La puerta de la abuela

La Puerta de la Abuela.

Todo empezó en la ciudad de Obregón, Sonora, el día 24 de Diciembre del 2010. Estábamos reunidos en familia celebrando noche buena, todos felices y emocionados como cualquier otra familia, afuera de la casa estaban mis primas, sobrinos y yo bailando, en pocas palabras, disfrutando de la noche.

 Se llegó la hora de la cena y todos entramos a la casa; había en la mesa muchas cosas para cenar como: Tamales, buñuelos, pavo, ensalada, pastel, bollitos, entre otras cosas. Al servirnos la cena, cenamos todos juntos y platicábamos sobre la navidad pasada.

Llego mi abuela y nos abrazó a todos, dio las gracias por haber pasado otra navidad al lado de nosotros y continuamos con la cena, mis tíos brindaron y también dieron gracias por pasar otra navidad juntos, ya que en la mayor parte del año no conviven todos juntos.

Se había llegado la hora de abrir e intercambiar regalos, el mío se me había olvidado en el cuarto de mi abuela y fui por él; ya que lo debía entregar, estando en el cuarto de mí abuela, aproveche para verme en el espejo y me percate que detrás del espejo había una pequeña puerta, quise abrirla, pero, no pude y no insistí.

Me quede con una inquietud de lo que podía haber detrás de esa puerta, lo primero que se me vino a la mente fue un cuarto para guardar cosas que ya no se usan, salí del cuarto de mi abuela y fui por un primo para comentarle de la puerta que estaba en el cuarto de mi abuela, el me contesto que no tenía idea.

Le conté sobre lo que había visto y enseguida fuimos a mover el espejo para abrir esa puerta y saber que había atrás de ella. Movimos el espejo y con un martillo abrimos la chapa… la puerta se abrió y pudimos ver lo que había atrás de ella. Lo que encontramos fueron figuras de niños echas de cera y en la parte de abajo tenía cada uno grabado un nombre.

Esos nombres coincidían con los nombres de los hermanos de mi abuela, lo primero que pensamos fue, que era algo de brujería o algo por el estilo, ese momento pensamos en el dicho “La curiosidad mato al gato”, en eso, llega mi abuela y ve lo que hicimos, ella se sorprende al ver nuestras caras de asustados y se empieza a reír.

Después de eso nos empieza a contar la historia de esas figuras. Resulta que eran figuras de todos sus hermanos y que tenían así los nombres debido a que su abuelo se los había hecho a ellos cuando eran niños, a partir de ahí no voy más haya de mis curiosidades.

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