Santiago Uberti

Santiago Uberti

Santiago es un niño muy inquieto. Tiene un deambular casi constante. Cuando me dirijo al grupo, parece no prestar atención. Se observa poca comprensión de las consignas que emito en el transcurso de la jornada. En la mayoría de veces debo recordárselas y acompañarlo para que las lleve a cabo, aunque pocas veces lo permite y lo logra, ya que prefiere ir en busca de otra cosa que llame mas su atención. Muestra mucho interés por las sillas que están en la sala, las apilas, las desapilas, las arrastra por toda la sala y en algunos casos las tira al aire sin control y esto produjo en varios casos que lastime a sus compañeros y docente.

Sus mayores intereses están centrados en ir al patio. En cuanto ve una puerta abierta se escapa de la sala y va directo al baño, al dispenser, a la sala de 4/5 o a las escaleras del jardín.

Cuando hacemos la ronda de intercambio, no se integra a la misma y juega con los materiales que encuentra en la sala y armario; entre ellos sillas, canastos, temperas, libros, etc, y en algunos casos se acerca a la ronda y comienza a tirarse encima de sus compañeros sin respetar las consignas.

Cuando van a dibujar, él no muestra mucho interés pero agarra su hoja y una fibra, y trabaja durante un lapso muy corto y luego se cansa rápidamente y rompe las hojas. Sólo hace rayones encimados con trazo muy débil.

Durante el desayuno y almuerzo busco que siga el orden que le aclaro a todos los niños, con mi ayuda logra sentarse por lapsos muy cortos, pero se distrae rápidamente comenzando a deambular por la sala.

En los momentos en que le llamo la atención, como puesta de límites, Santiago en algunos casos se alerta y me mira atento pero continua haciendo lo que estaba haciendo y en otros casos cuando lo siento o le retiro alguna cosa con la que estaba jugando inadecuadamente comienza a llorar o a gritar.

La relación con sus compañeros es generalmente a nivel corporal. Se conecta con los otros niños tocándolos o empujándolos. Pocas veces logra formar el tren con ellos correctamente sosteniéndose de los hombros de su compañero de adelante.

La mayoría de las veces su juego es solitario. Pocas veces observa el juego y las conductas de sus compañeros, y los imita. En los casos en los que intenta participar en estos juegos, generalmente lo hace con movimientos o conductas bruscas que producen malestar en sus compañeros y a veces provoca peleas.

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