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PRUEBA FRANCISCA YO TE AMO


Enviado por   •  27 de Agosto de 2014  •  1.322 Palabras (6 Páginas)  •  425 Visitas

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LEE EL SIGUIENTE FRAGMENTO Y RESPONDE.

Cerca de la medianoche el casino del Papagayo despedía olores de fritanga y vinos ácidos. Su interior, conformado por una sola gran galería vidriada, tenía por fondo un tramo del cerro rocoso, contrafuerte de la playa, y al frente, las arenas y el

mar. Era una construcción de traza frágil y ligera que, allegándose a las aguas, extendía una superficie de tablones asentados en pilares de concreto, de modo que durante las mareas altas se estaba ahí como sobre una balsa estática.

Jaime y yo escuchamos la música rítmica y estridente del casino tan pronto empezamos a bajar por las gradas de la Playa del Papagayo.

-De lo que quiero hablarte es de Patricia, como supondrás -me decía Jaime.

-No tenía la menor sospecha -le contesté-, se ven ustedes de lo más bien, sin asomo de problemas.

-Por lo mismo, hombre, tú sabes que yo en Santiago tengo mi...

-Pero, Jaime -lo interrumpí-, no me vas a decir que tú sufres de monogamia aguda.

-El problema es que...

-No hay problema alguno -me envalentoné-. Las Cordingley viven en Valparaíso, así que puedes escribirte con Patricia y nadie va a soltar el soplo, y si de vez en cuando te pegas el viaje al puerto, nadie te sapeará. Qué te pasa, hombre,

acuérdate de tu parecido a Tyrone Power.

Jaime movía la cabeza de un lado al otro.

-Mira -continué-, el año pasado yo le escribí a Marion desde Santiago, y si bien yo no tenía polola fija, me di cuenta de que sería posible -dado el caso, claro- tener de a dos.

-No te diste cuenta de nada, Alex, porque ésa era una pura especulación. La conciencia, sabes, es una voz muy requete jodida y, además, Marion ni siquiera te contestó... Según me acuerdo, hasta te declaraste por carta -¡el muy quedado!- y

ahora te las quieres dar de sietemachos. Guardé silencio.

-En fin -continuó él-, ya me explicaré ante un par de cervezas.

Entramos por la terraza hacia el interior del casino; como aún no era muy tarde, quedaban varias mesas libres. Nos ubicamos en la más alejada de los parlantes, que atronaban un mambo. Jaime reanudó la conversación, adoptando un tono

reflexivo, grave.

-Lo que ocurre, Alex, es que cuando uno siente de veras, siente en serio, no se puede estar con dos a la vez, no se puede jugar. Es simplemente así, lo cual significa que en el fondo somos monógamos. Somos cautivados por una fuerza que nos lleva en una sola dirección y hacia una sola persona, y todo lo demás, todas las demás pierden su sentido...

Se acercó un mozo y ordenamos un par de potrillos. Cuando regresó el mozo con los vasos rebasando espuma, Jaime todavía seguía con su discurso. Y yo, que al principio lo escuché con atención, empecé a distraerme observando a mi alrededor sin que él advirtiera mi desinterés. Mi amigo tenía a veces la mala costumbre de ponerse a dictar cátedra como el viejo más experimentado. Entonces, de pronto, la vi.

Tres mesas más allá, hacia la salida, estaba ella. Podía contemplarla claramente; los parroquianos situados entre ella y nosotros no se interponían y los cilindros de neón apegados al cielo del casino alumbraban todo el ámbito. Era ella otra

vez, con sus largos cabellos castaño miel y sus grandes ojos esmeralda, y esa sonrisa fija y sólidamente ingenua que le imprimía a la boca una tenue pero notoria curvatura hacia arriba, quedándose prendida en las comisuras.

-¡Hey, Alex! -Jaime me desconectó bruscamente de mi estado de contemplación.

Oye, ¿qué te pasa? ¿Comprendes ahora lo que te digo?

-Ella está aquí -musité.

-¿Qué dices? Habla como hombre, ¿qué te pasa?

-Es ella, está aquí -le respondí ahora con claridad.

-Pues, fantástico. ¡Salud! Es tu oportunidad, ya le hablaremos o la sacas a bailar, eso es.

Tuve que apretar con firmeza la oreja de mi jarra para que el temblor de mis manos no se hiciera ostensible.

-No, Jaime, ahora no, no quiero hacer nada…

Francisca, yo te amo (fragmento)

1.- En el texto: “Cerca de la medianoche el casino del Papagayo despedía olores de fritanga y vinos ácidos. Su interior, conformado por una sola gran galería vidriada, tenía por fondo un tramo del cerro rocoso, contrafuerte de la playa, y al frente, las arenas y el mar. Era una construcción de traza frágil y ligera…” predomina la forma discursiva llamada:

a) descripción.

b) comentario.

c) narración.

d) caracterización.

2.- El tipo de narrador del texto es:

a) objetivo.

b) testigo.

c) omnisciente.

d) protagonista.

3.- Según el texto, la situación que aproblema a Jaime es que:

a) su apariencia es similar a la del artista “Tyrone Power”.

b) desea terminar su pololeo con Patricia.

c) se siente enamorado y a la vez culpable de tener dos novias.

d) desea que Alex lo escuche y comprenda.

4.-Según el texto anterior, ¿Qué consejo le da Alex a Jaime?

a) Ninguno, porque no ve ningún problema en la situación que le expone Jaime.

b) Que no se preocupe de nada y siga con su relación con Patricia.

c) Que escuche a su conciencia y ésta le dirá qué debe hacer.

d) “La fuerza del amor

...

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