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Los Tres Cochinitos Y Lobo Feroz


Enviado por   •  22 de Enero de 2015  •  472 Palabras (2 Páginas)  •  282 Visitas

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Los tres cerditos y el lobo feroz

Había una vez tres cerditos que eran hermanos y que un día decidieron independizarse de su mamá que vivía en el corazón del bosque. El lobo siempre estaba persiguiéndolos para comérselos. Para escapar del lobo los cerditos decidieron hacer una casa. A tos les pareció buena idea y pusieron manos a la obra, cada uno hizo su casita.

-la mía será de paja dijo tontín el hermano menor – la paja es blanda y se puede sujetar con facilidad. Terminare rápido y me iré a jugar.

El hermano mediano flojo decidió que su casa seria de madera:

-puedo encontrar un montón de madera a los alrededores, construiré mi casa en un santiamén con esos troncos y me iré a jugar.

El mayor llamado trabajador decidió hacerla de ladrillos.

-aunque me costó mucho esfuerzo, será muy fuerte y resistente y adentro estaré a salvo del lobo.

Le pondré una chimenea para hacer las bellotas y caldo de zanahorias.

Cuando las tres casitas estuvieron terminadas los cerditos bailaban y cantaban en la puerta felices por haber acabado con el problema.

-¡no nos comerá el lobo feroz! ¡En casa no puede entrar el lobo feroz!

Entonces el lobo apareció atrás de un árbol grande, rugiendo de hambre:

-cerditos ¡los voy a comer! Cada uno se escondió en su casa pensando que estaban a salvo pero el lobo feroz se encamino ala de paja de tontín y en la puerta aulló:

-¡soplare y soplare y la casita derrumbare!

Y soplo con todas sus fuerzas: soplo y soplo y la casita derribo.

El cerdito pequeño corrió y entro a la casa de madera del hermano mediano.

¡No nos comerá el lobo feroz! Decían los cerditos tontín y flojo.

De nuevo el lobo más enfurecido se colocó delante de la puerta y comenzó a soplar y soplar.

¡Soplare y soplare y la casita derrumbare! Y se puso a soplar fuerte como el viento de invierno las paredes cayeron y entonces los cerditos corrieron a refugiarse a la casita de su hermano mayor.

-¡no nos comerá el lobo feroz! –cantaban los cerditos el lobo estaba enojado porque lo volvieron a engañar y ahora deseaba comerse a los tres cerditos más que nunca enfrente de la puerta bramo ¡soplare y soplare y tu casa derribare! Y se puso a soplar como el viento de febrero soplo y soplo la casita de ladrillos era resistente y el lobo decidió trepar por la pared y entrar por la chimenea. Se deslizó hacia abajo y callo en el caldero

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