Los Disparates Nuestros De Cada Dia

Los escuchamos en la radio y en el televisor. Los leemos diariamente en los periódicos y en la revistas. Cuando menos los esperamos, brotan de la boca de algún “comunicador”. Son una enfermedad que atacan nuestra lengua vernácula y que, poco a poco, la debilitan. Los disparates se han apoderado de nuestro idioma, el desconocimiento y la pobre enseñanza de español en Puerto Rico son los responsables de su deterioro. El idioma sufre del abandono que también experimenta la enseñanza de nuestra historia. No se puede aprender si no esta motivado. ¡Hay que enamorarse del idioma! El español es la lengua más rica y hermosa del mundo. Al que lo entiende no se le hará difícil buscar voluntariamente la manera de expresarse mejor. El español sufre cada día de las consecuencias del menosprecio. Los medios de comunicaciones no le promueven el debido respeto por el español cuando ellos mismo, constantemente, cometen errores de asombrosas proporciones. El ciudadano común y corriente confía en que los canales de televisión, las estaciones de radios y la prensa son expertos en el idioma. La opinión generalizada es que si ellos lo dicen, es que debe estar correcto. Además el deterioro del idioma se ve representado en los anuncios de comida rápida como por ejemplo uno en el cual decía “Estoy media esmayá”. El problema no es con el verbo “esmayar”, ya que se ha convertido en un regionalismo de Puerto Rico si no con el adverbio “media”. Si se dice que una persona está “media esmayá”, entendemos que solo la mitad de su cuerpo tiene hambre. Si lo queremos decir correctamente es que está un poco hambrienta. Pero en el caso de los publicistas si se iban con la corrección, entonces el anuncio no daba gracia. La influencia del idioma del inglés también ha tenido serias repercusiones en la forma como nos comunicamos en P.R. para muchas personas resulta difícil mantener una conversación en español sin incluir el inglés. Hay ocasiones que se “españoliza” la palabra en ingles con el simple uso del artículo en castellanos. Existe un desconocimiento craso de las reglas de acentuación, un gran número de personas no sabe acentuar, incluso profesionales con maestrías y doctorados. Algunos son capaces de aprender una complicada formula de trigonometría o genética, pero no saben distinguir entre una palabra aguda, llana y esdrújula. El dominio del idioma es una de las destrezas más importantes que usted tendrá que poner en práctica constantemente a lo largo de su vida. Puede ser la diferencia entre obtener un empleo, lograr una venta, crear una buena impresión o, sencillamente, poder ser comprendido.

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