Rubén Darío
rogerpolanco12 de Septiembre de 2013
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RUBÉN DARIO.- CAUPOLICÁN
Introducción.
El nicaragüense Rubén Darío (1867-1916) no es sólo una de las figuras máximas de las letras
hispanoamericanas, sino también uno de los grandes renovadores de la poesía española contemporánea. Gran
conocedor, ante todo, de poetas franceses; aunque también de clásicos y españoles, hace triunfar en todo el
ámbito de la literatura en lengua castellana el Modernismo, movimiento que reacciona contra el prosaísmo
dominante en la poesía anterior y que se propone un profundo enriquecimiento de la lengua poética (ritmos,
efectos sensoriales, vocabulario, etc.).
En los principales libros de Rubén (Azul, 1888; Prosas profanas, 1896; Cantos de vida y
esperanza, 1905), alternan las evocaciones exóticas, los sentimientos íntimos, los temas españoles e
hispanoamericanos. Junto a esta variedad temática, aparece siempre -como nota común- una gran brillantez
estilística.
El soneto Caupolicán (del libro Azul) es una buena muestra de los temas americanos. El asunto
tiene viejas raíces: Alonso de Ercilla (1533-1594) contaba al principio de La Araucana -epopeya de la
conquista de Chile aquella famosa prueba con que los indios araucanos eligieron a su caudillo, y que
consistía en ver quién era capaz de llevar durante más tiempo un pesado tronco sobre sus hombros.
Caupolicán salió vencedor y fue proclamado Toqui (jefe de estado en tiempos de guerra).
He aquí el poema de Rubén Darío:
Texto.
Es algo formidable que vio la vieja raza;
robusto tronco de árbol al hombro de un campeón
salvaje y aguerrido, cuya fornida maza
blandiera el brazo de Hércules o el brazo de Sansón.
Por casco sus cabellos, su pecho por coraza,
pudiera tal guerrero,, de Arauco en la región;
lancero de los bosques, Nemrod1
que todo caza,
desjarretar2
un toro o estrangular un león.
Anduvo, anduvo, anduvo. Le vio la luz del día,
le vio la tarde pálida, le vio la noche fría,
y siempre el tronco de árbol a cuestas del titán.
" ¡El Toqui, el Toqui! ", clama la conmovida casta.
Anduvo, anduvo, anduvo. La aurora dijo "Basta",
e irguióse la alta frente del gran Caupolicán.
Tema: descripción física de Caupolicán, y relato de su proeza.
Contenido y estructura.
Del episodio narrado ampliamente por Ercilla en su poema épico, Rubén Darío, con intención épicolírica, retiene los rasgos que le parecen esenciales: la colosal fortaleza del héroe indio y lo grandioso de su
hazaña.
Así pues, el soneto es, ante todo, una descripción física (o prosopografía) de Caupolicán, seguida de
un relato condensado de su proeza.
Esos dos aspectos del contenido se corresponden con las dos partes que suele presentar todo soneto:
en las dos primeras estrofas se recoge la descripción del héroe; en las dos últimas, se cuenta su hazaña.
1 Nemrod: Legendario rey de Babilonia. La Biblia lo llama "poderoso cazador ante Dios".
2 desjarretar, cortar las patas o -aquí- derribar.
1ª parte
2 serventesios
Descripción del héroe
2ª parte
2 tercetos
Se cuenta su hazaña
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