La bella durmiente del bosque y el príncipe
Enviado por jenniferdelgado2 • 14 de Febrero de 2016 • Ensayos • 477 Palabras (2 Páginas) • 7.924 Visitas
Jennifer M, Delgado Cabán 21 de enero de 2016
845-13-2288 ESPA 3332
La bella durmiente del bosque y el príncipe
El microcuento escrito por Marco Denevi. En el mismo se expone la realidad de una mujer en el siglo 20, la expectativa de una mujer al querer un príncipe para ser alguien en la vida, una “princesa”. Idea que inconscientemente empaña la posibilidad de que una mujer pueda llegar a ser una princesa por si sola. Para empezar, el título nos presenta una diferencia de poder entre la mujer (del bosque) y el hombre (el príncipe) “La Bella Durmiente cierra los ojos pero no duerme.” Se puede inferir que la mujer no desea dormir, lo hace por costumbre o tradición, pero no duerme, lo que significa que tiene la capacidad para tomar cualquier decisión, pero la acción que toma es bajo un ideal erróneo a la cual está sometida. Refleja el papel de la mujer sometida a la espera de un hombre como su única opción, deja de ser ella, solo por querer un hombre en su vida. Dicho argumento lo refuerzo cuando se nos expone “simula un sueño todavía más profundo” cumpliendo con las apariencias, dichas que cumplen con las expectativas de la sociedad. “Sabe que ningún príncipe pasa junto a una mujer que tenga los ojos bien abiertos”. Esta última oración termina por afirmar que el hombre en el siglo 20 buscaba una mujer que tuviera los ojos cerrados, que fuera posible de manipular. El que una mujer tuviera los ojos bien abiertos, es significado del conocimiento de su poder, de su rol, su importancia en la vida como individuo. Miedo de querer romper con los estereotipos, miedo por lo desconocido, miedo por el rechazo de la mayoría. “No se nace mujer: llega una a serlo. Ningún destino biológico, físico o económico define la figura que reviste en el seno de la sociedad la hembra humana; la civilización en conjunto es quien elabora ese producto intermedio entre el macho y castrado al que se califica como femenino.” Simone de Beauvoir.
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