo la amo, siempre la amaré

Doña Marina: Don Juan, yo también lo amo.

Narrador: Fruto de esa pasión, nacieron tres niños, que la madre atendía siempre en forma devota.

(Don Juan sale de escena y entran los niños jugueteando y brincando)

Doña Marina: Vengas mis hijos, vamos a comer, lávense las manos y siéntense.

Niño 1: Si, ya tengo mucha hambre

Niño 2: Gracias mamá, te queremos

(Después de comer ella los lleva a dormir)

Doña Marina: Bueno hijos, es hora de dormir, enjuáguense la boca y acuéstense.

Niño 3: Pero mamá es aun temprano.

Niño 1: Está bien ya nos dormimos

Narrador: Cuando Doña Marina comienza a pedir que la relación sea formalizada, Don Juan la esquiva, quizá por temor a lo que dirán.

Doña Marina: Don Juan, cuando nos vamos a casar, mire que los niños están creciendo y se dan cuenta que usted y yo no estamos casados.

Don Juan: (pensando para sus adentros) No puedo casarme con ella pues mi familia no lo aceptaría.

(Don Juan se levanta y se retira, Doña Marina con expresión de tristeza también se retira)

Narrador: Un tiempo después, Don Juan dejó a Doña marina para casarse con Doña Catalina, dama es

pañola de alta sociedad.

(Aparece en escena Don Juan y Doña Catalina)

Don Juan: Doña Catalina ¿se casaría conmigo?

Doña Catalina: Si, Don Juan, eso es lo que más anhelo en la vida.

(Se toman del brazo y comienzan a caminar, a lo lejos Doña Marina los observa)

Narrador: Cuando Doña marina se enteró de la traición de don Juan, dolida y totalmente desesperada, regresa a su casa y levantando a sus hijos se los lleva fuera de la casa.

Doña Marina: Vengan hijos míos, su padre no va a volver nunca, acompáñenme.

Hijo 1: ¿A dónde vamos?

Hijo 2: ¿Está muy lejos?

Doña Marina: Vengan, no falta mucho, es un lugar muy bonito.

Hijo

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