Aleph Cuento

"Dijo Tennyson que si pudiéramos comprender una sola flor sabríamos quiénes somos y qué es el mundo."

El Zahir

Jorge Luis Borges

Cada noche miraba las estrellas insatisfecho y a pesar de que habían pasado tantos años me siguian persiguiendo en mis sueños los mismos fantasmas numéricos de mi niñez, las ecuaciones me absorbian lentamente y cada vez el número de incógnitas crecían un poco más,el tiempo pasaba, mi barba crecía así como mi cabello se teñía de blanco, cada vez estaba más cerca del final del juego que algunos llaman vida ,la arena del reloj estaba en mi contra.

Soy Leonardo,los apellidos no importan, que dia es hoy tampoco, me dedicaba a las matemáticas,muchos cuestionaban mi interés y persistencia en este campo, que creía yo ya era obsesión, a decir verdad no los culpo ya que desde hace muchos años atrás había dejado de actuar como el resto, algunos me gritaban loco, otros solo me miraban con aires de superioridad,pero para mi solo importaba una cosa: la ecuación que le daba sentido a mi vida,la misma que vi un dia en mi edad escolar en un viejo y gastado libro de la biblioteca de mi abuelo. Ya no sé con seguridad si confundo realidad con sueños pero tengo la vaga idea que cuando el me descubrio husmeando, muy contrariado tomó el libro y lanzándolo a las llamas de la chimenea me hizo jurar que jamas deberia mencionar nada de lo visto.Era una locura,era solo un libro lleno de números y tachones,pero conocía a mi abuelo y esa reacción en el solo podía implicar que ocultaba algo, asi que tome un papel de su escritorio y escribí lo poco que recordaba de las ecuaciones,quien lo creeria pero con ello inició la aventura de mi vida, desde ahí nada fue lo mismo.

Me desperté en un día más sin saber que no lo sería, tome mis cuadernos y fui al jardín a seguir con mis acostumbradas tareas, a lo lejos oí la noticia que la vieja casa en la calle Fibonacci seria derribada y sin dudarlo me puse de pie y corrí a ver que estaba pasando, quería comprobar si se trataba de la vieja casa de mis abuelos, la misma en la que pase tantas tardes corriendo, la misma en la que el libro había sido quemado.

Al llegar alli sali de la duda y comprobé que efectivamente se trataba de mi viejo lugar favorito que ahora le pertenecía a una familia extranjera , como un loco pedí a gritos entrar antes de que fuera derribada alegando que en el sótano habían cosas de mi familia que habían sido dejadas allí para ser recogidas luego, un luego indefinido que se había convertido en ese día.Luego de varios minutos, que dentro de mi angustia fueron horas, pude pasar y cruzando el umbral de la puerta principal pude sentirme como un niño de nuevo en su lugar favorito, atravesé el corredor y llegue a la puerta que llevaba al sótano ,tome una vela, baje lentamente los escalones empolvados y en medio de la oscuridad en la que una tenue luz alumbraba choque con una caja que en uno de sus lados tenia la marca de mi familia, supe de inmediato qué mi búsqueda había terminado y que allí estaba lo poco que me había heredado mi abuelo,alse la caja y trate de hacer una maniobra tonta al sostener el candelabro entre mis dientes, como es de suponerse este callo al piso y la llama crecio al caer dentro de un monton de papeles viejos,el fuego no dio espera y con rapidez empezo a consumir el lugar, incluyendo las paredes que ardian con fuerza,no sabia mucho de quimica ni de construcciones pero eso no era normal, tome mi caja y trate de huir rapidamente, pero antes de que pudiera hacerlo logre ver que una seria de extrañas figuras aparecian en las paredes y como si el viento

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