Las Buenas Consiencias

Relata la vida de la familia Ceballos,pero en especial de los fuertes conflictos morales que sufre el integrante más joven: Jaime Ceballos.

Jaime Ceballos como decia es un muchachito que proviene de una distinguida familia Guanajuatense, que una vez encumbrada decide olvidarse de sus modestos inicios como vendedores de telas en el Callejón de los Perros.

Obviamente, como todo niño de familia pudiente, va una de las mejores escuelas de la ciudad, y se espera por lo tanto que él prefiera relacionarse con los vástagos prominentes, sin embargo, resulta todo lo contrario, el prefiere hacerse acompañar de su amigo Juan Manuel, un muchachito de apariencia indígena que estudia gracias a una beca del Gobierno y además trabaja por las tardes entre las máquinas de Ferrocarril.

Jaime, odia de alguna manera las costumbres de su familia, que le parecen tan falsas, porque diciéndose cristianos, hacen cosas que parecen ir contra dicha moral: su padre abandono a su madre por ser una mujer ridicula, su tía de vez en cuando tiene deseos pecaminosos no solo con su esposo sino tambien con su sobrino, y el tio, la cabeza de familia, habla de la moral cuando acude furtivamente a los burdeles, puesto que "aun cuando ama profundamente a su mujer no la toca puesto que no

quiere faltarle al respeto", y lo mejor de la historia es que todos ellos son complices de haberle arrebatado a Jaime, el cariño de su madre.

La lucha es constante y sin embargo, Jaime se da cuenta que pese a todo... el es igual de hipocrita que los demás... que juzga a su familia cuando en realidad, él mismo, no defiende lo que cree, cuando actua en ocasiones tan solo por llevar la contraria:

En ocasiones, las personas suelen cargar con apellidos que vienen de sucesos, linajes, y habladurías, cuando lo único que buscamos es ser nosotros mismos, y que la gente nos conozca por lo que somos y por lo que hacemos a un nivel personal, y no por lo que hayan hecho nuestros padres o en si nuestra familia entera.

Es difícil aprender a lidiar con lo que nuestra familia quiere que hagamos y con lo que nosotros deseamos ser; debido a que muchas veces la sociedad en que vivimos nos obliga a actuar de una u otra manera, sobre que debemos hacer, que es correcto y que no, con quien debemos interactuar y con quien no.

Entre los distintos criterios morales, es un sinfín de enredos mentales, debido a que ¿realmente sabemos si estamos bien o mal? Nuestros límites de moralidad varían según las personas y las circunstancias.

Muchas veces las personas que más se jactan de actuar conforme a la moral y las buenas costumbres, son quienes más se corrompen, y quienes se sumergen en los más bajos andares; actúan para guardar las apariencias, y no ser mal vistos por la sociedad, pero, ¿es en realidad importante lo que piensen las demás personas? La vida da muchas vueltas a veces nos encontramos arriba y otras veces en el subsuelo, no podemos dejarnos llevar por el que dirán, porque si no nunca haremos nada de nuestras vidas; a veces, con nuestros actos, arrastramos a personas que nada tiene que ver, haciéndoles pagar lo que no les corresponde.

Nos guardamos palabras y actos, siempre pensando que es mejor dejarlo así, en ocasiones somos simples títeres de la vida y de otras personas que se creen con el derecho de decidir por nosotros, a veces por decidía y otras por que no tenemos el valor para hacer lo que queremos y lo que nosotros consideramos correcto.

¿Y por otro lado juzgamos a los que juzgan, pero, quienes somos nosotros para juzgarlos?

LJaime Ceballos está al final de su adolescencia; pronto deberá decidir el rumbo que tomará su vida. Por lo pronto, su percepción del mundo es que no tiene lugar definido en él. Quiere ser puro, pero su sangre hierve. Se debate entre la moral

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